VALENCIA. Si me tenían que votar en el año 1984 por las bicis, no saco ni cinco votos», bromea José Cabrera, concejal de Circulación y Transporte que desarrolló el primer tramo de carril bici en Valencia. «Cuando llegamos al Ayuntamiento en 1979 yo no tenía ninguna experiencia, lo mismo que casi todos los concejales, pero había visto en Berlín lo bien que funcionaba la vía para ciclistas a pesar del frío y del mal tiempo. ¿Por qué Valencia no podía tenerla también, con lo llana que es la ciudad y el buen tiempo que tenemos?». Y así empezó todo.
Faltaban más de diez años para que se fundara Valencia en Bici, uno de los colectivos más activos en la defensa de este medio de transporte en la ciudad. «En 1990, una persona pegó unos papeles en las farolas y convocó la primera asamblea», cuenta Fernando Mafé, portavoz de la organización y veterano activista. Desde entonces han ganado masa crítica y capacidad de interlocución con la Administración. «La verdad es que nuestra relación con el Ayuntamiento ha dependido mucho de la persona que es- taba al frente de la concejalía. Con el último concejal del PP, Alberto Mendoza, tuvimos una relación muy fluida, con Alfonso Novo había sido mucho peor, y esperamos tenerla buena con Giuseppe Grezzi. Para algo es miembro de Valencia en Bici», sonríe Mafé.
«La bicicleta ha dejado de ser un elemento extraño en la ciudad», asegura el nuevo concejal de Movilidad Sostenible y Espacio Público, «pero hace falta un proyecto coherente». Un ejemplo es la Agencia Municipal de la Bicicleta, que se fundó en noviembre de 2011 pero no se ha puesto en marcha hasta julio de 2015, cuando el nuevo Gobierno ha desempolvado el proyecto para dotarlo de competencias y capacidad de actuación. Aunque es difícil establecer un censo de ciclistas, lo cierto es que más de 51.000 personas cuentan con abono anual de Valenbisi, el servicio público de alquiler; muchos amarraderos para usuarios particulares están saturados en las horas centrales del día y han proliferado los talleres y locales de alquiler. No sólo es cosa de hipsters. Por las propias características de la ciudad, muchos turistas entienden que es la mejor forma de visitarla, a pesar del calor en verano.
«El debate de la bici en Europa está superado. Los ciclistas son más prudentes, pero también los conductores son más respetuosos», advierte Ana Merelo, responsable de BikeTours y ValenciaBikes, la primera agencia especializada en visitas turísticas guiadas a Valencia en bicicleta, fundada en 2003. «Nuestro mercado es 100% internacional, principalmente británico y centroeuropeo. Muchos se alojan en hoteles de alta gama, como el Westin, Las Arenas o el Hostes Palau de la Mar, porque el uso de la bicicleta en Europa no sabe de niveles de renta».
(Lea el artículo completo en el número de agosto de la revista 'Plaza')
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