MADRID (EP). El número de estudios en el campo de la Neurociencia ha aumentado en gran medida en los últimos años gracias a avances tecnológicos clave como las imágenes cerebrales por resonancia magnética. También la presencia en los medios de comunicación de los resultados en esta disciplina es mayor y ha fomentado un creciente interés en el público por los temas relacionados con el cerebro.
Según explica Ignacio Morgado, catedrático de Psicobiología en el Instituto de Neurociencia de la Universidad Autónoma de Barcelona y autor de 'La fábrica de las ilusiones' (Ariel, 2015), deberíamos conocer nuestro cerebro y aprender cómo funciona para entender mejor el comportamiento propio y ajeno y ser capaces de perdonarnos y de perdonar a los demás ante conductas sujetas a nuestro diseño biológico.
"Estamos hechos así, diseñados de determinada forma y por ello es necesario aumentar en cultura y educación para poder controlar los impulsos biológicos no deseados. Hay que incidir en que la educación cambia el cerebro y que éste es muy plástico durante toda la vida, aunque existen etapas críticas para el aprendizaje como la infancia o la adolescencia, un periodo de hasta 10 años en el que las influencias externas pueden ser críticas", aclara Morgado.
En lo que se refiere al uso de la televisión en los menores y cómo puede repercutir en el cerebro de los más pequeños, Morgado señala que no hay que demonizar los desarrollos tecnológicos que pueden convetirse en una espada de doble filo. El autor aclara que aunque la televisión es un medio muy importante de entretenimiento y de transmisión de conocimiento y cultura el gran problema lo constituyen los modelos de violencia que se pueden transmitir a los más jóvenes.
"Si se transmite información positiva sobre la violencia, el cerebro puede modularse y generar en los menores la percepción de sí mismos como personas violentas y asumir y creer que esto es bueno y positivo. La facilidad con la que se atrae a los más jóvenes hacia la guerra y el terrorismo ha mostrado ser alarmante y la enorme plasticidad del cerebro humano en la infancia y la adolescencia para verse influido por conductas e intereses", apunta Morgado.
CINCO CUESTIONES CLAVE PARA LA CIENCIA DEL CEREBRO
Morgado responde en su libro en breves capítulos a muchas de las cuestiones que el ciudadano medio se pregunta sobre el cerebro, la mente y el comportamiento y apunta los cinco campos clave del pasado reciente y el futuro de la Neurociencia:
1. Ambiente, conducta y genética:
La epigenética estudia cómo los factores ambientales y del comportamiento influyen en la expresión de los genes. Su importancia no sólo puede ser crucial para las cuestiones físicas sino también en los genes que intervienen en el cerebro en lo que se refiere a las capacidades mentales. Desde la Neurociencia se está apostando muy fuerte en este campo aún incipiente pero que parece esconder la respuesta a muchas incógnitas en los ámbitos de la biología y la conducta.
2. Desvelando el sueño:
Cada vez más estudios muestran que la importancia del sueño es mayor de lo que se pensaba. Las virtudes del sueño van más allá de lo que se refiere a la reparación y restauración del organismo desde una perspectiva de descanso y se asocia con la reorganización de contenidos o la preparación para la capacidad de aprender.
Además de consolidar la memoria de lo aprendido cuando se duerme tras el estudio, el sueño nocturno selecciona lo más importante acaecido durante el día y elige qué potenciar en nuestro día a día en virtud de nuestras experiencias en la vigilia. "Buena parte del misterio de la intuición y la creatividad se encuentra en las funciones del sueño", señala Morgado.
3. Visualizar la actividad cerebral:
El desarrollo de la tecnología para visualizar el cerebro humano ha sido uno de los avances más importantes de los últimos años para la Neurociencia. "La resonancia magnética funcional permite conocer el cerebro humano sin dañarlo, se pueden ver qué partes están en activo durante una tarea sin necesidad de inyectar productos químicos ni emplear radioactividad sólo a través del magnetismo derivado de las células cerebrales", aclara el divulgador.
4. En los límites del control de la conducta:
La Optogenética es una moderna tecnología que combina la manipulación genética a través de luces de radiaciones especiales. "Estas técnicas podrían permitir activar o desactivar, como si de un interruptor se tratase, circuitos concretos del cerebro asociados al comportamiento",explica Morgado. Estudios realizados en ratas de laboratorio han mostrado que es posible cambiar la experiencia del miedo.
En humanos los avances en este sentido podrían dar con un tratamiento para el trastorno de estrés postraumático en el que se reviven los acontecimientos traumáticos de forma reiterada. "Esta posible terapia deberá estar sujeta al control por autoridades sociales ya que supondrá la posibilidad de manipular el contenido y la actividad cerebral del ser humano".
5. La cura del Alzheimer:
En la actualidad hay un gran número de equipos de investigadores trabajando en busca de este hallazgo pero como dice Morgado muchas de los más importantes descubrimientos científicos surgieron de la casualidad y el azar y hablar de la posibilidad de una cura es una de las respuesta más difíciles sobre el futuro de la Neurociencia.
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