VALENCIA. El futuro de RTVV está condicionado por su pasado. En estos momentos, y pese a hallarse en proceso de liquidación, el ente público valenciano tiene pendiente una serie de pagos entre los que resaltan los gastos mensuales por derechos de emisión. La cifra total de expendios fijos, con los derechos incluidos, rondaría el millón de euros al mes, una cantidad que sí o sí la Generalitat debe desembolsar.
Entre las multinacionales a las que les debe pagar RTVV se encuentra el grupo estaodunidense Warner, a quien el Consell abona cada mes 268.000 euros por derechos de emisión de películas y series ya emitidas o por emitir. En la lista de acreedores fijos se encuentra también el holding Columbia Pictures Television, al cual RTVV, y por consiguiente el Consell, debe abonar otro 116.000 euros mensuales por el mismo concepto.
Se da la paradoja de que mientras no se derogue la ley del cierre de RTVV la cadena tiene prohibido emitir estos derechos. No son los únicos. También los hay de producciones singulares como la versión de Tirant Lo Blanc que rodó Vicente Aranda, por cuyos derechos de emisión para los próximos 15 años RTVV debió pagar este mes de julio 211.750 euros.
La coyuntura es poco menos que una pelea contra el reloj porque a cada día que pasa la Generalitat pierde dinero por no poder emitir estas producciones. Es, literalmente, dinero que se tira a la basura. En el caso de los derechos de Warner, RTVV paga 8.933 euros diarios; en el de Columbia, 3.866. En total, son más de 12.000 euros diarios que no rinden ni tienen ninguna utilidad.
Desde la Generalitat se intenta buscar una solución a esta encrucijada, si bien como apuntó este lunes el president de la Generalitat, Ximo Puig, la reapertura de RTVV está condicionada por un "marasmo legal enorme, producto de la gran irresponsabilidad que tuvo el PP con este proceso". Puig se manifestó en estos términos tras visitar la Delegación del Consell en Castellón, donde fue preguntado por los periodistas sobre la posibilidad de reabrir la radiotelevisión pública valenciana el próximo 9 d'Octubre. Al respecto, el jefe del Consell señaló que a él le gustaría, pero que "en estos momentos se está intentando desbrozar la situación legal" del ente y eso es "lo que más está frenando la reapertura".
Ese desbroce pasaría por la presentación de una proposición de ley que llevarían los dos grupos parlamentarios del Govern en les Corts, y que serviría para derogar la ley de cierre y paralizar la liquidación. Al ser una ley la norma que cerró el ente, la jurisprudencia obliga que sea otra ley la que la anule, de ahí que se haya descartado la promulgación de un decreto.
DAR SALIDA A LOS DERECHOS QUE SE PIERDEN
Una vez derogada la ley, la Generalitat quedaría liberada y podría volver a emitir. Esta solución permitiría dar al menos salida a estos derechos televisivos que actualmente se pierden y se podría completar una mínima programación con el extenso archivo de la cadena, que incluye series como L'Alqueria Blanca, documentales sobre diferentes aspectos de la vida pública valenciana y cultural, programas divulgativos, películas, etc... Con ello se pretende evitar que estos recursos se desperdicien, si bien la emisión de estos productos enlatados sería en modo de ‘emisión en pruebas' y no supondría en la práctica la reapertura del ente.
La reapertura como tal queda aún muy lejos ya que ni la economía de la administración valenciana ni la situación legal tras el acuerdo por el ERE de extinción, permiten un fácil acomodo en el ordenamiento jurídico. Lo que se puede avanzar es que se intentará aprovechar los contratos de derechos para hacer que este regreso sea lo antes posible y al menor coste.
Lo rocambolesco es que cuando el ex presidente Alberto Fabra anunció que cerraba la televisión decía que lo hacía para no gastar dinero público y que la televisión no fuera un coste que afectara al erario. Ahora, sin posibilidad técnica ni legal de emitir, RTVV sigue costando dinero a las arcas públicas de manera estéril. "Se puede cerrar para no gastar dinero, pero si hay un plan", comenta una fuente consultada. En este caso es evidente que nunca se tuvo un plan definido. Ni bueno, ni malo; no lo hubo.
Sin conocer todo esto y más cosas que saldran ya me parecía un cierre lleno de porqueria, esto me ratifica en que en el cierre fallido de Canal 9 , ha delitos y culpables. Que actue la justicia. Y los que estaban dentro y conocen todos estos lios, que denuncien, que es su deber.
Dentro de unos meses nadie se acordará de quién era Fabra. Dice un artículo estos días de él que fue "como la mierda de pavo, que ni huele ni mancha". Imposible describirlo mejor.
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