MADRID (EP). No es nuevo que estar en buena forma física presagia un riesgo de mortalidad más bajo, y que, por tanto, lo contrario aumenta el riesgo de fallecer. Un nuevo estudio va más allá y, además del riesgo, predice la posibilidad, en caso de no cambiar de hábitos, de morir por causas naturales en el plazo de una década.
Concretamente, lo que han descubierto es una fórmula capaz de medir el riesgo de muerte en cualquier persona basándose únicamente en sus resistencia en la cinta de correr. Una previsión a largo plazo que esperan sirva para concienciar de la necesidad de hacer mas ejercicio y llevar una vida más sana.
Mediante el análisis de los datos de 58.000 pruebas de estrés cardiaco, cardiólogos de 'Johns Hopkins Medicine', en Baltimore, Maryland, Estados Unidos, han desarrollado una fórmula que calcula el riesgo de morir en más de una década en base a la capacidad de una persona para realizar ejercicio en una cinta de correr a una velocidad cada vez mayor y más inclinación.
Varios sistemas de calificación de riesgo basados en ejercicios que ya están en uso están diseñados para medir el riesgo a corto plazo de morir, pero lo hacenb estrictamente entre los pacientes con problemas cardiovasculares. Estas puntuaciones tienen en cuenta múltiples variables e incorporan los resultados de pruebas adicionales, como electrocardiogramas (ECG).
Por el contrario, el nuevo algoritmo, conocido como 'FIT Treadmill Score' y que se describe en la edición de este lunes de la revista 'Mayo Clinic Proceedings', puede medir el riesgo de muerte a largo plazo en cualquier persona basándose únicamente en el rendimiento de esfuerzo. La puntuación, según el equipo de investigación, podría dar pistas valiosas sobre la salud de una persona y debe calcularse para los millones de pacientes que se someten a la prueba de esfuerzo cardiaco en Estados Unidos cada año.
"La idea de que estar en buena forma física presagia riesgo de mortalidad más baja no es nueva, pero hemos querido cuantificar ese riesgo, precisamente, por edad, sexo y nivel de condición física, con una ecuación elegantemente simple que no requiere lujosas pruebas adicionales más allá de la prueba de esfuerzo estándar", explica el investigador principal, Haitham Ahmed, miembro del Departamento de Cardiología en la Escuela de Medicina de la Universidad Johns Hopkins.
Además de la edad y el sexo, la fórmula incluye la frecuencia cardiaca máxima alcanzada durante el ejercicio intenso y la capacidad de tolerar el esfuerzo físico, medido por los llamados equivalentes metabólicos o MET un indicador de la cantidad de energía que el cuerpo gasta durante el ejercicio. Las actividades más vigorosas requieren mayor producción de energía (MET más altos), una mejor tolerancia al ejercicio y un nivel de condición física superior. Una actividad como caminar lento es igual a dos MET, en comparación con ocho para correr.
"El 'FIT Treadmill Score' es fácil de calcular y no cuesta nada más allá del costo de la prueba de esfuerzo", subraya el autor del estudio Michael Blaha. Las pruebas de esfuerzo, comúnmente utilizadas para determinar quién necesita pruebas cardiacas invasivas e informar las decisiones de tratamiento, miden cómo responden el corazón y los pulmones al esfuerzo físico, mientras que una persona está caminando en una cinta de forma progresiva hacia una mayor velocidad e inclinación. El test se detiene cuando una persona llega al punto de agotamiento o desarrolla dolor en el pecho, mareos o alteraciones del ritmo cardiaco.
A las personas que tienen resultados anormales en los trazos del ECG durante el ejercicio o que presentan síntomas de tensión anormal del corazón durante la prueba se les realiza una angiografía, un procedimiento invasivo para examinar el interior de los principales vasos sanguíneos del corazón. En el caso de los que tienen lecturas de ECG normales y sin síntomas alarmantes mientras hacen ejercicio, se dice que tienen resultados "normales" y, por lo general, no requieren más pruebas.
Sin embargo, según los investigadores, los nuevos datos muestran diferentes grados de aptitud entre los que tienen resultados "normales" en las pruebas de estrés que revelan pistas sobre la salud cardiovascular y respiratoria y, por lo tanto, el riesgo general de muerte en el tiempo. "Creemos que nuestra puntuación FIT refleja la compleja naturaleza de la salud cardiovascular y puede ofrecer importantes conocimientos a los médicos y pacientes", añade Ahmed.
DESARROLLO DEL ESTUDIO
Para el estudio el equipo el equipo analizó información de 58.000 personas entre 18 y 96 años, de Detroit, Michigan, Estados Unidos, que se sometieron a pruebas de esfuerzo estándar entre 1991 y 2009 para la evaluación del dolor en el pecho, dificultad para respirar, desmayos o mareos. Luego, los investigadores rastrearon cuántos de los participantes dentro de cada nivel de condición física murieron por cualquier causa durante la siguiente década.
Los resultados revelan que entre las personas de igual edad y sexo, el nivel de su condición física medida por MET y el ritmo cardíaco máximo alcanzado durante el ejercicio fueron los mayores indicadores de riesgo de muerte. El nivel de condición física era el predictor más poderoso de muerte y supervivencia, incluso después de tener en cuenta otras variables importantes como la diabetes y los antecedentes un hallazgo que pone de relieve la profunda importancia de la aptitud del corazón y los pulmones, señalan los investigadores. Las puntuaciones oscilaron desde 200 negativo a 200 positivo, con aquellos que estaban por encima de cero con menor riesgo de mortalidad y los de la gama negativa, con mayor riesgo de morir.
Los pacientes que obtuvieron una puntuación de 100 o más presentaban un riesgo del 2% de morir en los próximos diez años, mientras que aquellos con puntuaciones entre 0 y 100 se enfrentaban a un riesgo de mortalidad del 3% en la siguiente década.
En otras palabras, dos de cada cien personas de la misma edad y género con una puntuación de 100 o superior morirían durante la próxima década, en comparación con tres de cada 100 de aquellos con una puntuación de entre 0 y 100. Las personas con puntuaciones entre 100 negativo y 0 registraban un riesgo del 11% de morir en los próximos diez años, mientras que aquellos con puntuaciones más bajas de menos 100 tenían un riesgo del 38% de morir.
Así, se estima, por ejemplo, que una mujer de 45 años de edad, con una puntuación de 'fitness' en el quinto percentil inferior tiene un riesgo del 38% de morir durante la próxima década, comparado con el 2% de una mujer de 45 años de edad con una aptitud física con mayor puntuación.
Actualmente no hay comentarios para esta noticia.
Si quieres dejarnos un comentario rellena el siguiente formulario con tu nombre, tu dirección de correo electrónico y tu comentario.
Tu email nunca será publicado o compartido. Los campos con * son obligatorios. Los comentarios deben ser aprobados por el administrador antes de ser publicados.