MADRID. (EP). El uso de psicofármacos en niños y adolescentes ha experimentado un importante auge en los últimos años debido a un incremento de las prescripciones tanto por parte de médicos de familia y pediatras como de psiquiatras generales o pediátricos. Así lo han advertido diversos expertos participantes en la I Jornada de Tratamiento psicofarmacológico en niños y adolescentes.
"No siempre está justificado; habida cuenta que el empleo inadecuado de algunos de estos fármacos puede suponer un factor de riesgo para el proceso evolutivo del menor", ha señalado el jefe de la Unidad de Trastornos Mentales de Infancia, Adolescencia y Adulto Joven de la Clínica La Luz, el doctor José Luis Pedreira Massa.
Según datos expuestos durante la jornada, el 16,4% de los lactantes reciben psicotropos antes de los nueve meses de edad, y en ocho de cada 10 ocasiones son prescritos por médicos de familia y/o pediatras.
"Algo similar ocurre entre los cuatro meses de edad y los seis años: reciben psicofármacos el 15,7% que en su mayoría son prescritos por el médico de familia, el pediatra o incluso son proporcionados por los propios padres", ha señalado el doctor Pedreira.
Además, en el 85% de los casos de trastornos del sueño en la infancia, se prescriben psicofármacos de entrada, y eso que hay que tener en cuenta que toda demanda de sedantes o somníferos para un niño o niña debe ser considerada, por el médico de familia y por el pediatra, como un verdadero factor de riesgo para el conjunto del proceso evolutivo.
Por ello, los expertos han coincidido en que, ante la extensión de la administración de estos medicamentos, es necesario un análisis en profundidad sobre en qué casos hay que utilizar estos fármacos; cómo evitar el abandono de los tratamientos; cómo se debe trabajar con los padres para lograr una adecuada administración de estos medicamentos o cuál es el especialista indicado en cada caso para prescribir determinados fármacos.
RIESGO DE PRESCRIPCIONES INADECUADAS
Los últimos estudios realizados, como las investigaciones del profesor H. van Engeland en medicación contra el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), evidencian que en muchos casos el fármaco prescrito es inadecuado tanto por la propia elección del principio activo como por la dosificación y duración del tratamiento.
También se puede ver que en muchas ocasiones la posibilidad de prescribir un psicofármaco ante un síntoma o grupo sintomático presente en un niño depende de la especialidad del médico. De hecho, según datos puestos de manifiesto en el encuentro, ante un mismo síntoma los médicos de familia y pediatras prescriben psicofármacos en un 25-30% de los casos, frente al 18-25% de los psiquiatras generales y el 10-12% de los psiquiatras infantiles.
"En general existe una dificultad a la hora de realizar la elección terapéutica adecuada para los trastornos mentales de la infancia y la adolescencia, a lo que se une una menor efectividad del tratamiento elegido para los menores y sus familias cuando este tratamiento es diseñado por psiquiatras de adultos", han asegurado los doctores Pedreira y González Navajas.
Por último, la jornada ha terminado con el Aula Abierta de Formación Continuada sobre los Trastornos Mentales de la Infancia y la Adolescencia 'Vicente López-Ibor Camos', que ha contado con la asistencia presidente de honor de la Asociación Española de Psiquiatría de la Infancia y la Adolescencia y exjefe de la Sección de Psiquiatría Infantil del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz (HUFJD), el doctor López-Ibor.
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