-¿Sigue siendo bajista con la marcha de la bolsa?-Sigo pensando que el mercado presenta una tendencia alcista, pero continúo creyendo que hay muchas posibilidades de que tengamos caídas importantes de aquí a final de año. Los principales mercados están en zona de resistencias y vemos a indicadores de sentimiento de mercado como el VIX, ratios
put/call y encuestas de sentimiento con un excesivo optimismo. Sabemos que la combinación de ambos factores no suele acabar bien, por lo que creo que hay que seguir muy atentos. No descarto una posible ruptura alcista, pero no varío el escenario que considero más probable: un movimiento correctivo de aquí a final de año.
-A grandes rasgos, ¿qué le han parecido los resultados trimestrales de las cotizadas españolas? -Sin mucha sorpresa. Hemos visto, según lo esperado, ligeras mejoras respecto a trimestres anteriores especialmente debido a tres factores: diversificación mediante países emergentes, políticas de reducción de gasto y reducción de deuda.
-¿Hasta qué punto la derrota electoral de Obama va a pasar factura sobre las bolsas? -Más allá de la propia incertidumbre que puede generar en el mercado a corto plazo, no creo que provoque demasiada influencia real en los mercados de renta variable.
-¿A qué atribuye la vuelta a las andadas del riesgo país tras unas semanas de cierta estabilidad? -La colocación de bonos está saliendo muy cara para algunos estados. Esto es sinónimo de rentable para quienes ponen el dinero, así que cuantos más rumores se propaguen más alto se disparará el riesgo y más rentable resultará la compra de bonos por manos privadas. De esto tiene gran parte de culpa Alemania, que está intentando frenar de la mano de Weber algunas medidas como la compra de bonos por parte del BCE y el auxilio económico. Mientras Alemania bloquee esas medidas será difícil calmar los rumores de quiebra, lo cual permitirá que siga siendo un lucrativo negocio para aquellos agentes privados que adquieran bonos de estos estados.