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VALENCIA. El responsable del área de Cultura de la Diputación de Valencia, Xavier Rius, presentó este lunes, acompañado de la vicepresidenta de la corporación, a los nuevos directores del Museo de Etnología y del Museo Valenciano de la Ilustración, Francesc Tamarit y Rafael Company. Los nombramientos se enmarcan en la operación de reestructuración del ente provincial, después de la era Rus. En el acto, Rius anunció su intención de que los museos de la Diputación se conviertan en "el centro de la vida cultural" y trabajen en conjunto en torno a ejes temáticos, aspectos de la actualidad que se abordarán desde distintas perspectivas en cada centro.

Sobre la existencia de un plan estratégico que coordine el conjunto de servicios culturales de la Diputación, que podría derivar en una remodelación del SARC, Rius insiste en la necesidad de llevar a cabo una política transversal que rompa con la filosofía de los "compartimentos estancos". El diputado asegura que se ha reunido con el personal técnico y las líneas de trabajo apuntan a una revalorización del patrimonio de la Diputación y la producción propia que apela a la superación de "un sentimiento de inferioridad" de la cultura valenciana.

Respecto a las proyectos de la Diputación bajo el mandato de Rus, el responsable de Cultura no se pronunció de manera directa sobre iniciativas como la convocatoria Sona la Dipu, pero en referencia a los ciclos de cine al aire libre afirmó que no entiende "que la Diputación se haya gastado dinero en proyectar Shrek 3 en Chella". En ese sentido, una de las consecuencias del cambio de rumbo en la Diputación es el abandono progresivo de la cultura del espectáculo que había caracterizado la etapa anterior.

Rius apuesta, en cambio, por una programación "con contenido suficiente", de carácter crítico, y cita como ejemplo las películas de Michael Moore o los documentales producidos por InfoTV sobre la emigración valenciana a EEUU. Con este tipo de propuestas, el área de Cultura de la Diputación pretende abarcar aquellos espacios que no cubren las entidades privadas.

Otro de los centros emblemáticos de la corporación provincial, la Institución Alfons el Magnànim, sigue sin director tras la jubilación de Vicent Ribes-Iborra. Xavier Rius afirma que en el Magnànim "queda mucho trabajo por hacer". El diputado considera que lo que fue una entidad de referencia ha perdido su reputación como instituto de estudios, con una publicación trimestral, Debats, "de la que ya nadie habla". Rius ha anunciado que en breve se hará público el nombre del nuevo director del centro y se ha mostrado convencido de que "volverá a ser un referente del pensamiento".

"UN MUSEO NO ES UN PROYECTO POLÍTICO"

Preguntado por la polémica surgida en torno al método de designación de los dos nuevos directores, Xavier Rius se escudó en la incapacidad legal de la Diputación para abrir nuevas plazas a concurso y resaltó el carácter temporal de los nombramientos. Rius asegura que la intención de la Diputación a largo plazo es eliminar la precariedad y reforzar la fijeza de este tipo de cargos, así como garantizar su profesionalidad y el desarrollo de la actividad que comportan sin inferencias políticas. En ese sentido, el diputado afirmó que "un museo no es un proyecto político".

Tamarit, que toma las riendas del Museo de Etnología tras la marcha de Joan Seguí, a quien reconoció el buen trabajo realizado, se mostró convencido de que "el museo tendrá éxito si es capaz de mediar entre la cultura popular y la sociedad valenciana". El nuevo director anunció que el centro seguirá una línea continuista, considerando la cultura popular como algo vivo y cotidiano, en contra de la visión romántica e idealizada.

En este sentido, Tamarit pone el acento en la dimensión territorial del centro, que debe convertirse en "el museo de referencia de todos los valencianos", y en la necesidad de abrir las puertas a los colectivos inmigrantes con la intención de potenciar la diversidad.

Por su parte, Company, que fue el creador del MuVIM junto a Marc Borrás, hizo pública su intención de reforzar la singularidad del centro y convertirlo en un "museo de las ideas" socialmente útil y relevante, en un esfuerzo por seducir, conquistar y fidelizar al público. El reto, sin embargo, no es únicamente numérico y Company aseguró que trabajará no solo para aumentar la cantidad de visitantes, sino también el nivel de satisfacción del público, en especial de la comunidad educativa. En cuanto a las líneas estratégicas de las exposiciones temporales, se anunció un mayor aprovechamiento del fondo del propio museo y del patrimonio artístico y documental de la Diputación, así como un protagonismo más notable del emplazamiento del centro. Para Company, el nuevo MuVim debe "generar más dudas que afirmaciones categóricas" y convertirse en "una entidad incómoda para el pensamiento único".