VALENCIA. Jaguar y el RAF Wing Commander de las Fuerzas Aéreas Británicas, Andy Green, actualmente en posesión del récord mundial de velocidad terrestre, llevaron a cabo pruebas esenciales de despliegue de paracaídas a alta velocidad como parte del continuo apoyo técnico brindado por la firma británica a esta singular y excepcional aventura de ingeniería: diseñar un automóvil capaz de recorrer 1,6 km en tan solo 3,6 segundos.
El vehículo está propulsado por un cohete adosado a un motor a reacción y pretende batir el actual record de 1.227,98 km/h antes de intentar alcanzar los 1.610 km/h, que equivalen a 1.000 millas la hora. Cuenta con múltiples sistemas de frenado, incluyendo frenos de aire (‘puertas' montadas en el lateral del vehículo que se abren para aumentar el arrastre aerodinámico) y frenos de disco (que se emplean al reducir la velocidad a partir de los 322 km/h). Además, el piloto dispone de dos paracaídas de reserva para tener la certeza de que el vehículo, con una potencia de 135.000 thp (turbo de alta presión), reducirá la velocidad antes de llegar al final de la pista de 19,3 km (12 millas) situada en Hakskeen Pan, Sudáfrica.
A la hora de batir un record, ser capaz de detenerse, con rapidez y de forma controlada, es tan importante como la alta velocidad alcanzada. Tras la primera carrera, Andy deberá parar el Bloodhound SSC exactamente delante del equipo técnico, que estará esperando para preparar el vehículo para la carrera de regreso en la dirección opuesta, debiendo realizar esta operación en el plazo máximo de una hora. Cuando en 1997 se intentó batir el récord de velocidad, el equipo del Thrust SSC no logró su objetivo por menos de 1 minuto ya que se empleó demasiado tiempo en el cambio de dirección.
Para probar este sistema antes de que el vehículo realice su primera carrera, Jaguar, uno de los socios técnicos del proyecto, lo instaló en un F-TYPE R Coupé y condujo el automóvil por una antigua pista militar a más de 290 km/h antes de abrir el paracaídas.
Green, que fue el encargado de pilotar el automóvil durante la prueba, comentó: "El Bloodhound SSC está equipado con frenos de aire y paracaídas para proporcionar una potencia de frenado garantizada en todas las condiciones. Ambos sistemas son esenciales para la seguridad y resulta imprescindible probar cada uno de ellos para tener la certeza de que funcionarán sin problemas siempre que sea necesario."
"Poder validar los sistemas de paracaídas de un modo seguro y controlado utilizando un Jaguar F-TYPE de alto rendimiento nos da una gran confianza, tanto a mí como al equipo de ingenieros del Bloodhound."
La prueba se efectuó en la antigua base de las Fuerzas Aéreas Británicas en Bentwaters, Suffolk, y para la misma se utilizó un F-TYPE R Coupé con una luna trasera modificada y soportes estructurales a través de los cuales se montaron directamente en el chasis del vehículo los exclusivos paquetes en forma de lágrima de los paracaídas del Bloodhound.
Green abrió el paracaídas por medio de un botón instalado en el habitáculo, sometiendo al instante el F-TYPE a una fuerza de arrastre equivalente a una tonelada, lo que le permitió reducir de forma drástica la velocidad del automóvil antes de detenerlo de forma controlada.
La estabilidad del F-TYPE Coupé y su capacidad dinámica, alcanzará los 97 km/h en tan solo 3,9 segundos con una velocidad máxima limitada a los 299 km/h, permitieron completar de forma satisfactoria una prueba de vital importancia para el equipo del Bloodhound SSC y el SES (especialista en paracaídas del Bloodhound) a la hora de validar la secuencia del despliegue de una forma segura y controlada sin utilizar el vehículo supersónico como tal.
Esta es la segunda prueba que Jaguar ha llevado a cabo para el proyecto tras la realización, el año pasado, de una prueba de comunicaciones con un All-Wheel Drive F-TYPE R Coupé en Sudáfrica. Gracias a ella también se ha validado el diseño del paracaídas drogue: un pequeño paracaídas accionado por resorte que despliega, infla y tira hacia fuera el paracaídas principal.
Peter French, Chief Engineer for Powertrain Systems de Jaguar Land Rover, declaró: "El motor 5.0 V8 sobrealimentado de 550 CV incorporado en el Jaguar F-TYPE R Coupé alimentará la bomba del oxidante del motor cohete del Bloodhound SSC, lo cual constituye una propuesta muy emocionante para Jaguar, que sigue apoyando el intento de batir el récord mundial de velocidad terrestre."
"El Proyecto Bloodhound ilustra de un modo atrevido, sugerente y sorprendente la tecnología de ingeniería de vanguardia. Hoy Andy ha realizado una labor excelente al volante del F-TYPE y esperamos con ilusión seguir brindándoles a él y al equipo nuestro apoyo en tierra cuando el Bloodhound SSC se disponga a realizar su primera prueba próximamente este mismo año."
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