MADRID (EP). El director Joaquín Oristrell tuvo hace tiempo la "idea loca" de retratar en un único plano secuencia diferentes historias de la calle y el resultado llega este viernes a las pantallas de cine españolas bajo el título de Hablar, un relato coral que cuenta con rostros como los de Juan Diego Botto, Sergio Peris Mencheta, Raúl Arévalo o Marta Etura.
"La palabra es la gran esperanza. Hablamos mucho y escuchamos muy poco", señaló Oristrell en una entrevista en el mismo lugar donde nació el proyecto: la Sala Mirador del madrileño barrio de Lavapiés, un lugar que se convirtió en el decorado idóneo para ambientar estas historias.
Una profesora que ha caído en el alcoholismo, una joven preparada que no encuentra trabajo, una madre que no tiene recursos para alimentarse, un empresario que se niega a pagar a sus empleados o un adicto a la pornografía son algunos de los retratos que Oristrell realiza del país.
A lo largo de medio kilómetro, la cámara de Oristrell recorrió en un único plano una noche del pasado mes de agosto las calles de Lavapiés, por las que pasea un largo elenco de actores que dan vida a diferentes conversaciones que se entrecruzan.
La cinta incluye la presencia de lo más granado de los actores españoles, cada uno de ellos en un pequeño papel. Una lista interminable que incluye a Sergio Peris-Mencheta, Estefanía de los Santos, María Botto, Goya Toledo, Antonio de la Torre, Mercedes Sampietro, Secun de la Rosa, Nur Levi, Melani Olivares, Álex García, Astrid Jones, Dafnis Balduz, Petra Martínez o Juan Margallo, por citar solo a algunos.
GUIÑO A PODEMOS
La única premisa que el cineasta presentó a los actores fue: "Si tuvieras una película, ¿qué personaje elegirías y de qué hablarías?". Unos actores tomaron la iniciativa y otros prefirieron escuchar al director, pero todos ellos hablan del momento actual y de cómo están los ánimos. Eso sí, según precisó el director, la intención nunca fue convertir la cinta en un "discurso político", sino hacer una "fotografía" de la calle.
No obstante, hay un guiño a Podemos, incluso un año antes de que fuera "tan potente", según recalcó Oristrell. En dicha escena, dos mujeres discuten por un cartel del partido que hay pegado en la pared y finalmente lo rompen. "Espero que no pase con Podemos, pero los mismos que lo impulsan pueden acabar destruyéndolo, porque somos así, igual que construimos destruimos, porque no escuchamos", ha indicado.
Hablar, que inauguró oficialmente el pasado Festival de Málaga donde ganó el Premio a la Mejor Película del Jurado Joven, se desarrolla en Lavapiés porque, en palabras de su director, "representa cualquier barrio de Europa viejo y plural donde conviven diferentes etnias y modos de pensar". Además, visualmente le interesaba mucho porque no allí no hay franquicias sino "tiendas auténticas y con vida".
UN EMPRESARIO SIN ESCRÚPULOS
Juan Diego Botto, uno de los protagonistas de esta película aseguró en la presentación que "los cambios se van a producir, son inevitables", en referencia a los resultados de las últimas elecciones y a los nuevos partidos que han entrado en escena en el panorama político español.
"Algo que ha surgido de las municipales y autonómicas es que el mapa político que conocemos ha cambiado drásticamente. Nunca en nuestra generación habíamos conocido un escenario donde hubiera partidos nuevos que limitaran el poder de los dos principales formaciones que se han alternado en el poder desde la Transición", aseguró.
El actor añadió que "hablar, comunicarse y entenderse", núcleo de esta película, "siempre es positivo", por lo que Hablar funciona como un "homenaje" a la palabra y a la posibilidad de resolver los problemas a través de ella, a pesar de que "el lenguaje sirve para construir y también para destruir".
Su personaje, un empresario que se niega a pagar a una trabajadora, es "un guiño" a algunos espectadores que vieron la obra de teatro Un trozo invisible de este mundo, aunque aquí no solo habla de racismo, sino también del lenguaje y cómo se puede "pervertir para conseguir barbaridades".
El argumento de este empresario para no pagar a su empleada es que esto será bueno para ella y para el país porque "hay que crear puestos de trabajo, remunerados o no". "Es una ironía acerca de cómo nos toman el pelo para justificar cosas que son imposibles", afirmó.
ADICTO AL PRONO
Por su parte, Miguel Ángel Silvestre se mete en la piel de un adicto a la pornografía a quien su mujer le da un ultimátum. Ha de escoger entre su adicción y sus hijos. Desesperado, le cuenta a su madre (interpretada por Carmen Balagué) su secreto y se crea una situación absurda e inimaginable.
"Cuanto más sufre un personaje en una situación cómica, más se divierte el espectador", señaló. "Desde fuera se ve como algo divertido y frívolo, pero para las personas contar un secreto a quienes tiene a su alrededor libera muchísimo", agregó.
Actualmente no hay comentarios para esta noticia.
Si quieres dejarnos un comentario rellena el siguiente formulario con tu nombre, tu dirección de correo electrónico y tu comentario.
Tu email nunca será publicado o compartido. Los campos con * son obligatorios. Los comentarios deben ser aprobados por el administrador antes de ser publicados.