VALENCIA. Ni Change.org ni Chong. Ni grandes concentraciones online para propiciar un vuelco electoral ni algarabías para lograr una ciudad tripartita. Ni hiper campañas de apoyo a un candidato ni protestas para conseguir reducir los tiempos de espera de Metrovalencia (tan extensos que te puedes leer una entrevista de la Jotdown mientras esperas tu tren). Ni peticiones para peatonalizar el centro ni reclamos para que la Plaza del Ayuntamiento deje de convertirse, agh, en un céntrico Mordor. La mayor movilización a un mes de las elecciones, agárrense, es por un tobogán deslizante.
Tomen nota, candidatos. Rita, Calabuig, Ribó, Giner, Sanchis y el resto (no nos sabemos vuestros nombres, disculpen), el pueblo os está pidiendo a gritos una verdadera transformación urbana: poner en marcha el slip&slide, un corredor provisional y deslizante desde el que lanzarse como tomando el cielo por asalto. Fresquito, veraniego, bien largo. Corredor acuático en la ciutat. Quien lo incluya en su programa, gana.
Vamos a los hechos. Hace poco más de una semana Facebook alumbró un evento, 'Slip & Slide in Valencia', demandando importar a esta orilla del Mediterráneo una lúdica costumbre nacida en la costa oeste de los Estados Unidos, cuesta abajo por San Francisco. En apenas pocas horas la petición fue destacándose entre el amasijo de eventos hasta alcanzar miles y miles de adeptos. Ya son más de 12.000 los asistentes a una cita líquida que no tiene -todavía- ni fecha ni lugar.
No es extraño el éxito. Siempre nos gustó deslizarnos entre aguas, por algo los túneles de la infrautilizada línea 2 del Metro -una infraestructura que requirió 475 millones de inversión- terminaron convertidos en la sede de paseos en barca. Venecia underground.
Mucho más barato sería disponer de un tobogán por el que los valencianos puedan lanzarse. "Sobre los 10.000 euros", presupuestan los autores de la propuesta. ¿Y quién son ellos? Detrás de la principal movilización de la primavera valenciana se encuentra Mattia Franco y sus compañeros de Xceed, una plataforma nacida al calor de esta plaza para gestionar eventos nocturnos.
¿Y esto va en serio, Mattia?
"Sí, sí. Vimos que lo hacían en San Francisco y nos pareció una forma muy sencilla de dar una buena imagen de Valencia, una imagen de ciudad divertida a través de cosas pequeñas, que es lo que más gusta de aquí a la gente que viene, más allá de circuitos de Fórmula Uno".
El tobogán como símbolo. Porque, dice, Mattia Franco, "quiere ser un ejemplo de una Valencia más joven, más amable, más divertida. Veo que en los últimos años los jóvenes estudiantes empiezan a preferir otras ciudades, están bajando los Erasmus, Valencia se ha convertido en un emblema de todas las cosas que se han ido (los Fórmula Uno, la Copa América, el techo del Palau de les Arts...). Estamos en un momento de transición e iniciativas como ésta, sencillas, ayudan a cambiar la imagen". Ya hablábamos de ello a principios de 2013. La Valencia fresca frente a la Valencia ampulosa.
Operación tobogán en marcha. Todo empezó cuando Mattia y los suyos desencadenaron una tormenta de ideas para ver qué nos faltaba, cómo superar "la crisis de identidad, la falta de cosas divertidas". Y abrieron el evento hace una semana. "Había que ver si solo nos interesaba a nosotros veinte o a más". En 4 días le interesaba a 10.000 personas. Y fueron al Ajuntament. "No hemos recibido respuesta, pero es algo que, claro, hay que hacer en verano". Y hablaron con los fabricantes americanos de toboganes, a la espera de desembarcar en Europa. Todo listo.
Entre los comentarios del tumultuoso evento, además de las preguntas "¿dónde será?" y "¿esto es verdad?", destacan las dudas sobre cómo hacer esto en una ciudad así de plana. ¿Cómo, Mattia, cómo? "Se necesita un poco de pendiente, sí, pero se podría hacer en la zona de la playa o en los puentes del jardín del Turia. El tobogán sería de 50 o 200 metros dependiendo del lugar. Nosotros seriamos los sponsors y cubririamos parte de los gastos, pero necesitamos el permiso del Ayuntamiento".
Hay un detalle que genera confianza. La organización de esta movida, el slip'n'slide, en ningún momento asegura que el de Valencia sería el tobogán deslizante 'más grande del mundo', una coletilla que siempre se nos termina escapando. Por ejemplo los promotores de Telefèric València —una idea loquísima— se presentaron prometiendo que el de aquí sería el teleférico "más largo" del mundo, de la Malvarrosa al Bioparc, salvando los importantes desniveles de esta nuestra ciudad. ¡Vamos! Por fortuna el proyecto no se consumó. Uno de los impulsores acabó imputado por estafa. Lo normal.
Esconde el proyecto del tobogán y su viralidad una derivada: el potencial oculto de la ciutat para ponerse patas arriba -Fallas al margen- y renovar sus tradiciones, más allá de las costumbres centenarias y las flores lanzadas con raquetas desde carrozas (¿a quién se le ocurriría?). "Una propuesta de ocio que se sale de la norma, que representa una novedad, siempre es bien acogida", formula al respecto Jesús Gallent, generador de ideas de ocio urbano como la periódica lucha de almohadas. "El Ayuntamiento debería dar soporte, poner los cauces para que se pudieran hacer cosas así".
La mayor movilización a un mes de les elecciones. Tobogán y agua para todos. Quien lo incluya en su programa, gana.
La noticia parece divertida, pero de verdad creen que hay que ponerlo en campaña para ganar? Creo que VP está perdiendo la seriedad que se caracterizaba al inicio dando noticias cada vez mas rocambolescas.
en valencia todo cuela. untad a rita & co y palante.
Lo notable de la noticia es que una idea sin ánimos de gigantismo, floreros o buscar subvenciones, solo diversión. Un soplo de aire fresco en esta ciudad controlada por gente que ya eran viejos cuando yo nací. En ValenciaPlaza leemos continúa en artículos de gente emprendedora así que ideas no faltan solo que les dejen hacerlo. Los que llevan media vida (mía) en el Ajuntament no han sido capaces de poner en marcha ni una pequeña propuesta en el puerto así que cualquiera que venga con cualquier idea nueva o diferente tiene mi bendición.
Monorrail!!!Monorrail!!!!Monorrail!!! No aprendemos nunca ¿Pero? ¿y lo bien que lo pasamos?
Habrá alguna forma de que sea posible.
¿y los flotadores cómo 'bajarán' ?¿con pedales o a motor?
Como valencia se caracteriza por ser una ciudad para nada plana, con grandes subidas y bajadas, como San Francisco, esta idea sería ideal. Surrealismo. En Valencia es imposible hacer esto.
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