VALENCIA. Fruto de la ley del mínimo esfuerzo, las series de televisión junto con los cómics son uno de esos caladeros en los que pescan los productores de Hollywood para buscar nuevas fuentes de ingresos sin arriesgar mucho. Algunas veces, la iniciativa se salda con un fracaso (caso de la británica Los Vengadores, Los hombres de Harrelson o Starsky y Hutch) pero en otras se convierten en minas de oro. Misión: Imposible forma parte de las segundas. La semana que viene se entrega la quinta entrega y ya hay planes para la siguiente. Aquí están algunas de las claves de su éxito.
1.- Los antecedentes: La serie original se emitió en EEUU entre 1966 y 1973 y se caracterizaba por una estructura muy similar. El jefe de la Impossible Mission Force (Peter Graves a partir de la segunda temporada) recibía una cinta que se autodestruía con una misión de la que el gobierno no quería saber nada y se la encargaba a uno de su equipo. En una época, la Guerra Fría, en la que el género de espías estaba a la orden del día (desde el 007 a Los Vengadores), Misión Imposible destacaba por el uso de lo último en nuevas tecnologías, la lujosa puesta en escena y un elenco de actores regulares que incluía a Martin Landau (oscar por Ed Wood, 1994), Leonard Nimoy (el famoso doctor Spock de Star Trek) y la guapísima (y hoy casi olvidada) Leslie Ann Warren apoyados por muchos cameos. Hubo una segunda tanda entre 1988 y 1990, pero no consiguió tanto éxito como la original. Hasta 2010, sus 171 episodios le valieron el título de la serie en inglés más longeva de la historia (24 le quitó el puesto).
2.- La banda sonora: Una de las características de la serie fue su banda sonora, compuesta por Lalo Schifrin (Harry el Sucio, Operación Dragón, La leyenda del indomable o la serie Starsky y Hutch), que fue arreglista de Xavier Cugat y de Los Tres Tenores (el espectáculo que unió a Luciano Pavarotti, José Carerras y Plácido Domingo). Es uno de esos temas que hacen que se te vayan los pies y, probablemente, comparte con La Pantera Rosa y Peter Gunn (ambas de Henry Mancini) el honor de banda sonora de una serie más reconocible de la historia. A lo largo del episodio solía sonar en distintos tonos en función de las necesidades dramáticas del momento. Coincidiendo con la primera adaptación a la gran pantalla, hubo una versión electrónica a cargo de de Adam Clayton y Larry Mullen (de U2) que la petó.
3.- Los directores y los actores: Una de las curiosidades de la saga cinematográfica es que, pese a que todas fueron éxitos incontestables (al menos de taquilla), ningún director ha repetido, lo que hace que cada una tenga personalidad propia. Por orden de intervención, tras las cámaras se han puesto Brian de Palma, John Woo, J.J. Abrams, Brad Bird y Christopher McQuarrie. Hay que decir que a todos (menos a Woo) se les ofreció repetir pero no pudieron por problemas de agenda o no quisieron. Casi lo mismo puede decirse de los guionistas. Por lo que respecta a los actores, salvo Tom Cruise y Ving Rhames (Pulp Fiction, Quentin Tarantino, 1994) ninguno de los protagonistas principales ha estado en todas las entregas. En los próximos títulos, la tendencia será a repetir protagonistas en plan 007.
4-. Misión Imposible (1996): Tras el rechazo de Sydney Pollack de dirigir la cinta, entró en escena Brian de Palma. El director de Los Intocables (1997) tenía tan claro lo que quería que llegó con las escenas de acción ya escritas y obligó a los guionistas a crear la trama en función de ellas. De la serie original, solo se mantenía el personaje del jefe, Jim Phelps -interpretado por John Voight- que, además de ser un traidor, moría. Así consiguió que ni Martin Landau ni Peter Graves quisieran aparecer y que Reza Badiyi (el que más episodios de la serie original dirigió) solo fuera un día al plató en calidad de asesor: saludó y se fue.
5-. Misión Imposible II (2000): Con el título de la secuela no se lo curraron mucho, pero sí a la hora de buscar director. Oliver Stone no estaba disponible así que le confiaron la misión a John Woo, que acaba de rodar Cara a cara (1997) y aún no había dilapidado la fama que había logrado con Una bala en la cabeza (1990) o The Killer (1989). Se le fue un poco la mano: su versión duraba 210 minutos y hubo que recortarla hasta 120, por eso el guión es tan confuso. Para acabar de complicarlo, hubo que eliminar muchas escenas de acción para que la clasificación R (adultos) se convirtiera en PG-13 (a partir de 13 años). Es España, lo más celebrado es su peculiar visión de la Semana Santa, que incluía falleras y tipos vestidos de San Fermín. Un must. Lo mejor: fue la primera vez que Metallica escribió una canción para una película (I Disappear), que fue la que ocasionó el famoso juicio entre la banda y Napster.
6.- Misión Imposible III (2006): Fue Tom Cruise el que se empeñó en que la dirigiera J.J. Abrams, al que no conocía de Perdidos sino de Alias (también se consideró a David Fincher entre otros) Se puede decir que tuvo una confianza ciega en él ya que nunca un director primerizo tuvo a su disposición 150 millones de dólares en su debut. Fue el rodaje más accidentado de todos. Cruise, empeñado en no usar dobles, se rompió un par de costillas; Maggie Q casi no lo cuenta ya que no sabía conducir y se estampó con su Lamborghini aunque por suerte no le pasó nada (al coche); Steve Scott -uno de los especialistas- casi se calcina y demandó a la productora. Poco les pasó teniendo en cuenta lo arriesgado de las escenas de acción.
7.- Misión Imposible: Protocolo fantasma (2011): J.J Abams estuvo a punto de repetir pero se embarcó en Super 8 y tuvo que declinar la oferta (se quedó de productor). Así, resulta curioso pensar que Brad Bird, el director de este festival de pirotecnia, es el mismo de Ratatouille (2007), Up (2009) o Los Increíbles (2004) -y de Tomorrowland, pero no se lo tengáis en cuenta-. No le fue mal: es la entrega más taquillera de la saga y la película de Tom Cruise que más dinero ha dado. El actor, además, se empeñó en que se curraran un poco más el título porque ya estaba harto de añadir numeritos a cada entrega. A Jeremy Renner -Hawkeye Los Vengadores- le ofrecieron un papel que ni siquiera estaba escrito ya que se pensó que sería la última aparición de Cruise y el tomaría el relevo. Al final no pudo ser. Hay tanto product placement de Apple que algunos lo consideran el anuncio más caro de la empresa de Cupertino (que ya pagó por salir en la primera entrega).
8.- Misión: Imposible - Nación Secreta (2015): Cruise quedó tan encantado con Jack Reacher (2012) que apostó por Christopher McQuarrie (además, guionista de la mítica Sospechosos Habituales), al que ya conocía también por el texto de Valkiria (2008). Habrá que esperar a verla, pero el éxito que ha cosechado se ha traducido en que ya se está preparando la sexta entrega (nunca se ha tomado la decisión tan rápido) y eso que se adelantó el estreno al verano para no coincidir con la última de 007 (Spectre) ni Star Wars VII - El despertar de la Fuerza. La película incluye una de las escenas más complicadas de la saga, la del protagonista agarrado a un avión: está protegido por una mampara de cristal y lleva unas lentillas especiales. La película, marca además, un rumbo en la saga: comienza justo donde acaba la anterior y todos los miembros de la Mission Impossible Force han aparecido en otras entregas. Además hay una alusión directa a la serie: la presencia de los malvados de ‘El sindicato'.
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