VALENCIA. Corría junio de 2001 y llegaba a las carteleras americanas una película de presupuesto medio dirigida por Rob Cohen, un tipo que se estrenó dirigiendo capítulos para series como Corrupción en Miami y que había firmado cosas como Dragon, la vida de Bruce Lee (1993) o Pánico en el Tunel (1996). La cosa se llamaba A Todos Gas (The Fast & The Furious, 2001) y estaba inspirada un el artículo Racer X, del periodista Ken Li para Vibe sobre carreras de coches ilegales. Con eso, y reutilizando un título de una producción de 1955 dirigida por John Ireland y producida por el mítico Roger Corman, se fraguó la cinta.
La película ni siquiera destacaba en las carteleras como una de las más esperadas, pero el primer fin de semana facturó en EEUU más de 40 millones de dólares, dos más de los que había costado. Al final, recaudó cerca de 207 millones en todo el mundo. A los ejecutivos de la Universal les faltó tiempo para encargar una secuela. El tiempo les ha dado la razón. Las seis primeras entregas costaron unos 570 millones de dólares y han facturado aproximadamente 2.400 millones.
DIO EN EL CLAVO
La crítica no fue particularmente benevolente con esta historia sobre policía duro, tías siliconadas y carreras a toda pastilla, pero supo captar el zeitgeist de una generación de adictos al Winstrol y al tunning (de coches y tetas). Fue para ellos lo que La Guerra de las Galaxias (1977) para los frikis. La devoción de los fans ha llegado a situaciones tan pintorescas como la denuncia que interpuso una tal Sarah Deming contra FilmDistrict por anunciar que Drive (Nicolas Winding Refn, 2011) era del mismo palo. Todo se resolvió devolviéndole el dinero de la entrada.
Nacía así una de las sagas más rentables de la historia y, probablemente, la que menos tiempo le ha dedicado a los guiones y con un guiño cinéfilo que pocos de sus seguidores saben apreciar: la primera persecución (a un camión) está basada en una escena de La Diligencia (1939) de John Ford. El falso irlandés debe estar aún revolviéndose en su tumba.
MÁS DE LO MISMO
El próximo día 3 de abril se estrena la séptima entrega y no hay razones para el optimismo: seguramente habrá una octava (como mínimo). En IMDB, los fans le ponen un 9 sobre 10, lo que la sitúa la tercera en el ranking empatada con El Padrino II (Francis Ford Coppola, 1974), motivo de sobra para dudar de la Teoría de la Evolución. En Rottentomatoes.com, más fiable, tiene un 7. No está nada mal. Como ha ocurrido más recientemente con las tres de The Expendables (Sylvester Stallone) la fórmula de rostros conocidos, explosiones y algo de humor se ha convertido en un dirty pleasure que funciona como un reloj suizo.
Vin Diesel, que en la saga interpreta a Vin Diesel (con el alias de Dominic Torreto), aseguró en Variety que la cinta se va a llevar el Oscar a la mejor película de este año. ¿Y por qué no el Nobel? Que manía de ponerle límites a la providencia.
SOSPECHOSOS HABITUALES
Novedades habrá pocas, no vaya ser que su selecta parroquia se pierda con lo enrevesado del argumento. Después de matar al malvado Owen Shaw (Luke Evans), la banda (Dwayne ‘The Rock' Johnson, Tyrese Gibson, Michelle Rodríguez, Elsa Pataky...) vuelve a reunirse para enfrentarse a un desafío aún mayor: Deckard, el hermano del finado. Tendrá el rostro de Jason Statham, que añade un nuevo giro a su variado repertorio de repartidor de guantazos: nunca había interpretado a un hermano.
El morbo está servido. El protagonista de la serie, Paul Walker, se mató en un accidente de coche en noviembre de 2013. Un trágico final para un aficionado a las carreras que no necesitaba que le doblaran en las escenas de acción (‘The Rock' usa a su primo como doble, dicho sea de paso). Eso retrasó, pero no impidió, acabar la película: un poco de ordenador y la ayuda de su hermano para las tomas por la espalda han solucionado la papeleta.
EL FUTURO YA ESTÁ AQUÍ
Quizás la principal novedad sea que, tras la cámara, estará James Wan (Saw, Expediente Warren) en sustitución de Justin Lee, que firma la franquicia desde la tercera entrega. Desde entonces lleva también vinculado al título el guionista Chris Morgan, cuya mayor contribución al avance de la Humanidad fue la entrevista-parodia que le dedicó el satírico norteamericano The Onion.
El futuro de la saga se anuncia prometedor, pero eso no es nuevo De hecho esta (cronológicamente, una secuela de A Todo Gas: Tokyo Race, 2000), se anunció antes que Furious 6 (2013), la cual iba a dividirse en dos partes y cerrar la lista. Al final, los productores han amenazado con rodar hasta diez entregas y un spin-off. Lo que nos queda por aguantar.
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