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VALENCIA (VP). Más claro no podría haber sido. José Lladró, uno de los tres hermanos fundadores de la tradicional empresa valenciana que lleva por nombre su apellido presenta hoy su libro, titulado Luces y sombras de la empresa familiar, un compendio de reflexiones en las que analiza las fortalezas y debilidades de una sociedad como la suya y donde proporciona las claves para superar los problemas específicos que se pueden llegar a producir en una organización de tales características.

Según expone Lladró, el sector financiero debe estar al servicio de la economía productiva, "al servicio del progreso y del crecimiento, y no al revés", por lo que apuesta por el capitalismo humanista frente al "salvaje" como una de las claves para rehacer el tejido empresarial y poder hacer frente a la actual crisis económica y de valores.

A su juicio la empresa familiar puede contribuir a humanizar el capitalismo, por ello, hace un llamamiento a gobiernos, entidades financieras, sindicatos y fuerzas políticas para que reconozcan la necesidad de que las empresas productivas "desarrollen su labor y nos saquen del atolladero, porque nadie lo puede hacer, sino ellas. Para salir de la crisis necesitamos hacer esto a escala planetaria".

José Lladró, con una experiencia de cerca de sesenta años de gestión al frente de una estructura empresarial compuesta exclusivamente por miembros de una misma familia, advierte también de los errores que se pueden llegar a cometer, como el impedir que emerjan nuevos líderes que tomen las riendas de la empresa o la necesidad de establecer un protocolo de actuación.

"TROCEAR LAS EMPRESAS NO ES LA SOLUCIÓN"

En este sentido, para el empresario una de las claves para la supervivencia de este tipo de empresas, que se caracterizan por su fragilidad ya que pocas de ellas resisten el paso a la tercera generación, es la de buscar, respaldar y respetar a un líder que esté próximo a la excelencia, tanto profesional como humana. Desde su punto de vista, la principal misión del fundador de una empresa familiar es la de preparar adecuadamente su sucesión y establecer las bases para que ésta no se vea cuestionada.

"Intervenir las empresas y trocearlas, no es la solución" señala, al tiempo que rechaza la dirección rotativa y considera oportuno ceder la gestión de la empresa a un miembro que no pertenezca a la estructura familiar, si ello es beneficioso para la empresa.

Por último, el autor del libro insiste en la importancia de que los vínculos entre los miembros de la empresa familiar sean fuertes y positivos para que su estructura camine hacia el éxito, además de subrayar la importancia de delimitar con nitidez los tres ámbitos que se entrecruzan en la estructura de una empresa familiar: la empresa, la familia y la propiedad.