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VALENCIA. Esta situación se observa sobre todo en el futbol inglés, donde sus clubes de referencia (Liverpool, Arsenal...) están inmersos en disputas entre diferentes tipos accionistas sin el concurso de la inmensa mayoria aficionados. De todos ellos destaca, a mi juicio, la batalla que se está librando en el club con más seguidores a lo largo del planeta (330 millones): el Manchester United.

Ahora que la mayor parte de clubes de futbol son corporaciones empresariales (sociedades anónimas deportivas), activas en diferentes segmentos de actividad (deportivo, entretenimiento, inmobiliario, audiovisual, marketing...), donde el reparto de poder se sustancia vía la propiedad de las acciones, los aficionados se sienten impotentes, sin soluciones aparentes, para poder destronar las gestores irreverentes con las señas de identidad del club. Sin embargo, los propios aficionados son parte fundamental de la solución.

El camino emprendido por los aficionados del Manchester United describe perfectamente cómo procede para apartar de la gestión del club a la familia norteamericana Glazer. El primer paso es estar organizados. En este caso de forma informal, en torno a las señas de identidad del club, a través de la plataforma Green and Gold. Aficionados que lucen las camisetas del club de originario Newton Heath L&YR Football Club (1878) y no las rojas del Manchester United (reconvertido en 1902) en protesta por los gestores. Este martes, cuando jugó nuestro equipo en Old Trafford pudo observarse el fenómeno.

El segundo paso, a través de una organización formal de seguidores, la Manchester United Supporters Trust (MUST). Esta organización, con más de 167.000 suscriptores, persigue dos grandes objetivos. Por un lado, persuadir a la familia Glazer para que venda su participación en el club. El segundo objetivo es asegurar que los nuevos propietarios den prioridad a la participación activa de aficionados en el devenir del club.

Es muy importante destacar que esta organización en ningún caso quiere gobernar el club, solo exige que los nuevos gestores respeten su participación, que su palabra se escuche. En todo caso, se trata de una organización vigilante con el objetivo de devolver el club a sus aficionados, de una forma u otra.

La tercera, el grupo de nuevos gestores (propietarios y accionistas) que compartan las señas de identidad de los aficionados entorno a la Plataforma Green and Gold y MUST. Este equipo existe y está liderado por un conjunto de notables, seguidores del Manchester United, con capacidad para conseguir el dinero suficiente para comprar el club a la familia Glazer.

Este conjunto de notables (conocidos como Red Knights) tienen el desafío de articular una propuesta creíble donde se acerquen posturas aparentemente divergentes. Así, deben hacer convivir el modelo sociedad capitalista actual con la participación activa de las asociaciones.

Muchos siempre miran al futbol alemán como paradigma del modelo asociativo con su máximo exponente en la regla 50+1. Esto es, las asociaciones de aficionados deben poseer más del 50% del club. Otros añoran un sistema de participación parecido al del Real Madrid y FC Barcelona. En este último caso, los más de 180.000 socis (no necesariamente abonados del club) pagan 155 euros al año para poder tener el derecho a votar a los nuevos gestores del club cada 6 años. ¿Sorprendente? Hagan números porque sorprende aún más.

La alternativa a gestionar el club se plantea como solución a esta conjunción de interes (accionistas y aficionados) una especie del Golden Share o 'acción de oro' para los accionistas minoritarios individuales o a través de asociaciones, con capacidad de bloqueo y veto en las juntas generales de accionistas. Los Red Nights consideran que el club debe de estar entre un 25 y 30% en manos de esta categoría de accionistas (casi parecido a lo que se plantea la Fundación VCF).

Ahora que en el Valencia CF SAD aparece alguna que otra alternativa de gobierno para el club (¿Proyecto Nou Valencia?), debe de ser el momento justo para acercar a los gestores adecuados al sentir de los aficionados.

Conocer cómo los aficionados y pequeños accionistas vuelven a formar parte del club (patética y pírrica presencia de accionistas en la Junta del 20-N) es el principal reto. Claramente son ellos los que pueden derribar las murallas que separan a los actuales gestores del club, Llorente y Piles, del resto de aficionados (incluida la APAVCF).

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(Para consultar los artículos publicados de El Broker Enmascarado pinchar aquí)