VALENCIA. Loulogio tiene muy claro qué sería de él si Internet no se hubiera cruzado en su vida: "estaría dibujando, seguro". Este humorista ex dibujante, ex profesor de dibujo y ex estudiante de Bellas Artes, fue uno de los primeros youtubers (y uno de los pocos de gran éxito en España dentro de este canal) y ha derivado sus vídeos de humor casi espontáneo, doblando escenas de westerns o de la Teletienda, hasta una carrera creciente como cómico en la que, ahora, se rodea de otros fenómenos del humor en Internet para llevar la risa hasta los teatros.
Aunque no es precisamente su estreno sobre las tablas, Loulogio ha reunido en La noche más night (Sábado 11 de julio, 22:30h. Espai Rambleta) a algunos de los creadores más interesantes en ese extraño camino que cruza YouTube y se adentra en una especie de late night shows televisivos pero en los teatros. Loulogio, Haciendo la mierda, Los Martínez, Enzo Vicaíno y Tomas Fuentes, con el apoyo de los audiovisuales de Kion, serán este sábado en Rambleta La Noche Más Night.
Con este motivo aprovechamos para charlar con el hombre al frente del equipo, colaborador de Buenafuente desde que abrió nueva etapa de shows nocturnos con 'En el aire' e incansable creador de piezas (creador de clásicos atemporales de YouTube en España como La batamanta, Pajilleitor Evolution o Flanagan) como la que sirve para promocionar esta obra.
-¿Has abandonado por completo el dibujo?
-Sí. La verdad es que cuando todo esto empezó estaba en un buen momento. Además de dar clases había empezado a publicar algunos álbumes, a tener algún contrato con editoriales... pero cuando te metes en estos saraos tan grandes la dedicación es 100%. También reconozco incluso que lo he abandonado como lector. Ahora dedico prácticamente todo el tiempo a formarme, a ver a buenos cómicos, a trabajar con referentes.
-A nivel nacional o internacional, ¿quién te ha sorprendido más durante los últimos años?
-Pues me quedaría con Louis CK y su serie y en España, a través de YouTube, con David Suárez que además de ser un chico súper joven es alguien con mucha madera.
-Parece que todo lo que sucede en Internet, el espacio con millones de visitas de los youtubers de humor, tiene muy marcado su target.
-Desde fuera se nos ve así, como un grupo algo ajeno y endogámico. Precisamente con propuestas como La Noche Más Night queremos romper con eso. Nuestra forma de ver el humor es para que cualquierase pueda reir. YouTube es un canal muy particular, que seguramente desaparecerá o no, pero no tiene nada que ver con los amantes de la comedia en general. Por eso hacemos teatro y, de hecho, mi objetivo personal y profesional es desde hace tiempo hacer toda la comedia posible para un gran público.
-Es cierto que YouTube o la forma en la que consumimos ahora vídeos no esté ahí o así para siempre. ¿Has pensado en ello?
-Es muy posible que solo sea una plataforma de paso y no lo digo únicamente en un sentido tecnológico. Lo importante es lo que hay detrás, los códigos y el humor. En su día Arévalo era el que más gustaba en España o lo mismo sucedía con las películas de Pajares y Esteso. Es una cuestión de la importancia del canal y de como éste genera tendencias. Como me dijo recientemente Godoy, al final siempre queda quien tiene arte. Los que no tengan nada detrás... desaparecerán.
-Está tu faceta como youtuber (desde 2006, cuando apenas YouTube tenía un año), ahora como colaborador televisivo y también en el teatro. Cuando planteas una idea, una escena, ¿los tratamientos son totalmente distintos para estos tres canales? ¿Qué los conecta?
-Los conecta un estilo de entretenimiento. Lo que hay es un humor más clásico, otro más atrevido, un posthumor. El medio solo es el canal que al receptor X le puede hacer más gracia, pero lo que resalta es un estilo de humor que tiene sus propios códigos. Es una cuestión de estilo.
-Y para el caso de La Noche Más Night te has rodeado de creadores al límite en YouTube, gente con un humor peculiar. ¿Cómo surge esta troupe?
-La gente que hay en el show es gente que me rodea, con la que me he ido encontrando en shows televisivos, en teatros... un día pensamos en hacer algo juntos y así, con Los Martínez que le dan ese aspecto tan importante como el musical, Haciendo la mierda, que son creadores de piezas maravillosas en YouTube, con un talento desbordante, Enzo Vizcaíno que es el chico maravilla y nos atrae a muchas mujeres y los guiones de Tomás Fuentes, hemos creado este espectáculo.
-A veces existe la sensación de que el salto de los que habéis nacido en Internet hasta el teatro surge por una cuestión de monetización de vuestro trabajo, como plataforma económica.
-No creas. Somos muchos. Si quisiera ganar dinero vendería móviles o haría de webcammer sexy. Estamos sembrando, labrando un futuro con lo que nos gusta hacer. La idea es crear una forma de hacer humor que perdure y aprender por el camino.
-Durante las últimas semanas y en un sentido que trasciende al cómico o a su contexto profesional se ha hablado mucho del humor negro, de los límites, y es algo presente en buena parte de lo que hacéis los que estáis este sábado en la Rambleta. ¿Qué papel juega Internet en estas expresiones y qué opinión te ha generado el 'caso Zapata'?
-Creo que cuando uno, profesionalmente, no tiene jefe... acaba siendo más transgresor de lo que es. No hay que rendir cuentas a nadie. En mi caso, el límite es que nunca una broma sea gratuita o de mal gusto. El límite está justificado si hace gracia, pero sobre todo si, como explicó Ricky Gervais [uno de sus cómicos de referencia] en un monólogo está claro quién es el emisor, quién es el receptor y lo que allí está sucediendo es comedia. Gervais lo explicaba estupendamente: puedo hacer una broma que derive en niños muertos. ¿Esto quiere decir que nos guste que los niños mueran? No, pero existe una complicidad, un lenguaje y un contexto para entenderlo. Y con respecto al 'caso Zapata'... es algo que a mí me puede pasar y hay que ser consciente que es lo que tiene Internet: todo queda y todo puede ser rescatado. Solo añadiría que con el tiempo me he dado cuenta de que no hace falta ir todo el día de transgresor.
-¿Qué no te gusta de un cómico?
-No me gusta que den lecciones.
-¿Y que se rían de sí mismos?
-He descubierto que para mí, al final, los que empiezan el monólogo riéndose o hablando de sí mismos, son los que más me llaman la atención.
-En uno de tus últimos vídeos en tu canal de YouTube, una promoción para una marca de whisky, todo el vídeo está plagado de autoparodias... ¡y aun así es una promoción comercial! ¿Crees que la televisión ha desperdiciado algunas décadas evitando el humor de la autoparodia, tratando de ser perfecta y ejemplarizante?
-Lo que no me gusta es que, en ese sentido, acaben dando lecciones. Yo me meto muchos palos en mis vídeos porque luego también doy. Y tiene mucho que ver con ser uno mismo porque todos tenemos cosas criticables que son muy graciosas.
-En poco más de un mes uno de tus vídeos más míticos, Flanagan, cumplirá cinco años. ¿Cómo ves ese vídeo? ¿Qué sensaciones te genera?
-Me hace mucha gracia. Es de los más surrealistas de la época... de la época 'Lou hace gamberradas'. Pero, qué quieres que te diga: es raro esto de la comedia. Vas encontrándote profesionales del medio, aprendiendo y dándote realmente cuenta de que hay mucho que hacer para hacer buen humor. Dentro de unos años, de hecho, lo único que espero de mí es hacer buen humor, me de eso más o menos dinero.
-A veces da la sensación e que te has volcado totalmente en el aprendizaje durante estos años y que no hay límites de tiempo entre vida personal y profesional, que estás en constante formación e investigación. ¿Es así?
-Estoy todo el día con esto. No pienso en otra cosa. Estoy siempre con gente del mundillo y es para hablar y hablar y darle más vueltas a esto. Y esto es tan misterioso... me sigue pareciendo un misterio que alguien pague una entrada para reirse. Todavía me inquieta.
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