Fela Borbone. ¿Por qué lo de tu nombre?
R: Es que la gente es muy vaga hablando. Me lo pusieron cuando vine a Valencia hace 23 años o así. Yo me llamo Eladio pero me empezaron a llamar Fela.
¿Y por qué te pusiste Borbone?
R: Ah no, ese es mi apellido verdadero. Debe ser asturiano, de la Reconquista. Es como Borbón-E, muy electrónico.
Eres un personaje de la ciudad...
R: Yo no me veo tan raro...
¿Cómo te definirías?, ¿o no quieres etiquetas?
R: Sí, sí, las etiquetas son necesarias. Yo soy como un artesano electrónico, como el viejo oficio de los artesanos, pero de hoy. Y mis últimos discos son rock electrónico en 8 bits, pero di que estoy retirado, que si no me llaman mucho. No quiero tocar. Estoy esperando a ser más viejo para volver y que se refieran a mí como un artista legendario. Porque ésta es una fase chunga: no me ven como un abuelete, todavía no soy demasiado mayor, ni tampoco joven. Con los jóvenes son más comprensivos.
Difícil.
R: Me maquillaré para parecer más viejo, me encorvaré y volveré.
Fela Borbone, él es Fela Borbone. Ídolo en la Valencia cavernícola. Personaje en fa mayor de la galería de tipos extraordinarios de la ciutat. Soltar su nombre es como si cayera la bomba atómica de la bondad. Provoca reacciones apasionadas. "Fela, mola". Fela es asturiano de Gijón, asilvestrado, libertario, cuando desaparezca hablarán de él como un prodigio, un ser emblemático. Es un 'birdman' de la música más soterrada y callejera.
Inventó el mierdafón, un secuenciador musical gobernado por un ordenador y hecho de moldes de bizcocho, palillos chinos, cubos, una televisión de balón, calderos....
Aunque tu idea era otra
R: Claro, yo estaba intentando hacerme un traje de hombre orquesta, pero como pesaba mucho lo dejé y me desvié hacia una máquina como el mierdafón. Ahora que lo dices probablemente retome la idea del hombre orquesta.
El traje de hombre orquesta pesaba demasiado, y su síntesis, el legendario mierdafón, su mejor acompañante sobre los escenarios, terminó por encima de los cien kilogramos. Un averno instrumental que recuperaba sonidos imposibles para utilizarlos a conveniencia. La electrónica más salvaje al servicio del hombre. "Pero las siguientes evoluciones del mierdafón ya pesan mucho. Éste es el tercero y es de 20 kilos. Para desplazar el primero necesitaba una Nissan Vanette. Sobre él hay gente que ha dicho que es una porquería o que les gusta mientras no tengan que pagar por ello". Como contar con un grupo instrumental compilado en un amasijo de cacharros.
A todo esto, ¿quién es Fela Borbone? Rafa Rodríguez, creador de la revista Verlanga, responde: "Si Fela hubiera nacido en otro país lejano, seguramente sería invitado a los late nights más prestigiosos, hubiera ocupado alguna portada de revista y se harían películas de ficción y documentales sobre él (bueno, ya se hizo uno en el que aparecía, Los Borbones. Sé mongol y no mires con quién)".
Más que una película de ficción, Quique Medina -uno de los responsables musicales de La Rambleta- pide un 24 horas detrás de Fela: "Siempre ha sido un personaje de la ciudad que me ha causado gran admiración y curiosidad. Meterme en su taller y poder introducir una cámara en su día a día son cosas que siempre he deseado hacer".
He quedado con Fela Borbone en su taller, que es su casa y a la postre un universo privado atiborrado hasta lo inimaginable de piezas electrónicas y residuos, elementos potenciales para inventar un nuevo instrumento. Es lo que lleva haciendo Fela desde que tenía quince años. Como no podía comprarse una guitarra electrónica, se la hizo. "Me resultó sorprendente lo fácil que era. Sólo había que empaparse de libros. Porque ahora con internet tenemos más amplitud, pero menos profundidad".
Fela sólo se ha comprado un instrumento en su vida, una armónica. El resto, los ha hecho él. "Eso me permite tener una conexión especial con ellos. Porque yo soy de romper el instrumento al acabar un concierto, me gusta tanto como tocarlos. Todos deberían romper los instrumentos tras una actuación. Y es más fácil romperlo si lo has hecho tú, ¿no?".
"Fela Borbone -aporta Rafa Rodríguez- es un genio. El autodidactismo elevado a la máxima potencia. Primero creaba sus propios instrumentos, después instrumentos autónomos que tocaban por sí solos, ahora ha construído una máquina que fabrica vinilos. ¿Qué será lo próximo? ¿Fabricar un grupo entero que componga sus propias canciones a partir de palos de fregona, motores de lavadoras, caretas de las tiendas de chinos, cajas metálicas de galletas y botes de ketchup que escupan salsa? No lo descartaría".
Nadie descarta nada con Fela Borbone. Al llamar a su puerta -dando golpetazos- sita en la calle Gutenberg, una vía estrangulada con el rastro del Carme Teatro al fondo, una calle como sin salida aparentando ser un gran escenario, Fela abre y debe desplazar un carro de la compra para que el resto pueda entrar. A la derecha está su estudio, aires de garaje donde consumar inventos inenarrables. En la parte trasera todo un desguace en el que Borbone va acumulando las piezas que después le servirán para dar a luz una nueva criatura.
La figura de Fela despierta pasiones. No sólo porque el video de su intervención en el programa Nube de tags de La 2 siga acumulando miles de visitas unos cuantos años después de emitirse. "En las fiestas de Matadeón de los Oteros, en León, me subieron a un andamio con ruedas a las seis de la mañana con un grupo electrógeno y me estuvieron paseando por todo el pueblo mientras tocaba durante dos horas".
"Musicalmente (tanto con Royal Canin, Ulan Bator Trío, Los Borbones o a solas con su Mierdofón), ha dignificado el rock cavernícola, si eso es posible, a base de berridos, letras imposibles y melodías capaces de limpiar hasta los tímpanos más grumosos. Una pena que su candidatura para representarnos en Eurovisión, en 2008, no prosperara. Aún no entiendo como la Troma no lo ha fichado para que componga la banda sonora de todas sus películas", asegura Rodríguez, de Verlanga. "Directamente Fela Borbone es el rey del R´n´r white trash, hombre orquesta y ex componente de Royal Canin (se cambiaron de nombre porque la marca de piensos de perro les pego el toque)", comenta la fotógrafa Xaro Castellà.
"Fela -retoma Quique Medina- es una persona sin prejuicios. Un entrañable enfermo del rock. El ejemplo más diáfano de que para crear rock&roll no hace falta más que la imaginación y las ganas. Por supuesto, en su caso no está exento el talento".
Una visita a la terraza del café Museu depara una procesión de conocidos que detienen la charla. "Fela, ¿en qué andas?". Un vecino le explica que está de baja porque haciendo un montaje en el IVAM de le cayó encima una caseta y se le rompieron dos dedos del pie. "Mejórate de lo tuyo", le dice Fela despidiéndose.
¿Cuándo y por qué viniste a Valencia?
R: En el año 1992. Vine por Fallas aunque no me quedé por las Fallas. Me maravilló ver todo el centro histórico en ruinas.
Porque a aquello que está en ruinas tú siempre le encuentras uso...
R: Sí, puede ser por eso.
¿Cómo era la Valencia de 1992?
R: Había mucha libertad, se podía hacer música con menos control. Había menos vergüenza a hacerlo mal. Era una época de desmadre, aunque en ese año todo empezó a europeizarse.
En una ocasión, cuando Fela tenía su estudio en el barrio chino, sufrió una visita inesperada. "Entraron al local haciendo un butrón porque nos debían escuchar actuar. Pero cuando vieron que todos los instrumentos estaban hechos de bidones y garrafas no se llevaron nada. Con el trabajo que les costó entrar...".
¿Qué es lo mejor y lo peor que te han dicho sobre tus actuaciones?
R: Me han criticado por el sonido, por no saber tocar y por no interpretar ni dos veces igual la misma canción. Y los que me alaban lo hacen por justo lo mismo. Los dos tienen razón. Porque esto sólo es una tontería de niño, sólo que ahora de viejo.
Tengo la intuición de que los mejores días para Borbone son los que puede pasar en su taller, ajeno a molestias, reinventando los sonidos, transformando computadoras en potentes instrumentos con autonomía para sonar. "Si se lo das a un mono te hace un conciertazo". "Esto es música porque es sonido ordenado en el tiempo".
¿Qué le pedirías a Mayrén Beneyto?
R: Que tiene que dar más facilidades para programar conciertos. Estoy a favor de que cada uno haga lo que quiera, como en Fallas. Pero es que cada vez que se toca en la calle te expones a que te quiten el instrumento. El Ayuntamiento debe tener una sala llena de ellos, llena de trompetas. Para mí tocar en la calle no es una opción, porque si me quitan el mierdafón... menuda putada.
¿Qué te gustaría que pasara en Valencia?
R: Estaría bien que me llamaran para un pasacalles junto a las falleras, aunque tendría que comprarme un tambor.
¿Qué sientes encima de un escenario?
R: Alborozo y regocijo.
Fela Borbone se despide antes de volver a su taller. Estos días anda pensando en irse. "Quizá a Alemania, aunque hace mucho frío". ¿Y qué harás con todo lo que tienes en el estudio? "Pues lo siento por los que vengan detrás". Mientras, la Valencia más cavernícola seguirá adorando su figura. En la calle Gutenberg habita uno de los personajes más inclasificables de la ciudad.
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