VALENCIA. Un golpe de Estado en Pakistán pone en jaque a los Estados Unidos, y a su Secretario de Estado le pilla desnudo, atado en una cama, y dominado por una prostituta camboyana. Semejante papelón recae en el grandísimo Tim Robbins, un actor conocido por el gran público por sus papeles en peliculones como Mystic River (Clint Eastwood, 2003), Vidas Cruzadas (Robert Altman, 1994) o El Juego de Hollywood (Robert Altman, 1992), que sin embargo nunca ha despreciado la televisión, con apariciones en series comerciales como Vacaciones en el Mar o Luz de luna, o en obras más prestigiosas como Saturday Night Live o Canción Triste de Hill Street.
Robbins, en la serie Secretario de Estado Walter Larson, putero, borracho, y gamberro aunque pacifista, intenta por todos los medios evitar una crisis geopolítica en Oriente Medio. Desde Islamabad y con el mismo objetivo hace lo que puede y bastante mal Jack Black, en el papel del inútil funcionario de la Embajada norteamericana Alex Talbot. Jack Black, actor de comedia también conocido por sus doblajes, debutó precisamente en el cine de la mano de Tim Robbins en su primera película como director titulada Ciudadano Bob Roberts (1992).
La ejecución del botón rojo recae en manos de dos pilotos de la marina bastante descerebrados, uno de ellos pluriempleado en la ilegal pero necesaria tarea de proveer de píldoras para no dormir y antidepresivos a los miembros de la tripulación. En un vuelo de reconocimiento confunden sus pastillas para la ansiedad con morfina y terminan disparando a un dron del gobierno de la India en medio del subidón, complicando aún más la situación.
El Secretario de Estado, un funcionario de la Embajada en Pakistán y dos pilotos militares de un avión de combate son los tres pilares argumentales en los que se sustenta The Brink, la sátira política de la HBO cuya emisión en Canal plus estará disponible hasta finales de agosto. The Brink desarrolla su humor a base de tonterías al estilo Aterriza como puedas (Jim Abrahams, David Zucker y Jerry Zucker, 1980) aunque no tan pasada de rosca como la popular saga de películas.
Hereda de la serie de culto M.A.S.H. el humor ácido sobre tragedias de la historia de los Estados Unidos. En el caso de M.A.S.H. la excusa fue la guerra de Corea aunque era una crítica frontal a la guerra de Vietnam; en The Brink es la guerra invisible hacia Pakistán que viene desarrollando el gigante norteamericano desde los atentados del 11 de septiembre. Un humor que pisa terreno complicado y sin embargo podría considerarse el más necesario de todos. En España vivimos un hito parecido en el terreno del humor con la aparición en ETB de Vaya semanita, que permitió al público desfogarse a base de carcajadas tras décadas de tragedia, liberando en cierta forma a la sociedad vasca de un silencio reprimido e insano.
En ese aspecto The Brink no es para los que se ofenden fácilmente. Recurre a las payasadas combinadas con mordaces diálogos y en ciertos momentos dispara afirmaciones sobre la realidad política poco habituales en los medios norteamericanos. Por ejemplo, cuando el Secretario de Estado trata de convencer a una dirigente de Israel de que detengan su ataque a Pakistán con la promesa de influir en los senadores norteamericanos de origen judío, ella responde que "no son los judíos quienes nos protegen. Son Texas, Carolina del Sur, Mississippi... Es vuestra derecha, los ultracristianos neocon, y ni siquiera les gustan los judíos".
Sin embargo este tipo de humor no ha caído del todo bien entre los diferentes núcleos ideológicos de espectadores norteamericanos. Algunos consideran determinadas situaciones desconcertantes, incluso ofensivas, como cuando Rafiq, conductor pakistaní del funcionario Alex Talbot, lo lleva a su casa para ayudarle a esconderse de los militares, pero no quiere que se acerque a su bella hermana y le avisa: "Aléjate de ella, o te cortaré la garganta y lo pondré en YouTube". Una frase de diálogo que ha recibido algunas críticas entre la prensa conservadora. Sin embargo la intención de sus creadores no es la de ofender al público, porque como ellos mismos afirman "esta comedia está basada en el mundo real, porque lo que está pasando es muy serio".
Los hermanos Benabib, creadores de la serie, contaban a la prensa durante su estreno que el origen de la serie tiene mucho en común con la película de Kubrick ¿Teléfono rojo?, volamos hacia Moscú (1964). Durante la visita a un exposición sobre la película se dieron cuenta que las constantes amenazas con armas nucleares entre potencias en la década de los 70 eran muy parecidas a la actualidad. Se plantearon entonces llevar esa premisa al formato serie de televisión y escarbar dentro del género de comedia la historia sobre una crisis internacional en ciernes.
El elenco de actores en The Brink es de primer nivel en su globalidad. Además del tándem Robbins-Black, completan el casting Pablo Schreiber, habitual en papeles de capullo en series como Orange is the new black, Weeds o The Wire; Eric Ladin, que repite el mismo personaje de Generation Kill; Aasif Mandvi, muy conocido en los Estados Unidos por su participación en el programa de humor de John Stewart The Daily Show; y por último el actor de origen pakistaní Iqbal Theba, conocido por su papel en la popular serie juvenil Glee. La dirección de Jay Roach, responsable de la saga Austin Powers, completa la lista de creativos con talento que participan en la serie.
Una serie que remata su tufillo antibelicista con una banda sonora, presente únicamente durante los títulos de crédito finales, con canciones de los 60 y 70 que hemos escuchado en multitud de ocasiones en películas norteamericanas sobre Vietnam: Creedence Clearwater Revival, Buffalo Springfield, Bod Dylan... Lo tiene todo para verla en verano. Sexo, drones y rock and roll.
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