MADRID. Michel (Christian Clavier) es un fanático del jazz que un día encuentra un exclusivo álbum en un mercadillo. A partir de ese momento, solo tiene un deseo: llegar a casa y tener una hora sin preocupaciones ni responsabilidades para disfrutar de su nueva adquisición. Pero el mundo no está por la labor de concedérselo. Su esposa le hace una confesión inesperada, su desorientado hijo y uno de sus amigos requieren su atención, su madre no deja de llamar...
Este es el punto de partida de No Molestar, la última película del francés Patrice Leconte (El marido de la peluquera, Díos Mío, ¿pero qué hemos hecho?) y que este viernes llega a las pantallas españolas. El reparto de este último gran éxito del cine francés incluye a la ex chica Bond Carole Bouquet (Ese oscuro objeto del deseo), Valérie Bonneton (Pequeñas mentiras sin importancia), Stéphane De Groodt (Astérix en los Juegos Olímpicos) y a la española Rossy de Palma.
En la película, la ex chica Almodóvar interpreta a la asistenta española de la casa, inmersa en un verdadero frenesí, entre la madre que oculta un secreto, el hijo desorientado y activista, y la fiesta de vecinos que se está gestando. "María", explicó, "es la única que tiene sentido común en esa casa de locos, ella pone esa cordura. "Desde que leí el guión sabía que iba a farfullar mucho en español. Me he divertido mucho", añadió.
Casualmente también su papel en Silencio, la nueva película de Almodóvar, será el de una sirvienta, "una señora gallega muy arisca, cerrada y antipática", describe la intérprete, que no trabajaba con el manchego desde el cameo de Los abrazos rotos (2009).
"Estoy encantada con el personaje, tiene una metamorfosis física importante que me gusta mucho. Disfruto mucho con Pedro, él está muy contento de lo que ha visto que hemos rodado y eso me llena de satisfacción", añadió.
Esa metamorfosis le ayuda, explicó, a conseguir lo que más le gusta de la interpretación, "desaparecer" en los personajes. "Soy una persona muy racional, pero todo lo artístico me gusta hacerlo desde lo instintivo y el inconsciente". "Es una cosa un poco mística, yo creo en eso de que el personaje se te aparece. Yo le presto el recipiente, la voz, pero el personaje me manipula a mi más que yo inventarme al personaje. No busco controlar sino desaparecer", aseguró.
REGRESO A LA COMEDIA
La cinta marca el regreso a la comedia de Leconte. Según explicó "desde hace unos años hay en Francia comedias muy logradas. Los productores, cuyo objetivo es obtener beneficios, se han dado cuenta de que constituyen un filón y se han lanzado a producirlas. De todas formas, a España solo llegan las mejores, no las pequeñas comedias estúpidas y de mala calidad que también hay. Estas últimas se quedan en casa".
La película transcurre en tiempo real. Como explicó el cineasta, "el decorado único, el piso, todo el complejo con el descansillo, las escaleras y todo el escenario nos permitía, a grosso modo, rodar de manera cronológica. Resulta muy agradable porque no es la manera en que se puede rodar habitualmente. El rodaje era rápido. Me gusta cuando las cosas van rápidas porque hay energía, ritmo, tempo".
No molestar, inspirada en una obra de teatro, llega a los cines españoles después de haber seducido a más de un millón de espectadores en Francia. El director de La viuda de Saint-Pierre la describe como "una comedia anclada en la realidad contemporánea", y "un retrato de una sociedad egoísta que va a toda velocidad" y que nos impide interesarnos por los demás.
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