VALENCIA. El Museo Lladró está de reformas. Dividido en dos áreas, porcelana histórica y obra pictórica, ha sido esta segunda la que se ha desmantelado de forma temporal, según ha confirmado la empresa a ValenciaPlaza.com. El objetivo es el de mejorar y rediseñar la experiencia museística. El destino de las más de 70 obras expuestas y algunas más incluidas en los fondos del museo (en torno a un centenar) es un almacén de Madrid, donde reposan en unas condiciones especiales desde hace algunas semanas. No obstante, fuentes del Comité de Empresa de Lladró han afirmado a ValenciaPlaza.com que se les informó que esta acción, entre otras, tenía que ver con el "ahorro de gastos".
En cualquier caso, de forma eventual o permanente, lo cierto es que la totalidad de esta obra queda fuera de las dos rutas oficiales del Consorcio de Museos de la Generalitat Valenciana: la Ruta Sorolla y la Ruta Benlliure. Por el momento, ni por parte de Lladró ni por parte del citado organismo público se ha informado públicamente de la no participación del museo en estos recorridos en torno a la obra de tres de los más importantes artistas de la historia de la región.
En el caso de Joaquín Sorolla, los siete cuadros de la colección privada de Lladró suponen la mayor colección de este carácter -que se tenga constancia- en Valencia. Entre otros se encuentra el encargo privado de mayor tamaño recibido por el pintor valenciano, Yo soy el Pan de la Vida de 4,15 por 5,30 metros. Además de algunas obras de juventud como El jardín del convento o Majo levantino, otras de las obras suponen verdaderos iconos de la tradición valenciana, como es el caso de Labradora valenciana, una obra en la que se recoge el traje tradicional de huertana valenciana, aparecen los naranjos, una barraca y el mar Mediterráneo de fondo. En este mismo estilo se encuadra una pequeña acuarela, Huertano valenciano, pintada durante su formación en Roma como pensionado.
Por su parte, el museo permitía hasta ahora aproximarse a algunas obras de Mariano Benlliure. La obra escultórica del mismo, desarrollada especialmente durante las primeras décadas del siglo XX, incluían Juego de jarra y dos copas, en plata, bronce dorado y vidrio; dos relieves en escayola que reproducen el bajo relieve del plinto de la Estatua ecuestre de la reina Victoria Eugenia, en el que se representa un desfile en honor del regimiento de la reina, y una copia en bronce de la Fuente de los niños, realizada en 1997 a partir de su yeso original conservado en el Museo de Bellas Artes de Valencia. En el caso del pintor José Benlliure podemos observar dos de sus lienzos: Niño en traje del siglo XVIII (1872) y Ofrenda floral a la Virgen (1888 ca.).
Aunque la obra ha sido trasladada a Madrid, fuentes de la empresa aseguran que toda ella está dispuesta a ser demandada por los museos valencianos, aunque en el citado traslado a un almacén no se ha derivado ninguna de todas las piezas a alguno de los museos de la ciudad de Valencia o del Consorcio de Museos.
UNA COLECCIÓN BASADA EN LOS MEJORES ARTISTAS VALENCIANOS
Sin embargo, la colección privada de Lladró, posiblemente una de las más importantes de Valencia, incluía obra desde el movimiento gótico hasta el impresionismo. Retablos góticos, tablas renacentistas, óleos barrocos y lienzos impresionistas incluían obra de nombres trascendentales para el arte en la Historia de España. Por ejemplo, Rubens, José de Ribera, El Greco, Juan de Juanes, Francisco de Zurbarán, Antonio Cortina Farinós o Ignacio Pinazo, pero también el retablo del siglo XV atribuido al Maestro de Cubells y obra de Cecilio Pla, Segrelles, Ribalta, Joan de Juanes, Berruguete, Rexac, Maella o Maçip.
Inaugurada la muestra de cara al público en 2006, durante casi una década han sido decenas de piezas las que se han restaurado, desde tablas hasta óleos. Especialmente la familia ha tenido atención en los grandes nombres del arte pictórico y escultórico valenciano, siendo una de las atracciones durante la celebración de la America's Cup cuando la misma fue trasladada al Edificio del Reloj del Puerto de Valencia. Además, el museo ha recibido también algunas cesiones como la que seguramente fue la última hasta la fecha, El baile, de Sorolla que estuvo el pasado año el centro artístico de Tavernes Blanques. El fresco pertenecía a la mítica serie Visiones de España que Archer Milton Huntington encargó al pintor valenciano apra la Hispanic Society of America de Nueva York.
Además, Verre et pipe de Pablo Picasso o El alambique de Equipo Crónica han formado parte de la dinámica ‘Obra invitada', la fórmula por la que el Museo Lladró dinamizaba con exposiciones no permanente. Esta actividad como otras quedan supeditadas a la reforma que, según ha asegurado la empresa a ValenciaPlaza.com, se espera esté finalizada a finales de año. De hecho, Lladró prevé que el resto de áreas también sean rehabilitadas y replanteada una experiencia museística que disfrutan 15.000 personas, según sus propios datos, cada año.
De momento, el museo se puede seguir visitando pero a través de Google Street View.
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