VALENCIA. Tras 30 años como durmiente, el superagente Anacleto tiene una nueva misión. Hace tres décadas, en 1986, el cierre de la editorial Bruguera condenó al estrafalario espía creado por el inmortal Manuel Vázquez (1930-1995) a una jubilación forzosa. Ahora vuelve y a lo grande: en formato de cine. La duda es si conseguirá atraer al públcio como otros personajes de la famosa editorial catalana (Mortadelo y Filemón) o pasará sin pena ni gloria como Zipi y Zape y el club de la canica (Oskar Santos, 2013), los gemelos nacidos de la pluma de José Escobar. De momento, huele a éxito.
Anacleto, agente secreto apareció por primera vez en las páginas de Pulgarcito en diciembre de1964. Fue la primera parodia del 007 que llegó a los tebeos españoles (luego vendrían el efímero Agente 0077 o 7-7, cero a la izquierda, del valenciano Arturo Rojas de la Cámara) y la más duradera. Vázquez siempre defendió que, en realidad, su fuente de inspiración fue El Super Agente 86 -el personaje creado por Mel Brooks- pero lo cierto es que las fechas no encajan: la serie no comenzó a emitirse (y en Estados Unidos) hasta un año después. Lo que es innegable es que este último acabo convirtiéndose en su más directa referencia.
Para la ocasión, el director no podría ser alguien más apropiado: Javier Ruiz Caldera. El catalán ha demostrado su soltura con la comedia en Spanish Movie (2009, 7,6 millones de recaudación), Promoción Fantasma (2012, 1,7 millones) o Tres bodas de más (2013, 6,3 millones), tres títulos que lograron el respaldo de la taquilla.
Por lo que respecta a los actores, el superagente tendrá el rostro de Imanol Arias -innegable el parecido-, a quien acompañan Quim Gutiérrez (Goya al actor revelación por AzulOscuroCasiNegro, 2007), Carlos Areces (Muchachada Nui), Berto Romero (colaborador de Andrés Buenafuente), Alexandra Jiménez (Las brujas de Zugarramurdi, 2013) y los veteranos Emilio Gutiérrez Caba y Rossy de Palma. Andreu Buenafuente y José Corbacho tienen breves apariciones.
Ruiz Caldera reconoce que se ha tomado algunas licencias con el personajes, cuyas aventuras solían durar una página. "Nos hemos preguntado qué ha pasado con Anacleto estos últimos 30 años en los que no se ha publicado ningún cómic. Está viviendo la situación del 2015, cómo es ser agente secreto hoy en día, ha tenido un hijo...". Por cierto, el director ya trabaja en su próxima película, que tendrá algunos puntos en común con esta: adaptar las andanzas de Superlópez, de Jan, a la gran pantalla.
"Nos hemos inventado un presente del personaje respetando al máximo posible el cómic, tomándonos ciertas licencias porque no queremos hacer un ejercicio nostálgico sino una película de acción muy divertida", señaló Ruiz Calderón. Una de las diferencias con el original es la acción y un humor bastante más atrevido que en los tebeos (de hecho, la película está recomendada para mayores de 16 años).
Así, hay novedades como que el superagente tiene el pelo gris (adiós a su mechón negro) o un hijo secreto (Quim Gutiérrez), pero también guíños al tebeo como el personaje de Vázquez (alter ego del dibujante y el archienemigo de Anacleto) o el ‘jefe' (Emilio Gutiérrez Caba). No faltará el desierto, un escenario habitual en sus aventuras, o el ubicuo pitillo. La única duda es si tendrá que huir de los tiburones, como tuvo que hacer tantas veces en el papel.
Así, la historia se centra en las andanzas de Adolfo, un tipo de treinta años sin aspiraciones que trabaja de secureta en un centro comercial y al que acaba de dejar su novia. Un día se entera de que su padre, a quien creía un simple charcutero, es en realidad un agente secreto al que tiene que ayudar a salvar el mundo de los planes del supervillano de turno. De paso, intentará recuperar a su chica.
En un año lleno de estrenos de películas de espías -Misión Imposible, Operación U.N.C.L.E, Spectra,...- Ruiz Caldera ha tenido que luchar con sus mismas armas: un buen presupuesto (4 millones de euros) y mucha acción y efectos especiales. Un dato: sólo para una escena se transformó el Congreso de Montjuïc de Barcelona en una estación de tren y se contrataron a 300 figurantes.
LA HISTORIA DEL PERSONAJE
Anacleto nació en el número 1.753 de la revista Pulgarcito poco después de que llegara a los cines españoles Desde Rusia con amor (Terence Young, 1963), la segunda entrega cinematográfica de las andanzas del 007. En esa primera aparición lucía ya su clásico smoking y su pajarita, pero no llevaba su característico mechón de pelo ni un cigarro siempre pegado a la boca.
El personaje se convirtió en un habitual de la publicación y, con el tiempo, fue ganando personalidad. La historia se hizo más sólida y los personajes se fueron desarrollando, aunque siempre a la estela de los dos agentes más conocidos de la editorial Bruguera, Mortadelo y Filemón, con los que nunca consiguió rivalizar en popularidad.
De Pulgarcito fue saltando a otra publicaciones hasta llegar a Gran Pulgarcito, momento en el que las historias empezaron a extenderse más de una página. A principios de los 70 consiguió hacese un hueco en la revista Mortadelo, la publicación estrella de la editorial, aunque en esa época Vázquez comenzó a perder el favor de sus superiores y el personaje empezó a ser dibujado por otros autores (como Blas Sanchís) hasta 1986, cuando cerró al editorial.
En 1995 tuvo un breve, y peculiar, regreso. El propio Vázquez se encargó de dibujar El reencuentro, una breve historieta de tres páginas en las que el agente se cita con él y las Hermanas Gilda -otro de los personajes nacidos de la pluma del autor- y acaban dándose un festival de sexo. La idea se basó en la parodia porno de Super Mortadelo que, en 1983, Ramón María Casanyes publicó en la revista Titanic.
Vázquez, su creador, fue uno de los dibujantes más prolíficos de la editorial y su prestigio solo rivalizaba con el de Ibáñez. Otras de sus famosas creaciones fueron La Familia Churumbel o La abuelita Paz.
Más allá de su faceta de dibujante, Vázquez fue un personaje legendario por su cara dura, aunque es difícil saber cuáles de las historias que se le atribuyen son ciertas y cuales falsas (una ceremonia de la confusión a la que él contribuyó). Como personaje, apareció en Rue 13 del Percebe (en calidad de moroso), El invierno del dibujante (Paco Roca) o Los profesionales (Carlos Giménez). Él mismo se encargó de dibujarse en Las historias del tío Vázquez. En 2010, el director Óscar Aibar llevó su vida al cine en El Gran Vázquez con Santiago Segura como protagonista.
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