VALENCIA. Artistas, empresarios, arquitectos, terapeutas, promotores artísticos y musicales, docentes, músicos, profesionales del audiovisual, médicos, profesionales de la moda, deportistas, actores y actrices, asociaciones empresariales, diseñadores, asociaciones culturales, periodistas, chefs, artesanos, institutos tecnológicos y universidades, propietarios de restaurantes, técnicos de la industria turística, abogados, sanitarios...
Medio millar de valencianos son socios ya de un club que abre sus puertas este jueves 17 de septiembre, un nuevo espacio, un local que aspira a ser uno de los epicentros culturales y emocionales de la ciudad de Valencia. Y lo son sin haber pagado un euro porque, a diferencia de los clubs tradicionales, en los que se inspira, para formar parte de él sólo hay que desearlo.
El nuevo local se llama 33rpm Club y se ubicará donde se encontraba el viejo club Linterna, en la calle del mismo nombre. "El club no es cerrado. Responde a una estética de club inglés, parto de una red de contactos, con una comunicación directa, pero está abierto al público...", explica Vicente Ibáñez, promotor del espacio.
La idea nació en el verano de 2014 en la cabeza y en el corazón de Ibáñez. Decenas de entrevistas, mucho papel y muchos apoyos de buenos amigos y amigas que, desde sus distintas profesiones, orientaron y aportaron ideas e ilusión, le ayudaron a dar forma a su quimera. Artur Sales lo plasmó todo en la presentación que fue clave para encontrar el local adecuado.
La filosofía está clara y así lo remarca Ibáñez. "Nada de cuotas. Es un sitio para hablar. A partir de las nueve de la noche quiero que siempre pasen cosas. Habrá teatro, habrá videofórum, poesía de vanguardia... Y por la noche, a las doce, música de calidad, afrocaribeña o jazz, con coctelería los viernes y sábados".
Entre los rasgos distintivos del nuevo local se encontrará el trato directo; "que te llamen por tu nombre", explica Ibáñez. La idea es que el visitante se sienta a gusto. Y como quiera que el objetivo se trata de lograr una "economía nocturna visitable", 33rpm Club no abrirá lunes y martes, y entre semana lo hará a partir de las siete de la tarde y los viernes y sábado a las cinco y media.
Ibáñez explica que coincide con lo escrito por Tonino este fin de semana en ValenciaPlaza. "Estamos necesitados de afectos. Este es un sitio en Valencia para que la gente se pueda abrir, abrazar... Queremos combinar calidad, vanguardia y calidez. Queremos ser el local de referencia, eso que se ha perdido en los últimos años o porque algunos hemos trabajado más de la cuenta, o porque hemos dejado a otros... Vamos a volver a las cosas que nos gustaban antes. Creo que muchos compartimos una misma inquietud: disponer de un espacio público de ocio, libre y amable, que nos permita relacionarnos y disfrutar en un contexto creativo, artístico y festivo, y en el que lo pasemos muy bien, alimentando nuestras emociones y aprendiendo", comenta.
Ibáñez asegura estar "ilusionado" porque se he embarcado en algo que siempre le ha gustado hacer: reunir a la gente, amigos y conocidos, y mezclarlos para charlar, escuchar buena música, disfrutar del arte, ... o simplemente entretenerse. Es una vuelta a las raíces de la noche valenciana, aquella que sedujo a España en los 80. Es una nueva forma de entender el ocio nocturno basada en lo mejor del pasado.
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