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MADRID (EP).  Desde su primer pase, en el último Festival de Cannes, la última producción de los estudios Pixar cuenta sus críticas por alabanzas. Del revés (curioso título teniendo en cuenta que el original es Inside Out) podría no ser la película de animación más taquillera del verano -compite nada menos que con Los Minions y Pixels, de próximo estreno- pero ninguna ha despertado tanto entusiasmo entre la crítica especializada.

El argumento no podría ser más original: cuenta la historia de una niña, Riley, que nace en el seno de una familia feliz y que, con 11 años, tiene que cambiar de ciudad porque a su padre le han cambiado de destino. Hasta aquí, nada del otro jueves. La originalidad reside en que los protagonista de la película no son la pequeña y su familia, sino las emociones que viven en su cerebro: alegría, tristeza, miedo, asco... 

Durante la presentación de la película en España, el director Pete Docter y el productor Jonas Rivera -el tándem detrás de éxitos como UP- coincidieron en señalar que "el mundo del cine ya ve la animación como un medio y no como un género".

Para Rivera, su presencia en festivales y la aceptación que tuvo en la crítica supone un "honor" y a ello se suma un hecho: "El público siente lo mismo, vemos que los adultos la aceptan, siempre hay lugar para que vayamos creciendo".

Según explicó Docter, ganador de sendos Oscar con Monstruos S.A. y Up, la idea llegó a su mente cuando observó como su hija cambió mucho y pasó de ser una niña divertida a ser alguien "reservado", un proceso biológico natural que, tal y como ha indicado, "todo el mundo entiende". Bueno, a lo major también contribuyó en la idea original del cortometraje Cerebro dividido (2013) de Josiah Haworth, Joon Shik y Joon Soo Song, con el que guarda un curioso parecido.

"Todos han pasado por eso, se sienten identificados. Queremos hablar de nuestras experiencias personales para que los demás se sientan identificados", señaló.

TODO EL MUNDO SE IDENTIFICA

Por su parte, Riviera añadió que él fue la primera persona a quien Docter transmitió la idea de la cinta y su primera impresión fue que todo el mundo se iba a sentir identificado. Según explicó, mientras que otras películas hablan de monstruos, superhéroes o robots, esta habla del público.

Conscientes de que Del revés está destinada tanto a niños como a adultos, Docter ha señalado que en el proceso de creación trabajan habitualmente "por capas", por lo que piensan tanto en el "humor más físico" como en los "chistes más intelectuales". Eso sí, ya precisó durante la presentación en Cannes que habían intentado simplificar los chistes "para que los adultos pudieran entenderla".

A su juicio, lo más importante de la animación es la posibilidad de crear personajes como una "exageración y una caricatura", como si se hubiera "subido el volumen a la vida real", algo que cuando se ve en acción real puede no encajar pero que "la animación acepta".

Rivera agregó que con la animación se logra un equilibrio mejor que con la acción real y permite mostrar la ira, por ejemplo, de una manera más viva y directa.

"Si hubiéramos hecho Up con acción real la gente igual no hubiera respondido igual, quizás la habrían visto como una película muy pastelona. Pero al verla como una película de animación todo se acepta", añadió.