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R. Ferrando y JV González escucharon la semana pasada las propuestas 'en directo' del candidato Juan Rosell a la CEOE

MADRID. Por primera vez en sus 33 años de vida, la CEOE se apresta a celebrar unas elecciones en las que, con casi total seguridad, se presentaran más de un candidato, aunque todo apunta a que nuevamente un catalán en coalición con un andaluz, dirigirá la clase empresarial española, lo que viene a desmentir el espécimen de que existe un proceso de sedición catalanista, por mucho que su clase política se esfuerce en demostrar lo contrario. El poderío de los empresarios catalanes se hace una vez más patente en el conjunto de España y lanzan un mensaje a su clase política, incluso a la más moderada representada por CiU, de que en el mundo de los negocios no caben veleidades.

Aunque las elecciones se celebraran pocos días antes de la Epifanía y en la actualidad se multipliquen los pactos y las negociaciones, las apuestas por una victoria del candidato catalán, Juan Rosell, con el posible apoyo del andaluz Santiago Herrero, son claras. Una vez más, un presidente de la patronal catalana Foment del Treball se haría con el mando de la patronal española, tras el periodo en que fuera Carlos Ferrer el que gobernara los estinos de la confederación estatal.

Aunque en la actualidad hay tres candidaturas en liza, las opciones empiezan a aclararse y pese a que queda casi mes y medio para las elecciones, todo parece indicar que el día de la votación solo estarán en liza las candidaturas de Rosell y de Banegas, este último en representación de la patronal tecnológica AETIC.

Quienes hacen cuentas, consideran que una candidatura Rosell-Herrero recibiría entre otros el apoyo cerrado de Cataluña, Andalucía, Valencia, Aragón, Baleares, Castilla-La Mancha y el siempre distante y ajeno voto de los empresarios vascos englobados en Confebask. El resto de votos está en proceso de negociación y pacto y de sus resultados dependerá la dirección de los mismos. A pesar de todo, no es una cuestión menor el anticatalanismo que se detecta en ciertas esferas empresariales que "denuncian" el diferente trato que reciben los empresarios catalanes en España del que recibe el empresariado español en Cataluña.

Madrid es quizá la comunidad autónoma que queda más descolocada en relación a su potencial empresarial y aunque su más alto representante, el empresario hostelero y presidente de la CEIM, Arturo Fernández, recibió" el encargo de testar posibles candidaturas, tanto Manuel Pizarro como Juan Roig apartaron ese cáliz de sus respectivos labios. A partir de ahí, a sacar la maquina de calcular y a medir el reparto de las 819 vocalías que con derecho a voto representan territorial y sectorialmente al empresario español en la CEOE a razón de 9.126 euros por vocalía y año.

Lo que resulta nítido del proceso es que salga quien salga, tendrá por delante una labor de recuperación del prestigio perdido tras el paso de Díaz Ferrán y de convertir a la patronal española en una organización que represente al fidedignamente al empresariado español y a sus necesidades reales.

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Carlos Díaz Güell es director de la revista 'Tendencias de Economía'