MADRID. La reconocida empresa de asesoramiento financiero independiente PROFIM vuelve a su cita mensual con los lectores de Valencia Plaza para ofrecer su recomendación sobre los fondos de inversión, que mes tras mes -a la vista de los datos de la patronal Inverco- siguen reflejando el gran interés que despiertan hoy en día en una coyuntura de bajísimos tipos de interés.
Finalizamos la primera mitad del ejercicio con una sensación agridulce. Tras un espectacular primer trimestre -ya avisábamos de que difícilmente los precios iban a mantener la misma tendencia alcista durante todo el ejercicio- durante el segundo cuarto de este semestre no habido un activo (renta variable, renta fija, divisas, materias primas, etc.) que no haya experimentado un retroceso en sus valoraciones, mermando considerablemente lo acumulado hasta el momento.
Como indicábamos en nuestro comentario del pasado mes, los más perjudicados, porque el margen de recuperación es casi nulo, son los fondos de renta fija de medio y largo plazo. Los tipos de interés de la deuda están en niveles cercanos a cero o incluso en negativo en las principales economías del mundo. No existe, por tanto, margen para que sigan cayendo pese a las políticas monetarias súper expansivas que vienen aplicando los principales bancos centrales del mundo. Al contrario.
Como hemos observado durante los meses de mayo y junio, cualquier indicio de debilidad económica (Estados Unidos o Japón), de ruptura de la estabilidad financiera (problema griego en la zona euro) o de inestabilidad política (Reino Unido, España...) provocan incrementos de las primas de riesgo exigidas y, en consecuencia, un aumento de los tipos de interés ofrecidos en las nuevas emisiones de deuda pública y una caída de los precios de los bonos y de los valores liquidativos de los fondos especializados en estos activos.
En renta variable también se ha producido una corrección de cierta envergadura, pero, a diferencia de lo que pueda suceder en renta fija, sí pensamos que hay margen de recuperación durante los próximos meses tanto para los mercados norteamericanos como los europeos y, en menor medida, para los emergentes.
Ante este panorama, la estrategia que sugerimos para el corto/medio plazo pasaría por:
Reducir el peso y la propia direccionalidad de las inversiones en fondos de renta fija (apostar por fondos que naveguen contra corriente).
Contar, momentáneamente, con liquidez. Puede que su rentabilidad esperada sea baja, pero su presencia obedece a dos objetivos: reducir riesgos y, en paralelo, tener 'munición' para aprovechar oportunidades futuras de inversión.
Apoyarnos, cada vez más, en mixtos flexibles, pero cuya estructura sea, fundamentalmente, liquidez más bolsa.
A pesar del viento en popa y a toda vela, sugerimos -dentro de las inversiones en mercados de renta variable- ser algo más prudentes pues las valoraciones, en el caso de muchas compañías de uno y otro lado del Atlántico, están bastante ajustadas.
Con el fin de adaptar nuestras carteras a estas recomendaciones, en el perfil conservador vamos a reducir la inversión en fondos mixtos con el fin de dar entrada a dos productos de retorno absoluto, cuyo rendimiento no va a ser muy elevado, pero que, por la flexibilidad aplicada en su gestión, van a contribuir a dar una mayor estabilidad a la cartera. Los productos seleccionados son Threadneedle Credit Opportunities y BNY Mellon Absolute Return.
El primero de ellos es un fondo de retorno absoluto que invierte en activos de crédito (renta fija corporativa) emitidos en euros, con calificación crediticia tanto 'investment grade' (superior a 'BBB') como 'high yield' (inferior a 'BBB'). Su objetivo es generar una rentabilidad positiva (Euribor a un mes + 350 puntos básicos) en un periodo consecutivo de 18 a 24 meses, bajo cualquier condición de mercado, sin que ello suponga ninguna garantía de revalorización.
El fondo puede invertir, de forma flexible, en diferentes estrategias, que el equipo gestor va adaptando en función de las condiciones de mercado. Actualmente, por su apuesta en 'high yield', la cartera del fondo tiene un rating medio de 'BB+' y una duración de 1,12 años. El fondo puede llegar a ponerse corto de duración, aunque para el conjunto de la cartera su duración (aunque baja) será positiva. Por otro lado, casi la totalidad del fondo está en euros; y si hubiera exposición a otra divisa, ésta quedará cubierta.
Por su parte, BNY Mellon Absolute Return, con una filosofía de retorno absoluto, ofrece a los inversores una exposición global y diversificada al universo de la renta fija. Persigue un objetivo de rentabilidad anual de Euribor a 3 meses + 3%, en periodos de 3 años y, al mismo tiempo, un rendimiento positivo en periodos de 12 meses.
Gestionado por Insight Investments -una de las 'boutiques' de BNY Mellon, especializada, entre otros activos, en estrategias de retorno absoluto-, el fondo trata de aprovechar las fuentes potenciales de rentabilidad en los mercados globales de renta fija de una manera flexible, y a través de un enfoque multi-estrategia. Puede adoptar posiciones largas y cortas en deuda pública y privada de todo el mundo, incluyendo también países emergentes. El objetivo es generar un rendimiento a través de la gestión estratégica de tipos de interés, tipos de cambio, inflación y selección de crédito.
Actualmente, el fondo está posicionado, sobre todo, en los mercados de Reino Unido, Francia, Países Bajos y Estados Unidos. Tiene posiciones cortas en bonos de Gobierno y en crédito mantienen una ligera sobreponderación en ABS y se muestran muy cautelosos con el 'high yield'. Un 37,5% del patrimonio está ahora mismo en liquidez, siendo la duración media de la cartera de 1,72 años. Con respecto a las divisas, hay una sobreponderación en dólares con respecto a otras monedas.
En la cartera de perfil agresivo, optamos por deshacer la posición mantenida en renta variable española (el problema griego y los resultados del proceso electoral celebrado el pasado mayo han incrementado la volatilidad en nuestra bolsa) y damos entrada a un nuevo fondo de renta variable global: Robeco Global Premium Equities.
Se trata de un fondo ampliamente diversificado tanto por países como por sectores y empresas. La política de inversión del fondo se centra en acciones de compañías, con distintas capitalizaciones, que se consideran que están cotizando de manera temporal por debajo de su valor. Esa infravaloración suele estar ocasionada por factores de corto plazo, lo cual se traduce en un potencial interesante de revalorización a largo.
ENFOQUE VALOR
La gestión de Robeco BP Global Premium Equities está a cargo de Robeco Boston Partners. Esta filial, propiedad total de Robeco EE UU, se especializa en la inversión en renta variable con enfoque 'valor'. Las empresas seleccionadas deben presentar buenos fundamentales. Se utilizan modelos cuidadosamente desarrollados para elegir las acciones con las mejores perspectivas. Las empresas son sometidas nuevamente a un estricto screening individual a través de conversaciones y evaluaciones de los datos empresariales.
A cierre de abril de 2015, el fondo estaba invertido un 51,3% estaba en renta variable norteamericana; un 28%, en Europa; un 7,7% en Japón y el resto en emergentes. Por sectores priman las empresas de finanzas, bienes de consumo discrecional, salud, tecnología de la información, industriales y materiales (por este orden).
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