MADRID (VP). Muchos padres comentan que hablar con un adolescente es casi imposible, ya que éstos se sienten fiscalizados, las conversaciones se vuelven interrogatorios y sus respuestas no pasan de monosílabos. Samanta Biosca, coach y colaboradora de Superpadres.com explica que “lo cierto es que en muchos casos puede llegar a ser así”. Pero podemos aprender a tener mejores conversaciones. “Llevo muchos años hablando con ellos y existen algunos trucos que nos pueden ayudar” afirma.
Estos son sus seis consejos y una conclusión para entabalr conversación con hijos jóvenes:
1. LOS PADRES HABLAN
Empezar la conversación explicando algo los padres, poniendo énfasis sobre todo a las emociones y a lo que las provoca. Por ejemplo, explica Biosca, se puede empezar con una frase como “hoy en el trabajo nos hemos divertido de lo lindo, nos han enseñado un nuevo programa y nos ha costado un montón entenderlo, las pifiadas eran de película… ¡si nos hubieses visto por un agujero! ¿tú qué tal en el instituto?”.
2. Y ESCUCHAN
Al hablar con los hijos “se debe prestar toda la atención en la conversación y no hacer otra cosa a la vez. “Nos hemos habituado a restar importancia a las conversaciones y hacemos miles de cosas mientras hablamos, lo cual es un error grave de nuestra sociedad y debemos cambiarlo”, explica la colaboradora de Superpadres.com.
“Para que un charla sea gratificante y profunda requiere de toda nuestra atención”. Por eso es importante prestar esta atención no sólo a lo que nuestros hijos nos dicen, sinó también a cómo lo dicen. Afirmaciones como “dices que estás bien pero yo te veo un poco triste, ¿qué me estoy perdiendo?”, pueden ayudar.
3. HAY QUE MOSTRAR INTERÉS Y CARIÑO
Según Samantha Biosca, hay que “expresar interés, aprobación, preocupación sin juicios por lo que nos están contando y mostrar ánimo, cariño y abrir otras posibilidades que no han contemplado”, explica. Por ejemplo, se pueden utilizar algunas preguntas sobre sus emociones: ¿cómo te sentiste con la reacción de tu compañero? ¿qué le dijiste? ¿qué te hubiese gustado decirle? ¿cómo lo plantearás la próxima vez?
4. PREGUNTAR Y COMENTAR
Para mantener un diálogo fluido es muy importante hacer preguntas y comentarios abiertos. “Si nuestro hijo se ha enfadado con un buen amigo, por algo que le ha hecho, tenemos dos opciones: una afirmación cerrada, como ‘mira que es tonto, no te preocupes, tienes más amigos’, o una abierta ‘con lo que tu valoras su amistad…’. Posiblemente con esta segunda respuesta seguirá hablando de sentimientos, de valores, etcétera”, afirma la coach y colaboradora de Superpadres.com.
5. RECAPITULAR PARA ENTENDER
“Las recapitulaciones y las preguntas son necesarias para confirmar que estamos entendiendo lo que nuestros hijos nos quieren transmitir”, afirma Biosca. Frases como “si no te he entendido mal, me estás diciendo que…” o “supongo que lo has pensado, pero ¿qué consecuencias crees que va tener tu decisión”, nos ayudan a asegurar que comprendemos mejor lo que nos quieren explicar.
6. DIALOGO PARTICIPATIVO
Finalmente, debemos animarles a participar activamente en las conversaciones y permitir que se expresen con total libertad. “Aunque pensemos que sus ideas están equivocadas, si los censuramos o criticamos, costará mucho más que se abran. Cuanto más los apoyemos más motivados se sentirán”, concluye.
CONCLUSIÓN... Y PERFIL
Samanta Biosca resume que el elemento clave es la comunicación. “Aprender a tener buenas conversaciones nos puede costar un poco al principio, pero es cuestión de práctica y las ganancias son tantas que vale la pena el esfuerzo”. Y nos aconseja que nos preguntemos “qué podemos perder en intentarlo y qué podemos ganar”.
Biosca es licenciada en filología y Coach en formación ACTP para certificación por la ICF. Después de 15 años como docente señala en su blog que ha adquirido "una fuerte y diversa experiencia en tutelar casos difíciles de jóvenes y adolescentes, incluso algunos de ellos dados, previa y erróneamente, por imposibles". Y añade que por los resultados positivos que se puedan llegar a conseguir se decidió a iniciar "una nueva etapa profesional, centrada y especializada en el coaching." Su vocación es trabajar con adolescentes, y respecto al coaching explica que consiste en "trabajar a nivel racional y emocional para encontrar las causas que te impiden ser plenamente feliz".
Muy buenos consejos los que has compartido porque educar a los hijos es algo que hay que haer desde niños para que en la adolescencia no haya problemas en esa difícil transición que todos hemos pasado
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