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VALENCIA. Sirvan estas primeras líneas para reiterar mi agradecimiento a la Asociación de Pequeños Accionistas del Valencia Club de Futbol (APAVCF). Gracias a su acción, a diferencia de otros, hemos podido tener acceso a un material fabuloso de información que poco a poco los acontecimientos van poniéndole luz...

Así, dos conjuntos de informaciones diferenciadas han centrado mi atención. Por un lado, las referentes a la pignoración de las acciones del Valencia CF SAD previamente suscritas por la Fundación VCF para dar garantía al 'megacrédito' de 75 millones de euros concedido por Bancaja (esta semana nos enteramos de que Bancaja ya ofrece nuevo crédito a la clientela como demanda la sociedad, ¡por fin el crédito vuelve a fluir!); y por otro, a la recolocación de las acciones en busca de la prometida democratización entre los diferentes grupos interesados.

En relación a este último punto, resulta de gran interés el informe presentado por el presidente de la Fundación VCF, el señor Piles, al Protectorado y Registro de Fundaciones de la Comunidad Valenciana, a petición de esta misma institución, "relativo a los términos generales inicialmente previstos para el plan de pago del crédito concedido el 26 de agosto de 2009 a la fundación por la entidad financiera Bancaja".

Es evidente que el gran objetivo de Llorente y Piles (y algún otro que no podemos comentar por ahora) era, y ahora sabemos que es, apropiarse del Valencia CF SAD, pero sin poner ni un solo euro. ¿El primer paso? el 'megacrédito' soportado por todos los valencianos a través del Instituto Valenciano de Finanzas. Dos pájaros de un tiro: ampliación de capital para expulsar a los antiguos dueños (quizá no había otra fórmula) y toma de control impropia del club (72,57%).

¿El segundo paso? mantener el control del club. Valorado en un 30% del capital. Para ello: recolocar un 42,57%. Pero también dos pájaros de un tiro: control absoluto del Valencia CF SAD y democratización. Los números ya los tienen: 15.416 abonados no accionistas, 7.849 accionistas con menos de 11 acciones y 5.992 personas en lista de espera para tener abono en el nuevo campo. Todos a pasar por caja.

Democratización a lo Piles. Quizá no entendimos en su día el significado subyacente del término democratizar. Piles y Llorente (y el otro), sí. Es fácil de entender. Qué más nos da tener el 72,57% del Valencia CF SAD que el 30%. Con este último porcentaje sigo siendo el dueño absoluto de todas las decisiones del club.

Les pongo un ejemplo: Emilio Botín es el dueño del Banco Santander (¿hay alguien que lo dude?). Pues bien, tiene menos del 1% de su capital. Esa es la realidad en las grandes sociedades anónimas y el Valencia SAD no es una excepción.

¡A democratizar! Piles y Llorente quieren entregar el club a los aficionados, pero no para democratizar, sino para reducir un crédito que se los come. Lo hemos visto esta semana. Seis millones más de euros para cubrir intereses del crédito inicial. Es como una bola de nieve que empieza a caer por la montaña.

Por eso estoy seguro de que habrá venta de acciones. Necesitan nuestro dinero para pagar el crédito y sus correspondientes intereses. ¿Se imaginan que no les compráramos ni una sola acción, que no fuéramos cooperador necesario en esta farsa? ¿Qué harían los patronos? ¿Pondrían ellos la pasta?. ¿Pedirían otros 6 millones de crédito para tapar otro crédito? ¿correrían ese riesgo contra su patrimonio personal?

Igual deberíamos forzar la ejecución de la garantía. Seguro que el IVF o Bancaja (no creo que le quepa esta sociedad en su política industrial marcada por el tándem Cibeles-Rato) venderían el 100% de las acciones en propiedad de la Fundación VCF en una oferta pública transparente con intervención de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

Estos personajes piensan vendernos la necesidad de acudir a la ansiada democratización (y de paso ofrecernos unos míseros caramelitos en forma de beneficios sociales por ser accionistas), cuando la realidad es que solamente necesitan dinero para perpetuarse en sus pedestales.

Desgraciadamente, este es el tipo de vanagloriados gestores que la sociedad valenciana protege de una u otra forma. Está en nuestras manos cambiar el destino del club. Y el primer paso hay que darlo en la Junta del 20-N.

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(Para consultar los artículos publicados de El Broker Enmascarado pinchar aquí)