MADRID. La semana pasada estaba expectante por el estreno en España de Espectaculares y comestibles en Mediaset, un programa británico sobre esa materia tan poco tratada en la televisión actual, la cocina, cuando me encontré un post en Facebook de José Carlos Macías, periodista del Canal Extremadura, que decía así:
"Crujiente de cereal texturizado con delicia de cerdo blanco cocida en su jugo y cuadrado de lácteo cremoso... SANDWICH MIXTO
-Arroz bomba de Tortosa al aroma de azafrán con gallinácea de corral y leporino silvestre con su toque de romero servido en su sartén.... PAELLA
-Sopa fría y melosa de tomate al AOVE con delicias de la huerta y miga de pan al estilo Califal... SALMOREJO
-Pastel tibio de tubérculo de solanácea al aceite hirviendo de oliva con su controvertida cebollita y conglomerado de huevo batido... TORTILLA DE PATATAS
(...)
-Caldeau de pasta de sémola de trigo duro a la esencia de concentrado de ave hervido despacio y servido al momento... SOPA DE SOBRE
"-Y de postre: Cucurbitacea rosada cortada en media luna y servida en el plato con sus propias pepitas... RODAJA DE SANDÍA
El hombre se sentía apesadumbrado por la sofisticación de la gastronomía que nos venden por todas partes. Aunque especialmente en la caja tonta últimamente la invasión de barroquismos culinarios está siendo abusiva. Normal el hartazgo de este caballero y mejor aún que se al menos se haya convertido en una explosión de rabia y talento en las redes como ésta.
Porque otra vez estamos en las mismas. Decíamos que el nuevo programa de turno se llama Espectaculares y comestibles y de la segunda acepción no podemos opinar, pero de la primera, va sobrado. Al menos el cocinero que lo presenta, Heston Blumenthal, es un lo que aquí se conoce como sobrao con todas las letras, para ser más precisos. En esencia, lo que hace es coger una receta tradicional o popular y darle la vuelta demostrando lo habilidosos que es experimentando en la cocina. Y experimenta mucho.
Por ejemplo, en el primer programa se va a un Fish & Chips, pide una bandeja con todos los ingredientes y él lo que hace es pasarlos por la batidora. Luego pide una salchicha, la introduce en la masa y el conjunto, una pelota de comida basura con salchicha ensartada, lo empana. Como en el famoso sketch de Faemino y Cansado cuando van a un restaurante de vanguardia y se quejan de que si les ponen "una mierda así de pequeña" en un plato "así de grande" pues al menos "¡empánalo!", le gritan al cocinero. Y quién iba a decir que veinticinco años después la tele daría respuesta a aquel gag del Orgullo del tercer mundo de entonces TVE2, que algunos nunca podremos olvidar ni aunque nos den electroshock.
Siguiendo con el particular, Blumenthal es un cocinero de tres estrellas Michelín, así que lo suyo no es cosa de coña. Informa pertinentemente del origen de cada receta. Del famoso Fish & Chips inglés cuenta que los franceses frieron las patatas y los judíos el pescado y que fue "un genio", se entiende que local, el que decidió mezclarlos. Solo se le olvida quien trajo las patatas a Europa, pero bueno, el chovinismo se lo dejamos a él. Y luego se mofa de los periodistas. Dice que este plato se envolvía en papel de periódico y que ahí empezaron las grandes tiradas de la prensa.
Más adelante intenta reproducir uno de los platos favoritos de la reina Victoria, cabeza de bacalao rellena de carne picada. Pero lo hace a su manera. Como ve que a los comensales que lleva lo que más asco les da es el ojo, hace uno gigante empleando gelatina para hacer la cornea, pan de oro para que brille, hebras de azafrán que parezcan venas y la pupila finalmente que es gelatina de nuevo pero teñida de calamar. En total, sirve un ojo gigante relleno de cabeza de bacalao revuelta con salsa rosa. ¿Para qué comerse la cabeza de bacalao rellena de carne si puedes obtener el mismo sabor trabajando siete horas más? Ese es el espíritu protestante y un poco el rollo este de la alta cocina de los programas de la tele.
Hay que admitir llegados a este punto que el menda se entrega con tanta devoción a los experimentos que tiene su interés. Uno ve el programa embobado. Aunque la atención que se pone es más propia de horarios golfos. De esos momentos en los que a uno no le da vergüenza combatir el insomnio con los espacios de OVNIS del Canal Historia o la Teletienda.
Y en esta primera entrega con lo que verdaderamente rizó el rizo fue haciendo un plato de cordero para la cuaresma. Obviamente, no podía llevar cordero, así que decidió simularlo con salmón... ¡empanao! Así sí. A la bola obtenida le clavaba una costilla y ya estaba todo dicho. Un genio.
En el segundo capítulo abordó la historia de la comida internacional y más solemne de Inglaterra, nada menos, el Roast beef. Es el plato que toman cada domingo cuatro de cada cinco hogares británicos, dice. Lo llevan en el corazón. Y otra vez es una receta procedente de la era victoriana. Mucho evolucionó la gastronomía británica en esta época. Se nota que fue una de las más represivas sexualmente de todos los tiempos. Y sabemos lo que decimos, la gastronomía española es de las mejores del mundo.
El caso es que sobre el roast beef profundiza en la Historia de forma bastante interesante. Dice que se remonta a la época medieval en realidad, cuando Inglaterra alcanzó fama por sus asados, que podían elaborarse con cualquier bicho que respirase y cuanto más elaborados estuvieran, mejor. Hete aquí la clave.
Sostiene que entonces, en esta época de esplendor, la comida no era comer, consistía en un espectáculo, una escenificación, un teatro. Justo lo que tenemos ahora con esta invasión de programas que a la exquisitez y el verdadero talento culinario los están convirtiendo en lo que conocemos como con el cariñoso apelativo de burbuja.
Pero da igual. Es todo un no va más constante. Es televisión Pocos minutos después el presentador sube un pollo a un cochinillo a modo de caballero en su caballo y hasta le pone un casquito al ave. Explica que era lo típico de aquella época, montar el número con la carta. De modo que decide seguir el ejemplo tras enredar en las cartas de las tripulaciones de los buques de la marina británica se pone a crear. Coge un trozo de carne, lo pone en salmuera. Junta el filete con lengua, cachete, espaldilla y costilla de la vaca. A la mezcla le añade moho, sí, moho, podredumbre, por consejo de un laboratorio suizo muy profesional y muy blanquito, y le queda una cosa que los que lo prueban se relamen. ¿Qué le faltaría al programa en ese momento? Solo una cosa. Guardiola impecablemente vestido, como siempre, dando indicaciones desde la banda.
Es que ya no se hacen programas como antes. ¡Y qué triste es ver NODOs de hace 40 y 50 años, con lo infames que eran, y comprobar que son mucho más interesantes, de más calidad y que informan mucho más que lo noticiarios de las ridículas cadenas de hoy en día! ¡A dónde vamos a ir a parar!
Pues teneiendo en cuenta que a Guardiola no lo soportan actualmente donde esta, puede que sea su salida laboral.Que los reditos del Barcelona también se acaban y Luis Enrique ya lo dejó en nada este año.... Por cierto el programa que coemnta en el articulo mejor verlo con la digestión ya hecha, puaggggg
Tu email nunca será publicado o compartido. Los campos con * son obligatorios. Los comentarios deben ser aprobados por el administrador antes de ser publicados.