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VALENCIA. Una cama es una cama y nada más. Con esta premisa, Pepe Castelló y sus socios, un promotor turístico argentino y un profesional italiano de este negocio, pusieron en marcha hace ocho años Valencia Flats, una compañía que quitando lo secundario en la oferta hotelera se ha convertido en la primera cadena de alquiler de apartamentos turísticos de Valencia. La idea surgió tras conocer el modelo de negocio en el extranjero y darse cuenta de la demanda que contaba este tipo de servicios y la escasa oferta de calidad en la Comunitat Valenciana.

Frente a la proliferación de hoteles que competían por alcanzar las cuatro y cinco estrellas, Castelló y sus socios optaron por desarrollar un modelo low cost aprovechando las ventajas de la comercialización por Internet y la aplicación de las nuevas tecnologías en la gestión de los establecimientos.

A contracorriente de la crisis, han incrementado su planta hotelera hasta rozar los 300 apartamentos, distribuidos en 14 edificios de la capital, Port Saplaya y el Parque tecnológico de Paterna, además de una primera incursión en Barcelona que vendrá seguida de otras aperturas en otras plazas españolas.

Su plan es mantener un ritmo de dos a tres aperturas al año, teniendo muy claro qué se ofrece desde Valencia y quién puede estar interesado en llegar a este destino. «No competimos con París, Londres o Amsterdam, sino con otras plazas que atraen turismo por medio de buenas conexiones a través de compañías aéreas de bajo precio como Burdeos o Nápoles», señala.

Muy crítico con la política turística valenciana, defiende la necesidad de dejarse de complejos y explotar el target del turismo vacacional y de negocio que se fija en el precio sin desdeñar otros aspectos como el diseño de los establecimientos y la buena ubicación del hotel. Para hacer llegar estas ideas a la Administración y defenderse de la mala fama generada por los arrendadores ilegales ha asumido la presidencia de la recién constituida patronal del sector, Apartval. Otro paso al frente.

(Este artículo se publicó en el número de diciembre de 2014 de la revista Plaza)