VALENCIA. Licenciado en Económicas por la Universitat de València, jefe de Compras en Mercadona durante 16 años y responsable de la División Financiera durante su última etapa en la compañía, llegó pa- ra dirigir este proyecto que además acaba de estrenar otro nuevo formato, Lanzadera Inicia, para acoger a los proyectos más incipientes. Jiménez también participa en consejos de administración de startups de las primeras ediciones, como Arloon, Eslife y Baravento, al ser consejero delegado de Herrecha Inversiones, la sociedad inversora de Hortensia Herrero.
-¿Cómo ven a los proyectos de prepara- dos después de tres ediciones?
-Los que ahora sabemos más somos no- sotros. Los emprendedores venían y vienen muy formados. Los nuevos aquí no son ellos, somos Lanzadera. Lo que ocurre es que esta es nuestra tercera edición y sabe- mos un poquito más que la segunda. He- mos aprendido mucho en estas dos edicio- nes.
-¿Y qué han aprendido?
-Que lo más importante son las personas y la capacidad de ejecución. Las ideas para nosotros valen para lo que valen. En tres años hemos recibido más de 7.000 proyec- tos. Desde ideas como coches que vuelan a soñar a la carta. No es broma, son ejemplos ciertos. Esto nos ha dado mucho que pensar. Y también que exista un banco de patentes con ideas por desarrollar. Lo que verdaderamente vale dinero es poder llevar las ideas a la realidad. Si un señor me dice en la primera edición que va a transformar la manera de tomar el café en el mundo, que va a fabricar cápsulas de café, va a cambiar el parque de máquinas de todo el mundo y tener sus propias tiendas, le digo: que pase el siguiente. ¿Dónde está la diferencia? Un señor llamado Nestlé ya lo ha hecho.
-¿Entonces qué buscan a la hora de elegir?
-Equipos. Que haya un líder, una persona que sepa hacia dónde va y que la idea sea novedosa, que solucione los problemas de alguien, que mejore su vida, una necesidad que no se esté atendiendo de una manera óptima. Hacemos mucho foco en cómo se montan los equipos y las capacidades de liderazgo y esfuerzo.
-Preferien elegir a un equipo más que a una persona en solitario?
-No es excluyente, pero lo valoramos favorablemente. El programa es de 11 meses y se invierte mucho tiempo en montar un buen equipo. La gente se equivoca y tarda un cierto tiempo en reaccionar. No hay una cifra exacta, pero el dinero que no tengas bien invertido también es gasto. Vienen equipos que no están vendiendo nada con 14 personas.
-No venía del mundo del emprendimiento. ¿Qué vieron en usted para ponerle al frente de Lanzadera?
- No lo sé, habría que preguntarle al señor Roig. Lo que sí puedo decir es que me lo estoy pasando muy bien y que le estoy tremendamente agradecido. Hay un equipo de gente impresionante que trabaja de sol a sol, pero siempre con una sonrisa.
-Les gustan las empresas tradicionales, pero eso a veces está reñido con ser escalable...
-Nosotros invertimos en personas, no en proyectos, y nos da igual el sector. Sí que es verdad que el mundo está como está y que nada pasa por no tener una web o un ecommerce. Nosotros buscamos a las personas y luego hay proyectos como Cervezas Alegría; Dotten, que hace corbatas y camisas, o Groopify que organiza encuentros. El resto es importante también, pero en el orden secuencial, primero las personas.
-Hemos visto empresas de varios sectores, ¿tienen preferencia por alguno?
-El turismo es una de las industrias más po- tentes de la Comunitat Valenciana y queremos aportar nuestro granito de arena. Por ejemplo, este verano se ha inaugurado el resort de Vivood en Benimantell (Alicante). También nos interesa mucho el sector de la medicina. Tenemos acuerdos con la nueva Fe y el Incliva para apoyar a emprendedores que estén trabajando temas de salud y médicos. Pero siempre, primero las personas y luego el sector.
-¿Algún error a destacar de los emprendedores que llegan?
- Nos preocupa mucho cómo se montan las startups en España. Ser el líder de una empresa es por convicción del equipo y por cualidades. Pero nos hemos dado cuenta de que, por lo general, el líder es el que tiene la idea o el dinero para montar la sociedad. El CEO de la compañía puede tener las acciones, pero si lo mejor para la compañía es que sea otro quien la dirija, hay que ceder. Si no lo haces, acabas contratando a una community manager que casualmente es tu novia y el desarrollador sin experiencia es tu amigo del colegio y tienes una empresa de tres personas, todas sin experiencia. En una empresa muy grande no pasa nada, pero en una de tres personas, si ya es difícil tener éxito con tres cracks, imagine con tres personas que no están preparadas.
(Lea el artículo completo en el número de agosto de la revista 'Plaza')
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