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VALENCIA. La idea de que la crisis es una tabla de experimentación para recuperar consciencia de los recursos disponibles parece más que probada con la tendencia sleep on boat. No existe una web de referencia ni una página en Facebook (salvo la de una empresa privada) que aliente a viajeros de todo el mundo a esta práctica concreta, pero basta con atraversar los comentarios de los barcos amarrados en la Comunitat Valenciana y con 'perfil' en AirBNB para saber que familias, parejas y singles están empezando a coger la salina costumbre de hospedarse en los barcos del puerto del correspondiente destino.

Más allá de la multa impuesta por el Ayuntamiento de Barcelona (30.000 euros y amenaza de no reincidencia, elevada a otros tribunales en busca de una solución final que genera jurisprudencia), lo cierto es que AirBNB sigue conectando a particulares en todo el mundo para que alquilen sus casas o habitaciones. Y, aunque tampoco es que haya una gran cantidad de propietarios, en los puertos de la Comunitat Valenciana hay auténticas viviendas flotantes a la espera de un uso más habitual cuyos propietarios deciden ponerla a disposición de todos aquellos que lo deseen -y paguen- con tal de sobrellevar mejor los no pocos gastos de mantener una embarcación a flote.

Muy habitual en ciudades con canales como puede ser Amsterdam, en Holanda, o Londres, en Reino Unido, las casas flotantes son menos comunes en Valencia, aunque en los puertos deportivos, de Port Saplaya a Santa Pola, por ejemplo, hay algunos intrépidos anónimos que viven allí todo el año. El Mediterráneo es un mar muy tranquilo y cálido, así que el turista internacional se siente atraido por hacer noche en estas camas flotantes con servicios sorprendentes y cuyos precios compiten deliberadamente con los de la buena oferta hotelera de las zonas. Una competencia que también sufren las empresas de alquiler de yates y barcos por días, aunque algunas de ellas han empezado a utilizar AirBNB como plataforma para su difusión.

SIETE OPCIONES PARA DORMIR FLOTANDO EN VALENCIA Y ALICANTE

EL NOVÍSIMO (VALENCIA)

Con 12 metros de eslora, este barco es el más nuevo de toda la oferta y está en unas condiciones inmejorables. Tan solo cuesta 75 euros la noche (para dos personas; se entra a las 15 horas y se sale a las 11 del día siguiente), tiene tres dormitorios, cuatro camas y un baño. Si hay más huespedes, 25 euros más per cápita. Tiene parking, calefacción, cocina, y unos gastos de limpieza a su salida de 40 euros. Sus propietarios lo han equipado tanto que uno no ha de preocuparse ni por el secador del pelo ni por los cafés que se quiera tomar. Una auténtica oferta hotelera en mitad de la Marina Real Juan Carlos I.

LA SUITE (VALENCIA)

Una suite acomodada y tranquila se encuentra en el corazón de este barco. Con vistas sin interrupción al mar, su terraza se muestra también como una de sus principales virtudes, además del precio. Cuatro personas pueden alojarse y dormir (con un baño en el barco) por 144 euros la noche. Televisión, wifi, cocina equipada de nuevo en Valencia. La ventaja extra: su propietario entiende que, si vienen unos amigos a comer o cenar un día no hay que pagar ningún suplemento. 

PARA PAREJAS DE AMIGOS (VALENCIA)

El Margret RE es un barco de 46 pies ideal para compartir entre parejas. Con capacidad para seis huéspedes, su comedor central (tiene cuatro habitaciones) también sirve de área de reunión. Aunque exige un depósito de 500 euros, su precio por noche es de 200 euros. Un barco joven (de 2005) y que tampoco se priva de una cocina equipada y buenas evaluaciones de sus visitantes.

FINES DE SEMANA EN MULTITUD SOBRE LAS OLAS (GANDIA)

El yate apartamento situado en la Playa de Gandia hace las delicias de los grupos de amigos y, quizá, las despedidas de soltero habituales en la capital de La Safor. Con base en el Real Club Naútico de Gandia, puede albergar hasta 10 huéspedes en sus 10 camas (120 euros el día), pero el precio incluye una serie de extras vinculados a la fiesta de la ciudad: cena con barra libre durante la misma en restaurante, entrada a discoteca, consumiciones en pub, etcétera. 

A diferencia del resto, éste sí ofrece salir al mar por 120 euros la hora (a compartir), con posibilidad de actividades como el banana boat o las motos de agua con otro coste añadido. 

ESTANCIAS MEMORABLES (ALICANTE)

El Azul de Cortés sube el listón de la propuesta. Es la única embarcación de más de 40 metros de eslora dedicada al alojamiento. Lo componen seis camarotes dobles (cada uno con un coste de 400 euros) y uno sencillo (200 euros). La cubierta es una joya, además de solarium, y cuenta con televisión por satélite, aire acondicionado, televisión y la suerte de estar estacionado en Real Club de Regatas de Alicante, pegado a la misma ciudad.

EL MÁS ASEQUIBLE (ALICANTE) 

Solo tiene 30 pies pero en el cabe de todo. Cocina completa, televisión y dos camas dobles (aunque ya advierten que algo pequeñas). Por 57 euros la noche hasta cuatro huéspedes pueden quedarse en la Marina de Alicante, con servicios adicionales como wifi o parking popio. Por su proximidad a la ciudad también es un alojamiento diferente y a tener en cuenta por aquellos adictos al 'sleep on boat'.