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MADRID (EP). Reyal Urbis solicitará autorización a su junta general de accionistas para abordar el intercambio de activos inmobiliarios por deuda que propone en el convenio que ha presentado para superar al concurso de acreedores en que la inmobiliaria está inmersa desde hace dos años.

En la propuesta de convenio de acreedores, presentada al juez el pasado mes de febrero y aún pendiente de aprobación, la compañía ofrece activos inmobiliarios a sus bancos acreedores para saldar sus deudas, si bien con una quita de su valor del 80%.

Por ello, Reyal solicitará a su junta "aprobar la enajenación de activos esenciales para la sociedad con objeto de formalizar las daciones en pago previstas en la propuesta de convenio".

RAFAEL SANTAMARÍA

Además, el orden del día de la asamblea anual de la compañía que controla y preside Rafael Santamaría, convocada para el próximo 30 de junio, incluye un punto de carácter informativo para "dar cuenta a los accionistas del procedimiento concursal en que se encuentra la compañía".

La junta de Reyal Urbis deberá además aprobar la reelección en su puesto de consejeros de cuatro vocales del consejo de administración de la empresa, entre los que se incluye el presidente, según el orden del día remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

La inmobiliaria convoca su junta anual mientras está pendiente de que el Juzgado de lo Mercantil número 6 de Madrid apruebe la propuesta de convenio que presentó en febrero y abra el correspondiente plazo de aceptación de la misma.

UNA REYAL MÁS PEQUEÑA

En virtud de esta propuesta, Reyal contempla alcanzar un acuerdo unilateral con Hacienda, a la que adeuda unos 400 millones de euros, y abordar una dación de activos para enjugar el pasivo de unos 2.900 millones que soporta con los bancos.

No obstante, según fuentes conocedoras del proceso concursal, los activos de Reyal arrojan una quita de alrededor del 80% respecto al pasivo que la empresa tiene con la mayor parte de las entidades.

SORTEO

Además, la firma prevé adjudicar a los bancos los lotes de activos mediante sorteo.

El convenio de acreedores y el plan de viabilidad diseñado por la inmobiliaria contemplan que, en caso de que esta propuesta se acepte, la Reyal Urbis que surja del proceso será una inmobiliaria de menor tamaño, que se quedará con un pequeño lote de activos y una deuda asumible.

Reyal Urbis presentaba un 'agujero patrimonial' de unos 3.000 millones de euros a cierre de 2014, según el informe anual que la empresa remitió a la CNMV.