VALENCIA. Datos. Esto es lo que genera mientras se escribe un tweet, se realiza un comentario en Facebook, se pasa por delante de una tienda de ropa o se hace una búsqueda en Google. Tal vez no todo el mundo sea consciente de ello, pero una gran parte de las acciones en la red que se ejecutan en el día a día -menos en el mundo físico- están siendo rastreadas por algoritmos de empresas que utilizan estos datos públicos para generar una información que será útil para otras en la toma de decisiones.
Según el Instituto Tecnológico de Informática (ITI), ubicado en la Universitat Politècnica de València (UPV), se espera que en 2020 se creen 40 zettabytes de datos, es decir, 40 billones de GB, una cifra 300 veces superior a la generada en 2015. Sonido, comentarios, imágenes o vídeos que se generan a un ritmo muy elevado y además tienen un valor muy alto si se sabe cómo descifrarlos.
Con este fin nace el Big Data, un conjunto de infraestructuras tecnológicas y algoritmos que permiten manejar un gran volumen de datos que se generan de forma digital, varían en el tiempo y a los que hay que responder con velocidad porque son útiles cuando se generan. Aunque estos procesos no han empezado a desarrollarse en este preciso momento, en Silicon Valley están de moda y eso implica que estén en el punto de mira de inversores y medios.
Léalo en el número de marzo de la revista Plaza.
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