VALENCIA. La semana pasada, un juez holandés dictaminó que Moulinsart S.A., la mercantil que explota los derechos de imagen de Tintín, carece de potestad legal para hacerlo. La decisión se basa en un documento de 1942, desconocido hasta la fecha, en el que George Remi a.k.a Hergé cedía todos los derechos de reproducción de los textos y viñetas de su personaje a la editorial Casterman (la que publica los álbumes). El pronunciamiento puede tener consecuencias millonarias, quizás estemos hablando de la batalla de derechos de autor más importante del siglo. Esto es lo que se ha publicado y lo que sigue, lo que de verdad ha pasado.
1.- ¿Qué ha ocurrido? Moulinsart, un empresa formada por la segunda mujer de Hergé y su marido (Fanny Vlamynck y Rick Rodwell), llevó a juicio a una asociación de tintinófilos (Hergé Genoostschap) por reproducir sin permiso y sin pasar por caja viñetas del famoso periodista de ficción. Les pedía un millón de euros por tres boletines con una tirada de menos de mil ejemplares. Estos presentaron un documento que determina que la mercantil no tiene los derechos y un tribunal holandés les ha dado la razón. Contra la decisión se puede presentar recurso de casación, así que no es definitiva.
2.- ¿Cuando se firmó el famoso documento? Este es un dato relativamente poco importante. En 1942, Le Vingtième Siècle, el diario que publicaba Tintín, había cerrado y Casterman le ofreció a Hergé la posibilidad de reeditar en color los antiguos álbumes así como continuar con las aventuras. Era eso o la ruina, así que firmó. Luego Hergé se convirtió en el pope del cómic europeo y la relación contractual entre ambos fue cambiando.
3.- ¿Es auténtico el documento? Nadie lo duda. Ni siquiera Moulinsart lo ha puesto en cuestión. Lo que no se sabe es de dónde ha salido ya que el descubridor del texto lo entregó de manera anónima. Alguien -probablemente un antiguo archivista- lo sacó de la empresa
4.- ¿Se conocía el documento? Sí, de su existencia eran conscientes tanto Moulinsart como Casterman. Las relaciones entre ambas fueron tormentosas en el pasado pero en 2013 alcanzaron una entente cordiale para publicar unas versiones poco conocidas de Los Cigarros del Faraón y Las Siete Bolas de Cristal. Además, la editorial se convirtió en patrocinadora del Museo de Tintín. El documento estuvo sobre la mesa durante las negociaciones secretas. Pero si Casterman nunca lo ha usado nunca en un tribunal es por algo.
5.- ¿Es determinante? Por mucho que se haya publicado, hay que ir con cuidado. El documento no es el original, sino una copia mecanografiada al que le faltan las firmas de Hergé y del entonces director de la editorial. Además, tiene un fallo en la fecha: pone "mil ciento cuarenta y dos" y fue firmado en "mil novecientos cuarenta y dos". Pero lo más imporante es hay addendas posteriores ya que se sabe que, a partir de los 50, la agencia Publiart gestionaba los ingresos que generaban el uso publicitario de Tintín y el dinero era para Hergé. Es decir, no es un documento definitivo.
6-. Exactamente, ¿qué ha pasado? Basándose en el legajo, el juez ha estimado que no era Moulinsart sino Casterman la que tenía que haber denunciado a Hergé Genoostschap. Es decir, no ha fallado que los herederos de Tintín hayan perdido los derechos, sino que mientras el documento esté sobre la mesa, ellos no pueden denunciar a nadie.
7.- ¿Cuál es el alcance de la decisión? Es pronto para decirlo pero la procesión irá por barrios. En Francia, por ejemplo, ninguno ya que su legislación no contempla el derecho de cita de una imagen como en Holanda. Además, hay que recordar que ha sido un tribunal que tiene su sede en la Haya, no el Tribunal Internacional de la Haya, como se ha publicado erróneamente. Es decir, en cada país habría que ir a juicio, y Moulinsart puede pagar los mejores abogados; los aficionados, está por ver.
8.- ¿Ha perdido Moulinsart los derechos? De momento, no podrá cobrar en Holanda por la utilización no comercial de las viñetas de Tintín, y si algún día la sentencia es firme le podrán exigir que devuelva lo que hay ido cobrando. Parece poco pero no lo es para una empresa que ha obligado a retirar webs de fans amenazándoles con llevarles a los tribunales. Lo que podría pasar -pero no va a pasar- es que Casterman, con ese documento en la mano, acuda a su vez a la justicia y reclame los derechos a Moulinsart. Si eso ocurre, probablemente será una de las batallas sobre propiedad intelectual más importante de los últimos años: No se sabe lo que factura Moulinsart, pero el personaje todavía vende más de un millón de ejemplares al año.
9.- ¿Cómo han reaccionado?: Es probable que la sentencia tenga los días contados. En un comunicado conjunto, Moulinsart y Casterman ha afirmado que "la corte parece haber cometido una total confusión entre los derechos de Tintín de Moulinsart y las ediciones Casterman. En virtud de las relaciones contractuales entre las partes, Hergé concedió a la editorial los derechos de edición en todas las lenguas y el mundo entero de Las Aventuras de Tintín en álbumes de papel. El resto de derechos siguieron siendo propiedad del autor, incluidos las viñetas y otros dibujos de los álbumes que se exploten de manera separada".
10. ¿Y en España? ¿Se puede hacer un paralelismo con Tintín y el Loto Rosa? En 2007, la valenciana Ediciones Ponent aceptó no reeditar el libro Tintín y el Loto Rosa a cambio de no verse las caras con Moulinsart en los tribunales. El caso es diferente ya que era un homenaje al periodista en el que se jugaba con cómo hubiera sido su futuro tras la muerte del creador y no se usaban imágenes originales. Los herederos, cortos de miras, entendieron que la obra "pervertía la esencia del personaje" y se la quitó de en medio. Pero si se cumplen los requisitos que fija la Ley de Propiedad Intelectual, en España sí se pueden reproducir viñetas de Tintín siempre que se consideren citas.
Conclusión: Hasta que no se resuelva el recurso, es pronto para pensar que estamos ante algo más que una anécdota bien recibida por tintineros y tintinófilos (no confundir) que piensan que Fanny Vlamynck y Rick Rodwell no son más que unos bachibuzuks y unos bebe-sin-sed que sólo piensan en dinero. Quizás la decisión les haga reflexionar y el en el futuro sean más tolerantes con los fans que utilizan el material sin ánimo de lucro, algo a lo que Casterman nunca se ha opuesto.
Per pressions de Moulinsart, la Fundació Caixa de Girona va haver de destruir (ja imprès) el catàleg de l’extraordinària exposició “Tintín en el món d’Hergé”, de la col·lecció del tristament desaparegut Jordi Tardà, que va realitzar el 2007. Aquella exposició va poder veure’s a València el 2008 a l’Octubre CCC. L’exposició valenciana no va poder emprar cap imatge d’Hergé ni tan sols per al cartell i va haver de recórrer a un parell de dibuixant perquè realitzaren unes imatges “tintinesques” que burlaren aquests absurds drets d’autor. Per cert, que fa poc tenien a la venda algun d’aquests cartells a Futurama.
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