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La falta de incentivos fiscales y el desconocimiento están detrás de la ausencia de más empresas locales en este mercado para pymes en expansión

VALENCIA. Desconocimiento y ausencia de incentivos fiscales son los dos principales motivos por los que las pymes de la Comunitat Valenciana no se animan a cotizar en el Mercado Alternativo Bursátil (MAB). Así lo constató este diario en la histórica jornada celebrada ayer en la Bolsa de Valencia donde participaron responsables de casi la mitad de cotizadas de este mercado específico para empresas en expansión.

Pese al mensaje que lanzó Raúl Martín, director general de Economía de la Consellería de Empleo, Industria, Turismo y Empleo de la Generalitat Valenciana -"el IVACE cuenta con una línea para costear los gastos asociados a la salida al MAB de las empresas locales de 500.000 euros por compañía"-, la realidad es que "en estos dos últimos años no se ha recibido ninguna petición", según lo reconoció el propio Martín.

Como tampoco hay ninguna firma de la Comunitat Valenciana que esté preparando su próximo desembarco en este mercado para lo que resta de año, según informaron a Valencia Plaza muchos de los participantes en este foro.

IMPULSAR LOS INCENTIVOS

Todo lo contrario que de puertas afuera, dado que tal y como apuntó Antonio Romero-Haupold, consejero asesor e inversor activista del MAB, "antes del verano saldrán tres o cuatro empresas a cotizar y después otras seis".

Romero-Haupold destacó la necesidad de impulsar incentivos a la inversión en las empresas del MAB, que tendrían un bajo coste para las arcas públicas y que oscilaría entre los 3,5 y 6,9 millones de euros al año, dependiendo de si la deducción afecta al 50% o 100% del importe invertido.

Una medida que a su juicio tendría un claro retorno para las arcas públicas, cuyo cálculo cifró en tres euros por cada uno invertido por Hacienda en el MAB. Además de recomendar "la creación de un mercado único fiscal que tribute con el tramo estatal del IRPF como referencia".

"HAY VIDA DESPUÉS DE GOWEX"

Actualmente solo dos de la cerca de treintena de empresas que cotizan en el MAB son de la Comunitat: la alicantina FacePhi y la valenciana Vousse Corp El presidente de la primera, Salvador Martí, reconoció a preguntas de este diario que "hay que mejorar la visibilidad entre todos los participantes de este mercado para contribuir a un mayor difusión porque sigue habiendo mucho desconocimiento".

Desde la antigua Suávitas, su vicepresidente Diego Guerrero, vicepresidente de Vousse Corp, no dudó en afirmar que "hay vida después de Gowex y que tenemos que aprender a comunicar bien". Para ello puso de ejemplo a su empresa porque "hace dos años facturábamos 800.000 euros y este año facturaremos más de 14 millones". Todo ello "divirtiéndome porque hay que divertirse en cualquier proyecto para que salga adelante".

DEMANDA DE UN FONDO PÚBLICO

Los empresarios del MAB no dudaron en pedir la creación de un fondo público que participe en las ampliaciones de capital y acompañe la inversión privada. Dicho fondo tendría menos presión en el corto plazo por parte de sus partícipes y puede centrarse en empresas más pequeñas y con ciclo de maduración más largo, lo cual reduciría la especulación y volatilidad en el Mercado Alternativo Bursátil.

Para ello pusieron de ejemplo al reciente fondo de capital riesgo creado por el Instituto Catalán de Finanzas (ICF), dotado con 10 millones para invertir en ampliaciones de capital de firmas catalanas cotizadas en el MAB.

TRANSPARENCIA

Manuel Palma, presidente del Grupo Palma y EDEM, dio uno de los titulares de la completa jornada al señalar que "no hay que dejar entrar al MAB empresas con antecedentes dudosos", lo que trajo a muchos a la mente el 'caso Gowex' y los problemas que atravesó Carbures.

Precisamente el consejero delegado de la tecnológica gaditana, su consejero delegado, José María Tarragó, se comprometió públicamente a "enseñar hasta el último detalle los contratos firmados porque no queremos cometer errores" a preguntas de este diario; mientras incidió varias veces en que "el inversor tiene que asumir el riesgo de invertir en este mercado".

La internacionalización fue otro de los aspectos que se abordó en la jornada -buena parte de las cotizadas presentes obtienen más de la mitad de sus ingresos fuera de España- donde Leonardo Benatov, presidente ejecutivo de Euroconsult no dudó en afirmar que "cotizar en un mercado regulado como el MAB ayuda a entrar en nuevos países y presentarte a nuevos clientes".

INTERNACIONALIZACIÓN

Su compañero de mesa, Luis Sánchez, consejero delegado de Ebioss, asentía con la cabeza y añadía que "para crecer en otros países hay que tener gente allí porque no basta con hacer el trabajo únicamente desde España". Junto a ellos, Javier Condomines, socio y director del Departamento Mercantil de Inley, apuntaba que "el MAB debe internacionalizarse al igual que sus empresas para adquirir prestigio y solidez".

Javier Gómez, director territorial de Levante de Andbank España, que moderó la mesa sobre 'El papel del MAB en la internacionalización de las empresas', recordó a la cerca de la centena de asistentes que "cotizar en el MAB es ganar reputación, transparencia y notoriedad, mejorando el gobierno corporativo y resultando una ayuda para los procedimientos mercantiles".

ALTERNEXT Y AIM

Asimismo asistieron a este foro -el más completo enfocado al MAB que se ha vivido en la Bolsa de Valencia, cuyo presidente Vicente Olmos no perdió detalle del mismo-, dos conocedores de los mercados paralalelos a éste como son el francés Alternext y el británico AIM.

Antoine Valdes, presidente y director general de Alto Invest, recordó los incentivos fiscales que hay en Francia donde "los inversores galos solo pagan el 15,5% por las ganancias que obtienen en lugar de tributar hasta el 62%". Por su parte, Guillem Serrano de Sarum Capital, señaló que "el valor de las empresas que cotizan en el AIM es de 95.000 millones de euros". Una cifra a años luz de lo que se mueve en el MAB, que además cuenta a favor con el buen momento que atraviesan los mercados bursátiles ante el 'manguerazo de liquidez' de Mario Draghi y los suyos de aquí a septiembre de 2016: más de un billón de euros. Casi nada.