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MADRID (EP). ¿Se imagina alguien un mundo en el que los perros, cansados de sufrir, se rebelen contra la Humanidad? Ese día ha llegado en White God, una película que aterriza este viernes a la cartelera y que se alzó con el premio Un Certain Regard en el Festival de Cannes 2014. Esta producción húngara está dirigida por Kornel Mundruczó, nuevo en las carteleras españolas, y narra la historia de un apocalipsis distinto al que suele aparecer en el cine. En esta ocasión, el fin de la humanidad llega por una rebelión de los perros contra el hombre.

La cinta parte de la premisa de  que se aprueba una nueva ley impuesta que da preferencia a los perros de raza, y que obliga a los propietarios de los perros mestizos a pagar un cuantioso impuesto. Muchos dueños de perros mestizos se ven incapaces para pagar el tributo. La situación se desborda y los refugios caninos no dan a basto con la llegada en masa de nuevos canes abandonados.

La historia tiene como protagonistas a Lili (Zsófia Psotta), una chica de 13 años, que lucha por mantener a su lado a su perro Hagen, un mestizo. Un buen día, el padre de Lili lo suelta en la calle y Hagen luchará por sobrevivir. La revolución canina se desata y Lili, será la única que pueda detener la guerra entre el hombre y el perro.

FINAL FELIZ... FUERA DE LAS PANTALLAS

En White God participaron más más de 200 perros, según afirmó el propio Mundruczó en una entrevista. "No hace falta decirlo, trabajar con perros es una experiencia fascinante. Al ver 200 perros correr junto a seres humanos, me sorprendió la belleza de ambas razas, una junto a otra".

Antes de comenzar a rodar, algunos entrenadores de perros le dijeron al director que sería imposible rodar la película si lo hacía con perros mestizos. Por su parte, Mundruczó se mantuvo firme en su decisión ya que eso habría supuesto la antítesis del film.

Después del rodaje, se puso en marcha un programa de adopciones en hungría para no permitir que ninguno de estos peludos se quedase otra vez sin hogar.