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VALENCIA. "Buenos días. Me gustaría hablar con el redactor jefe (...) ¿Ocupado? Va a estarlo mucho más a partir de este momento (...) Escúcheme con atención. Me llamo Darío Guzmán y acabo de secuestrar a los miembros de una Comisión Judicial cuando se disponían a desahuciarme de mi casa situada en la avenida de las Acacias nº169. ¿Ha tomado nota? (...) Bien. Estén atentos a su correo, voy a mandarles una foto reciente de los cuatro secuestrados y la lista con las reivindicaciones que exijo sean atendidas para ponerlos en libertad. (...) Muy amable, señorita".

El parlamento del protagonista de La comisión llega a mitad de la segunda escena y es posiblemente el mejor resumen que se puede hacer del argumento de esta obra. La pieza, inspirada en el drama de los desahucios, abrió este lunes en la Sala SGAE de Valencia el ciclo de lecturas dramatizadas Guions a escena, organizado por la Fundación SGAE y la asociación Escriptors de l'Audiovisual Valencià.  La comisión es un texto de Joana M. Ortueta, Ada Hernández y Jorge J. Martínez, y ha sido adaptado para su puesta en escena por este último. La dirección corre a cargo de Jesús Muñoz (actor y miembro fundador de la compañía El Pont Flotant), y el reparto está integrado por los actores Álvaro Báguena, Àlex Cantó, Núria Herrero, Victoria Salvador y César Tormo.

"No tengo nada que negociar con usted. (...) ¿A usted qué le parece? Con el banco que nos estafó. (...) Mira qué bien. Pues, para empezar, que acudan a esta casa cuatro miembros del Consejo de Administración. Se intercambian por los cuatro desgraciados que tengo aquí y seguimos hablando. (...) Por supuesto que no lo es. Y si dice saber quién soy, también sabrá que le conviene desalojar el edificio cuanto antes. (...). A buen entendedor pocas palabras bastan. Desaloje el edificio, inspector. Y un consejo para luego: manténgase fuera del perímetro y no perderá ningún hombre". 

La lectura dramatizada es un ejercicio de interpretación vocal y escénica bien conocido por dramaturgos y directores de escena. También por los aficionados. Ha sido retratada en numerosas películas. Ayuda a comprender una obra. Ayuda a entender a los personajes. Ayuda a crearla. Guions a escena va más allá incluso; es un paso adelante. Propone la adaptación y puesta en escena no de un texto dramático, sino de un guión originalmente escrito para la pantalla, en formato de largometraje o tv movie. Es decir, salta géneros narrativos, manifestaciones artísticas; las une. Guions a escena es una idea original de la guionista y directora Almudena Verdés, miembro de la junta directiva de Edav. El ciclo se enmarca en el programa de actividades culturales Tramesa 2015, desarrollado por el Consejo Territorial de la SGAE de la Comunidad Valenciana, y se completará con una segunda lectura dramatizada el próximo noviembre.

"Buenas tardes. Me dirijo directamente a los ciudadanos de este país. Esta mañana he hecho una serie de reivindicaciones y he pedido que el Gobierno responda a cada una de ellas públicamente. La única respuesta que he recibido es la condonación de mi deuda por parte del Banco. Una salida digna me dicen. Sólo para mí. Pero no aceptaré manipulaciones y os pido que no creáis en las que los medios difunden. Han intentado desbaratar el mensaje desprestigiando al mensajero. Me han descrito como a un loco, un traidor, un terrorista. Me han pintado así porque les conviene vuestro miedo. Son ellos los únicos terroristas. Son ellos los que usan la violencia para dejar a los más indefensos sin techo, son ellos los que gobiernan sólo para los poderosos, los que nos han llevado hasta esta situación desesperada..."

El objetivo de esta propuesta es "despertar el interés de los productores, llamados a asistir a las lecturas de este ciclo, para que puedan descubrir las posibilidades interpretativas y visuales del trabajo, con la singularidad de incorporar una propuesta audiovisual al espacio escénico", indican desde la SGAE. Y en este caso lo hace con una obra ambiciosa, tensa, que remite a películas como Tarde de perros o John Q, una propuesta que pretende aunar didactismo, entretenimiento y emoción con un mensaje crítico, y que concluye con un final intenso, una reflexión sobre los límites de la violencia. Quizás algún día sea película. Sin duda merece serlo. Este lunes, por unas horas, se vivió sobre el escenario en Blanquerías de la SGAE de Valencia.