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VALENCIA (VP). En los últimos meses el Mercado Alternativo Bursátil (MAB) ha saltado a la actualidad informativa por diversas operaciones corporativas, algunas de las cuales han despertado algún recelo entre los inversores.

Por este motivo y coincidiendo con el XI Foro Medcap que se celebra hoy y mañana, la Asociación de Empresas de este mercado (AEMAB) quiere acercarse al inversor de a pie para informarle de manera sencilla y en tan solo diez puntos sobre todo lo que tiene que saber antes de dar el paso definitivo e invertir (a pie de página se adjunta el decálogo en PDF).

Con este decálogo muy sencillo y breve, AEMAB quiere llegar al perfil más común del inversor del MAB, un particular que invierte una pequeña cantidad de dinero y que no es un experto financiero como sí lo son los inversores institucionales o cualificados.

A través de este decálogo, AEMAB quiere impulsar el conocimiento de este mercado entre potenciales inversores y colaborar con los organismos supervisores como la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), para acotar aún más el perfil de las personas u entidades que financian las empresas en expansión. Y, para ello, desgrana las claves en una pequeña guía con diez puntos:

• Invertir en el MAB significa participar en pymes españolas de gran potencial de crecimiento, dado que muchas de ellas desarrollan tecnología disruptiva y soluciones muy innovadoras. Además, las pymes son grandes generadoras de riqueza y ocupan al 70% de los trabajadores españoles.

• Ser accionista de pymes en expansión puede entrañar beneficios, pero también pérdidas. Hay que estar preparado para no recuperar la inversión inicial a corto plazo.

• Al financiar proyectos con riesgo, hay que asumir la posible pérdida de todo lo invertido en alguno de ellos. El capital invertido no debe ser dinero que el accionista necesite con disponibilidad inmediata.

• Dado su potencial, las empresas del MAB ofrecen una elevada rentabilidad, pudiendo llegar a multiplicar varias veces la inversión realizada, como ya han demostrado muchas de la cotizadas de este mercado.

• Las empresas del MAB deben presentar sus cuentas anuales auditadas. Se debe consultar toda la información financiera que exista para evitar sorpresas. Si el propio inversor no tiene conocimientos o capacidad para hacerlo, puede informarse a través de las entidades financieras que existen en España o contactar con AEMAB.

• Los planes de negocio de las empresas no son una verdad absoluta. Pueden cumplirse o no, ya que nadie puede asegurar qué ocurrirá en el futuro y se debe asumir el riesgo (ganancia o pérdida) particular de invertir en una determinada compañía.

• No es recomendable invertir a corto plazo, aunque en ocasiones puede resultar atractivo hacer un mix de inversiones a corto, medio y largo plazo.

• Hay que tener en cuenta la alta volatilidad y la baja liquidez de este tipo de compañías en expansión. Son inversiones que, por norma general, están pensadas para el medio y largo plazo, no para especular a corto.

• Es necesario invertir con todos los sentidos y considerar la fiscalidad de cada operación, así como el instrumento fiscal que mejor se adapta a cada inversor.

• Como colofón, antes de dar el paso definitivo e invertir, es aconsejable buscar una opinión entre asesores financieros o la propia entidad financiera. Todo consejo es poco antes de poner a trabajar nuestros ahorros.

Aparte de estos consejos, los inversores particulares también deberían saber que, una vez tomada la decisión, hay comunidades autónomas españolas -Aragón, Cataluña, Galicia y Madrid- que ofrecen incentivos para la inversión en cotizadas del MAB.

AHORROS

Sin duda, interesante para aquellos inversores más iniciados y menos tolerantes con el riesgo porque se juegan mucho con sus ahorros.

La Asociación de Empresas del Mercado Alternativo Bursátil (AEMAB) es una entidad privada sin ánimo de lucro que promueve y defiende los intereses de este mercado y sus empresas cotizadas.

Actualmente, en el MAB cotizan 26 empresas de diferentes sectores y con un alto componente tecnológico e innovador y que cuentan con la mayor parte de su negocio en el exterior, así como otras sociedades como Socimis, Sicavs y entidades de capital riesgo. Desde 2009, el año en que empezó a cotizar la primera empresa, las cotizadas han captado más de 300 millones de euros de los inversores.