Comparte esta noticia

• Tweet
• meneame

Otras noticias

• Heródoto, el clásico que nos enseñó a entender al otro
• Nolan, interesado en un remake ‘humano' de Akira
• Las óperas de Palermo y Montecarlo se suman al festival del Mediterráneo

VALENCIA. Como los de cualquier otra generación, los músicos valencianos nacidos en los 80 son hijos de su tiempo En su caso, eso supone haber tenido acceso a la música de unos padres algo más ‘modernos', por norma general, que los de generaciones anteriores. Al menos, con un mayor acceso en lo doméstico al rock más libre. Por otro lado, crecer con una conexión ADSL más o menos fluida, propia o ajena, con la que acceder a discografías enteras a golpe de clic. Y además las redes sociales para darse a conocer, la desaparición de la industria discográfica tal y como se conocía y, en definitiva, un escenario la mar de enrarecido en el que es muy posible acabar haciendo -desde Madrid- música country, cantar en inglés, autoeditarse discos y gestionar giras y fans a modo de agencia unipersonal.

No es una historia distinta, pero es genuina. Henry Lee Schmidt, el alter ego de un valenciano errante con la música por causa, acaba de publicar otro disco, pero es el primero. Durante más de 15 años ha estado presente en grupos de hardcore, electropop, rock, indie punk y hasta hip hop tanto en Valencia como en Madrid. "He escuchado y mucho a Korn, Elvis, Soziedad Alkoholica, Wu-Tang Clan, los Stones o Johnny Cash, aunque fue este último el que lo cambió todo para mí", comenta a ValenciaPlaza.com. Este viernes presentará en la que ha sido su ciudad ...In The Wrong Country, un álbum madurado tras su paso por tantas otras iniciativas musicales y en el que parece haberse encontrado definitivamente como artista, frente al espejo.

El álbum, que se puede descargar en Bandcamp, hay blue grass, palos oscuros del country y canciones que, en esencia, son standards de rock. Pero sobre todo es una declaración de intenciones. ‘Born In The Wrong Country' es la canción que abre el álbum pero también que define el estado -de gracia- de este músico errante: 'Sí, me crié en el país equivocado. No estoy agradecido a mi suerte'; 'Soy un extraño en mi propia familia y voy a estar solo por siempre'. Y estas ideas de músico en el lugar equivocado suenan como ecos por el disco y con motivo: "me costó tiempo darme cuenta que toda la cultura que había consumido en casa era americana o británica. Y si hago country es porque no me puede salir hacer una rumbita; no va a funcionar. Así que he hecho el disco que estaba en mi cabeza, con tiempo y total libertad".

Las canciones de ...In The Wrong Country no cabe desmenuzarlas. Se disfrutan, pero calan más conociendo al personaje. Algo que -lejos de lo que él mismo supone- le distingue de muchos otros es aceptar sus errores y haber hecho algunas cosas realmente únicas. Cuando su proyecto de indie rock The False Friends fracasó, "tras quemar numerosos barcos, como gastar mucho tiempo en ‘lo social', salir mucho más por la noche para conocer gente aquí en Madrid o ser muy activo en las redes sociales; todo ello muy distinto a cómo soy", Henry Lee inició la gira parásito. Esta consistía en acudir a las colas de grandes conciertos y tocar sus canciones: "en la cola de Wilco la gente estaba bastante reticente, como si les molestara que hubiera alguien haciendo música. En la de Coldplay, por ejemplo, la gente era muy enrollada y estaba encantada de que alguien les liberase un rato del sopor que tenían allí de pie durante horas".

Tocar hasta la extenuación, cruzar estilos -recordamos su breve paso por el hip hop- para acabar aceptando un marco, también marcado por la americana, para hacer lo fundamental: canciones. "Quizá sea lanzar piedras contra mi propio tejado, pero hago country en inglés en España. ¿Qué puedo esperar? No importa. Ahora no estoy preocupado por el éxito, sino por demostrar con canciones toda esta música". Y acepta que con The False Friends o anteriores etapas era el éxito un destino, pero ahora su mundo se mueve de otra forma.

El disco, que fue grabado, mezclado y masterizado durante el pasado verano de 2014, ha contado con músicos "que han cobrado y todo el mundo que ha participado en el disco ha cobrado. Es como se deben hacer las cosas, pero también lo que marca tus límites, porque hubiera metido aquí un banjo, allá un acordeón...". La autoreivindicación no ocupa toda la lírica del álbum: hay desamor, algo de amor y sobre todo el marchamo de lo cotidiano. Y en lo cotidiano, de nuevo un sabor agrio: "a veces está sobre el escenario y sientes que hay gente que ha ido a verte porque te conoce, pero no porque escuche tu música de verdad. O gente que viene porque hay que venir, como a tantos otros conciertos. Es un hecho cultural y para mí que me gusta tanto la música supone un golpe durísimo".

Badlands, una de las bandas más prometedoras de la ciudad de Valencia y seguramente más afín a su sonido, hará de grupo para Henry Lee el viernes "en la mitad del repertorio. La otra mitad la haré yo solo". En ambos formatos, el valenciano repasará un disco sólido, con diez canciones entre el country y la americana en su justa medida y a partir de cuya libertad ha conseguido muchos más pasos en cuanto a repercusión que los ‘buscados' con anteriores proyectos. Tejanos, botas de cuero y guitarras muy cálidas.