VALENCIA (EFE). Investigadores valencianos y riojanos han desarrollado un nuevo sistema de visión artificial que ayuda a determinar, de manera "objetiva" y "no invasiva", la densidad de los racimos de uva, una característica que influye en la calidad de la uva y el vino y que se conoce como compacidad.
El sistema ha sido elaborado por científicos de la Universitat Politècnica de València, el Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias (IVIA), y el Instituto de Ciencias de la Vid y del Vino (centro mixto de la Universidad de La Rioja, el CSIC y el Gobierno riojano), han informado la UPV y del CSIC en sendos comunicados.
Según los científicos, en los racimos más densos la circulación del aire es escasa y la exposición al sol es reducida, lo que compromete la maduración, haciendo que sea más heterogénea en el racimo, y favorece la aparición de enfermedades fúngicas que afectan a las propiedades del vino.
En la actualidad, el método que emplean los expertos para determinar la compacidad consiste en una inspección visual por parte de evaluadores entrenados basada en un método establecido por la Organización Internacional de la Viña y el Vino.
Según la investigadora de la UPV Nuria Aleixos, ese método ofrece "unos valores subjetivos y cualitativos", mientras que el desarrollado por ellos está basado en el análisis de imagen, lo que permite "saber la compacidad del racimo de manera no invasiva, objetiva y cuantitativa".
Javier Ibáñez, investigador del CSIC, asegura que cada vez más bodegas "buscan racimos con poca densidad, considerados de mayor calidad, para la elaboración de sus vinos de alta gama, y muchos programas enfocados a la obtención de nuevos clones incluyen esta característica como prioritaria para su selección".
PROCESADO DE IMÁGENES
El sistema desarrollado por investigadores valencianos y riojanos ayuda a conocer las características de los racimos de la vid, a partir del procesamiento automatizado de imágenes y el análisis multivariante de las propiedades morfológicas y de color.
Entre otros valores, ofrece información sobre la visibilidad de los pedicelos, la presencia de bayas deformadas debido a la presión o algunas relaciones especiales entre sus características geométricas.
El equipo con el que se realiza el análisis de los racimos incorpora una cámara fotográfica, un sistema de iluminación con cuatro puntos de luz, y diferentes algoritmos de adquisición y procesamiento de imágenes.
Para comprobar la eficiencia del sistema, se caracterizaron 90 racimos de nueve variedades diferentes; los datos obtenidos por el sistema de visión artificial se compararon con la evaluación de 14 expertos, y se obtuvieron resultados correctos en más de un 85 % de los casos.
Los resultados confirman que "la combinación de tecnologías de imagen con el análisis multivariante ofrece una alternativa fiable para medir de forma objetiva y rápida la compacidad del racimo", afirma Aleixos.
Para ello, "se emplean combinaciones de características que los tradicionales sistemas basados en la evaluación visual de un experto no pueden determinar", añade la investigadora de la UPV.
Los resultados de esta investigación se han publicado en el Australian Journal of Grape and Wine Research, la revista científica más prestigiosa a nivel mundial en el área de la viticultura
Actualmente no hay comentarios para esta noticia.
Si quieres dejarnos un comentario rellena el siguiente formulario con tu nombre, tu dirección de correo electrónico y tu comentario.
Tu email nunca será publicado o compartido. Los campos con * son obligatorios. Los comentarios deben ser aprobados por el administrador antes de ser publicados.