CANNES. Unos años sí, otros no, de manera aleatoria desde 1935, la localidad cordobesa de Fuente Obejuna acoge la representación de la obra de Lope de Vega que pormenoriza la unión de la comunidad contra la tiranía y la injusticia. Fuenteovejuna ha sido representada por los vecinos del pueblo en 1935, 1956, 1962, 1992, 1994, 1997, 2000, 2004, 2006, 2009 y 2013. Este año, sin embargo, la función sale de la villa de manera inédita para inaugurar el Festival de Almagro. El 2 de julio la muestra de teatro clásico se abre con la interpretación del clásico del Siglo de Oro a cargo de 150 habitantes del escenario original.
La revuelta que inspiró estos hechos se desencadenó en el municipio andaluz en 1476, cuando mujeres, hombres, ancianos y niños, todos ellos cubiertos bajo el manto del anonimato, desahogaron su rabia contra el Corregidor de la Orden de Calatrava.
"Lope de Vega hizo de Fuenteovejuna una obra teatral protagonizada por individuos y por un personaje colectivo que es el pueblo, y donde se muestra cómo la rabia brota allí donde existen razones para sospechar que podrían modificarse determinadas condiciones y no se modifican. Esta reacción de ira, que desemboca en violencia, se desata cuando es ofendido nuestro sentido de justicia y esta conmoción espontánea es la que otorga al texto una dimensión universal", argumenta la directora adjunta del Festival de Almagro, María Ángeles Mellado.
No es la primera vez que el montaje se versiona en la muestra internacional de artes escénicas. Por poner un par de ejemplos iconoclastas, en la edición de 2009, la directora Liuba Cid aportó sabrosura afrocubana al montaje con la incorporación de música en directo interpretada por percusionistas especializados en ritos santeros. El texto original se enriqueció con poemas de José Martí y con la presencia de un personaje inexistente, el de una hechicera.
EL COMENDADOR DE CIUDAD JUÁREZ
En 2011 fue otra directora, en este caso la vallisoletana Lucía Miranda, la que, con su compañía The Cross Border Project extrapoló la acción original a otras latitudes, De Fuente Ovejuna a Ciudad Juárez, que sigue en el repertorio de la compañía, fantasea con el alzamiento de las víctimas del feminicidio en México.
"He querido enmarcar la obra en la lectura de los estudios de género, otorgando un mayor protagonismo a las mujeres", advertía entonces Miranda, quien en su traslación de la acción a Chihuahua integra fragmentos de discursos de Felipe Calderón en los que el ex presidente de México asegura que en la tristemente afamada ciudad no se producen episodios violentos contra las mujeres.
Durante la representación, un cielo de zapatos recuerda a las muertas y desaparecidas. "Me llamó la atención la rutina de cubrir los cuerpos con telas y situar al lado el calzado de las fallecidas. Las juarenses aparecen en tal estado, les hacen tantas barbaridades, que en muchos casos, las familias las reconocen por sus zapatos". Así, las labradoras de la Fuente Ovejuna del XVII son trabajadoras de una maquila de zapatos en el XXI. La banda sonora de sus ultrajes y su conjura colectiva son narcocorridos y boleros interpretados por la primera banda de mujeres mariachis, Flor de Toloache.
CON SIGNO DE EXCLAMACIÓN
Como concluye la directora adjunta de Almagro, "da igual que Fuenteovejuna recoja un suceso acaecido hace más de 500 años: sigue vigente. Da igual que suceda en un pueblo ahora cordobés, en una pequeña aldea de Mongolia de casas de adobe, en Acalco, un rincón del estado de Guerrero en México o en la plaza de Tahrir en El Cairo; el sentimiento de rabia brota indistintamente".
También en la plaza del Sol de Madrid, que en mayo de 2011 acogió la protesta de los "indignados", alzamiento que resuena en el texto que Juan Mayorga ha brindado a La Joven Compañía.
El dramaturgo, uno de los españoles más representados y traducidos, parte de una versión que en 2005 hizo para el Teatre Nacional de Catalunya y que hoy puede hallar paralelismos en levantamientos recientes como la Primavera Árabe, el 15-M o la llamada a ocupar Wall Street.
FO! es el título de un montaje donde se subraya la violencia del suceso original que inspiró a Lope de Vega, y con el que se hallan de gira un grupo de actores noveles de entre 18 y 25 años.
"Mi objetivo ha sido acercar a espectadores jóvenes el texto de Lope sin reducir los valores que hacen de él una obra maestra: sus poderosos personajes, la fuerza de su trama, la belleza de su palabra, la teatralidad de los pequeños gestos y de los grandes movimientos", destaca Mayorga.
OJO POR OJO EN LAS URNAS
No es casualidad, sino activismo que la Sala Russafa haya programado Fuenteovejuna. Ensayo desde la violencia del 22 al 24 de mayo. En la jornada de reflexión y durante el mismo día de las elecciones municipales y autonómicas, el público de Valencia puede acudir a un espacio de representación planteado a modo de asamblea ciudadana. Los espectadores rodean al elenco y son interpelados durante la representación.
La pieza programada este fin de semana en el teatro de la calle Cádiz bebe de las performances de los setenta y del teatro físico. Sus cinco actores no disponen de atrezo ni de escenografía alguna.
"El montaje sale del espacio como de la piedra sale el David de Miguel Ángel -compara el autor César Barló-. Trabajamos con la arquitectura escénica del teatro y procuramos un juego colectivo. Como es un momento de comunión y de encuentro, hemos evitado que los espectadores estén separados de la acción por la oscuridad".
La primera función de la pieza tuvo lugar en una corrala de Aranjuez del siglo XVIII. No ha sido la primera experiencia con clásicos en espacios no convencionales a cargo de AlmaViva Teatro. Antes de terciar con Fuenteovejuna abordaron otras dos piezas del Fénix de los ingenios: Los comendadores de Córdoba, donde abordaban la violencia de género y El Hamete de Toledo, en la que hacían otro tanto con la inmigración.
En el caso de Fuenteovejuna, Barló ha planteado una dramaturgia intertextual. Esto es, "la columna de la obra es el texto original de Lope, pero cada siete vértebras insertamos un texto nuestro, ya sea a partir de la realidad periodística, policial o judicial", especifica el director.
Así han metido puntillas sobre la ley del aborto, el maltrato policial a detenidos y la reciente proposición de ley contra el terrorismo yihadista.
"Siempre es necesario contar Fuenteovejuna. Siempre. Pero hoy más que nunca. ¿Que puede hacer el pueblo ante el asedio que está sufriendo en estos momentos? En un presente en el que el pueblo se siente huérfano de referentes y de valores, debe volver la mirada hacia sí mismo y a sus congéneres para encontrar una solución que no puede venir de fuera", claman desde la compañía.
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