MADRID (EP). Las ventas de productos libres de alimentos libres de alérgenos o gluten ocupan sólo el 4 por ciento del total del sector alimentario de España, un porcentaje que se sitúa "muy lejos" al alcanzado en Alemania (20%) o en Francia (18%).
Así lo ha comentado la directora del Salón de Productos y Servicios para Alergias e Intolerancias Alimentarias (SalAIA), Inmaculada Abad, que durante este viernes y sábado se celebra en Madrid con el objetivo de ofrecer a la población las últimas opciones de alimentos para alérgicos e intolerantes.
"Todavía nos queda un largo recorrido en este tema, ya que la escasa venta de los productos produce un encarecimiento de la compra y una dieta más reducida para las personas que tienen algún tipo de intolerancia o alergia alimentaria", ha apostillado Abad, para advertir de que todavía faltan "bastantes productos" libres de leche de vaca o de huevo y de que, con la "nueva moda" de eliminar el azúcar, están proliferando alimentos con fructosa que provoca intolerancia en muchas personas.
Y es que, tal y como ha comentado el secretario de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (Seaic), Pedro Ojeda, aunque no hay encuestas "fidedignas" sobre las tasas actuales de alérgicos o intolerantes a los alimentos, se cree que el 5 por ciento de los adultos y el 8 por ciento de los niños sufre alguna alergia alimentaria, aunque hay algunas investigaciones que elevan la cifra a entre el 15 y el 20 por ciento de la población infantil.
Además, se calcula que las intolerancias alimentarias pueden afectar a entre el 23 y el 25 por ciento de la población. En concreto, se estima que más de 450.000 personas pueden padecer celiaquía en España y, de ellas, el 75% de los casos no están diagnosticados, según datos de la Federación de Asociación de Celiacos de España.
"Sabemos que están aumentando las intolerancias y las alergias pero no hay investigaciones epidemiológicas que confirmen en qué porcentaje. Uno de los grandes problemas que tenemos actualmente son los pacientes celiacos porque muchos están sin diagnosticar, por lo que es necesario concienciar a los médicos de Atención Primaria de que ante cualquier sospecha tienen que derivar al especialista", ha asegurado Ojeda.
LECHE DE VACA, HUEVO, FRUTOS SECOS O MARISCO: ALÉRGENOS MÁS COMUNES
Los alérgenos alimentarios más comunes son la leche de vaca, el huevo, frutos secos, soja, marisco y pescado. En este sentido, la alergia a la leche y al huevo suelen desaparecer con la edad pero la alergia a los frutos secos persiste. Las causas, ha explicado el doctor, aunque "tampoco están claras" se cree que se debe a que en los países desarrollados hay un ambiente menos expuesto a gérmenes, lo que hace que el sistema inmunológico no desarrolle las respuestas apropiadas a la tolerancia.
"También influye el consumo de alimentos elaborados industrialmente, que pueden modificar la respuesta del sistema inmunológico al contener aditivos que afectan a la microbiota intestinal", ha recalcado el secretario de la Seaic.
Tras ello, el experto ha alertado de las "importantes" consecuencias que tienen las alergias y las intolerancias alimentarias en la salud de los pacientes y ha recordado que "no es lo mismo" una alergia que una intolerancia. Así, ha informado de que, mientras que la primera puede ocasionar problemas "muy graves" como, por ejemplo, un 'shock' anafiláctico o la muerte; los síntomas de la intolerancia son más de tipo digestivo y no plantean una "amenaza directa" a la vida del paciente.
Como consecuencia de todo esto, los expertos han abundado en la necesidad de que haya una mayor concienciación sobre las alergias e intolerancias alimentarias por parte de la industria, la administración, la sociedad y el sector de la restauración.
De hecho, han avisado de que hay "miles" de bares y restaurantes en España que actualmente no informan a los clientes de si los platos o productos llevan algún tipo de alérgeno, a pesar de que hay una normativa europea que lo obliga. "Hay muchos que o no se han enterado, como o no son capaces de decir si el plato contiene un alérgeno o si se usa la misma paleta para hacer un filete o batir un huevo", ha lamentado.
Estas declaraciones han sido corroboradas por la jefa de servicio de Coordinación del Instituto de Salud Pública de Madrid Salud, Ana Adela Pérez Fuentes, quien ha reconocido que "va a costar mucho" conseguir que todo el sector de la restauración tenga una adecuada formación y haya una manipulación segura de los alimentos. "Es una labor a largo plazo porque la gente está informada pero a medias", ha zanjado
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