VALENCIA. "Ya estamos en condiciones de buscar marcas para lograr sponsors privados". Lo comenta Bernardo Carrión desde el otro lado del teléfono. Junto a Jordi Llobregat y Santiago Álvarez forma parte del tripartito que ha conducido los destinos del festival VLC Negra. Y su relación no ha podido ser más fructífera, todo un modelo para otros tripartitos en ciernes.
Las cifras de la tercera edición del festival VLC NEGRA confirman la consolidación de este certamen que gira en torno al género negro y todas su manifestaciones artísticas, desde la Literatura al Cine, pasando, cómo no, por la música. El festival se celebró durante 11 días, entre el 7 el 17 de mayo, y ha contado con más de 60 actividades en 16 sedes diferentes: Sala Russafa, FNAC, Casa del Libro, librería Bartleby, Filmoteca, bibliotecas municipales, Biblioteca Pública de Valencia, Club Sporting de Russafa, Octubre Centre de Cultura Contemporània, cafetería Rialto y Ubik Café.
Encuentros con escritores y cineastas, debates, charlas, un ciclo de cine, un circuito de jazz, exposiciones fotográficas, montajes teatrales, talleres para adultos y niños, un concurso de cortometrajes, otro de microrrelatos, visionado de series de televisión y premios a novelas en diferentes categorías, han conformado la variada programación de un festival que ha cumplido con creces con las previsiones de sus creadores. Su estrategia estaba clara: ganar espectadores antes de buscar a los patrocinadores. Una vez demostrado empíricamente que hay público, comienza la segunda etapa, el salto definitivo: consolidar el certamen.
En este éxito han confluido una serie de factores que se podrían resumir en seis puntos.
1. Público. Todo el trabajo no hubiera tenido sentido si no se hubieran conseguido espectadores. El primer análisis de los datos de afluencia de esta edición habla de éxito. Por un lado, las personas que han acudido a actos públicos, 6.300, con aforos a reventar. La modestia de VLC Negra, que ha apostado por locales de no más de 300 espectadores, se ha devenido en un éxito. La sensación era siempre de lleno. Y el público llama al público.
La implicación además ha sido absoluta, como corrobora que 5.363 personas han participado en el festival directamente, a través de las votaciones en los diferentes concursos que organiza VLC NEGRA. "Nosotros siempre hemos tenido la convicción de que con trabajo y con el equipo íbamos a tener una repercusión. La gente nos ha apoyado un montón y nos ha demostrado que no estábamos equivocados", comenta Carrión.
2. Coherencia y rigor. Una constante desde el principio de VLC Negra es que han sido siempre un equipo y han hecho de gala de ello tanto en las presentaciones como en todos los actos. En una época dada al eclecticismo gratuito, VLC Negra ha mantenido una gran coherencia, repitiendo esquemas que funcionan, con líneas propias como los concursos, con una programación rigurosa que ha sido respetada y comprendida por el público.
3. Las uniones. La estrategia de alianzas con diferentes entidades para mejorar la oferta del festival ha dado sus frutos y ha permitido alcanzar mucho más público que en las dos primeras ediciones. A las nueve sesiones del ciclo de cine que ha programado La Filmoteca han acudido 720 espectadores. El circuito de jazz ha recibido una gran respuesta por parte del público. Cinco salas (Una cosa rara, Black Note, La Gramola, Cafetería Rialto y Sala Russafa) han organizado hasta catorce conciertos, que han registrado una asistencia conjunta de 1.024 personas.
Pero la cita más importante, en cuanto a público, será sin duda la exposición en el MuVIM Weegee el famoso, dedicada al fotógrafo neoyorquino. A fecha 28 de mayo, dos semanas después de la inauguración de la muestra, ya la habían visitado 2.110 personas. La previsión de visitantes es superior a los 13.000, hasta la clausura programada para el próximo 31 de agosto.
4. Modernidad sincera y no impostada. Dice Carrión que allá dónde van les dicen que son un "festival moderno", una adjetivo que les gusta y que le sorprende. No es algo intencionado, explica; simplemente funcionan cómo ellos creen que deben hacerse las cosas. Acuden a diseñadores para tener una mejor imagen; buscan fórmulas de captación de públicos ad hoc; están abiertos a nuevas propuestas...
5. Coyuntura político-económica. Uno es uno y sus circunstancias, decía Ortega y Gasset. Una realidad que se ha cumplido en el caso de VLC Negra. Ante el parón de actividades culturales institucionales, VLC Negra se ha sumado a otras propuestas como el Festival La Cabina, Vinilo Valencia, Russafart, etc... Una miríada de propuestas culturales que emanan de la sociedad civil y que vienen a ocupa el lugar que la Administración no ha sabido preservar.
6. Redes sociales. En la era digital, las redes sociales han sido fundamentales en el crecimiento de VLC Negra. El certamen cuenta con 7.242 seguidores en Facebook, 2.700 en Twitter, todos ellos además muy activos. "Es una herramienta que si se sabe utilizar da muchos resultados" dice Carrión. Muchos likes, muchos compartidos, el post que "más ha triunfado es el de la programación", con más de 3.600 compartidos. Un dato que remite al punto dos. Y es que en VLC Negra, como en las buenas novelas negras, al final todo conecta.
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