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VALENCIA. Imaginen un asesinato. Imaginen un escenario. ¿Qué les parece una televisión autonómica? ¿Les recuerda algo un caso de acoso sexual y corrupción? Que la ficción bebe de la realidad es un hecho, y en el caso de la novela negra es casi un axioma.

No podía ser menos en el caso del periodista Marcos García Martí (1979, Valencia). Durante ocho años fue guionista en Canal 9. Su estancia en La Casa, como llamaban algunos empleados a RTVV, coincidió con el final de la dirección general de Pedro García, hoy imputado por el caso de las pantallas de televisión contratadas por la visita del Papa. Fue poco antes del descubrimiento del caso Sanz. Eran ingredientes demasiado suculentos para cualquier ficción como para pasarlos por alto.

Mientras otros recopilaban chismes, rumores, él atesoraba situaciones, diálogos, momentos que ha empleado como ladrillos para construir su primera novela, Temporada de cizaña (360 Grados Libros), que presentará este martes en la Librería Leo de Valencia. Un acto por el cual, admite García Martí, sobrevolarán los recientes resultados electorales.

La novela ya tuvo una primera presentación en la Fira del Llibre de Valencia el pasado 29 de abril. Si en aquella ocasión estuvo marcada por el afán de cambio, el deseo de desalojar al partido político al que se consideraba culpable del fracaso de RTVV, así como la reivindicación de la vuelta de la cadena, para la presentación de este martes se espera un ambiente muy diferente, más optimista.

Temporada de cizaña es una novela negra al uso. El argumento y, sobre todo, los personajes son pura ficción; su trasfondo es auténtico, verosímil por real. A partir del supuesto asesinato de una abogada, que investiga un caso de corrupción y acoso sexual en una televisión autonómica (lo dicho: ¿les suena?), García Martí construye una narración ágil en la que los protagonistas son dos plumillas que investigarán ese presunto crimen.

Todo con una marcada ironía en la voz de los personajes, porque, como apunta el propio García Martí, "el humor está en el inicio de la propia novela negra". Así, recuerda las chanzas que suele hacer el personaje de Marlowe, creado por Raymond Chandler, cuyo cinismo y sus frases sardónicas ("[puso] una cara de espanto que detendría a un reloj"; "tantas pistolas rodando por la ciudad y tan pocos cerebros") han inspirado incluso libros.

Además de homenajear a los maestros, García Martí no oculta que con estas dosis de humor ha intentado "quitarle hierro" a un drama áspero y sórdido que ha llegado a los tribunales. Pero esa tragedia no es sino el sustrato de una novela que es pura ficción, como se encarga de remarcar el periodista.

Con RTVV como epítome de toda la debacle popular, García Martí conviene en que es un hecho significativo que en apenas un año existan ya dos novelas que han tomado a la antigua cadena pública como leit motiv: Vertigen (Sembra Llibres) de Esperança Camps y Empar Marco, y la suya, más de género, pero también con la televisión autonómica como telón de fondo y, a la par, protagonista.

El cómico y presentador valenciano Eugeni Alemany, es el encargado prologar la novela con un texto en el que recuerda que la debacle de Canal 9 "se veía venir y fueron muy pocos los que se atrevieron a ponerse decididamente delante del carro para detenerlo", dice. Y añade: "en la pesadilla de RTVV hubo implicados que colaboraron, empleados que simplemente pasaban por allí y profesionales que desde el minuto uno de emisión de Canal 9 se pusieron el chaleco rojo [en alusión a la prenda que empleaban los trabajadores de la cadena durante las protestas contra el ERE]".

Alemany acompañará a García Martí esta tarde en la presentación junto al responsable de 360 Grados Libros Óscar Delgado y el periodista David Casas. Todos ellos darán cuenta de una novela que bebe de los mismos manantiales que cualquier buena novela negra: las alcantarillas del sistema; en este caso, las cloacas de RTVV. Allí, entre los detritus de la condición humana, García Martí encontró la inspiración que necesitaba.