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MADRID. Esta semana se clausuró en Madrid la última edición de Arco, una feria, mercado, supermercado o circo -da igual- que reúne una buena muestra de lo que está sucediendo en el mundo del arte contemporáneo. Visto desde fuera, pongamos que desde el techo (yo es que tengo mucha facilidad para sobreponerme, incluso para sobrevolarme), los visitantes de la feria se pueden dividir entre los que van como turistas (se les reconoce porque dejan ristras de exclamaciones en el aire cuando entran en los stands) y los coleccionistas, una especie que sólo sale de su madriguera para comprar esculturas que son zapatos y zapatos que son pinturas.

A falta de Kim Kardashian o la princesa Corinna, que se han paseado por la última edición de Art Miami Basel, en la feria madrileña vi al abogado José María Michavila del brazo de Genoveva Casanova, a la elegante Rosario Nadal y al actor Quim Gutiérrez acompañado por la modelo valenciana Marta Ortiz. Fuera de concurso están Borja Thyssen y Blanca Cuesta, que son el sueño de cualquier galerista que expone en ARCO, a los que descubrí  merodeando alrededor de una pintura de Julian Opie. También Alaska y Mario pasearon por los stands en busca de piezas pop art mientras un caballero les observaba como las obras de arte moderno que son. Y Laura Ponte, acompañada de una amiga. Y Fiona Ferrer con un abrigo color mostaza. Y Beatriz de Orleans.

También se han dejado ver representantes del "vipismo" local como el notario Carlos Pascual, que deambuló por las galerías acompañado de su hija Andrea, mujeres como Cuchita Lluch a la que adoro porque se compra una pintura con la misma facilidad que una bolsa de pipas y artistas valencianos como Carmen Calvo, Antonio Girbés, Juan Olivares, Chema López, José Soler Vidal ‘Monjalés', Concha Prada y Rebeca Planas. La nómina más amplia fue la de coleccionistas con nombres como Paco Fandos, Guillermo Caballero de Luján, Ana Serratosa con sus dos hijas, el abogado Francisco Martínez Lorenzo Pérez, Laura Caballero, José Tamarit y Ana Varela.

No faltaron representantes institucionales como el director del IVAM, José Miguel G. Cortés; la directora general de Cultura, Marta Alonso; la concejal de Cultura, Mayrén Beneyto; y el decano de Bellas Artes, José Luis Cueto.

Esta peregrinación de valencianos a Madrid tuvo su punto álgido en el AVE que salió el pasado miércoles a las 9'15h de la estación Joaquín Sorolla. Con una cafetería más animada que el metro de Tokio a las siete de la mañana. En sus vagones coincidieron críticos de arte como Javier Molins, Álvaro de los Ángeles, José Luis Pérez Pont, José Luis Clemente y Juan Lagardera, además de Encarna Jiménez Losantos o Lucas Soler.

Más valencianos. Al presidente de la Fundación Bancaja, Rafael Alcón, un hombre especialmente diseñado para las inauguraciones y los copetines, lo vi perdido entre las galerías colombianas, estrellas invitadas de esta edición. Y, claro, no ha faltado Consuelo Císcar, ex directora del IVAM, conocida en anteriores ediciones de la feria por ser la señora que siempre se colaba en las fotos con el Rey. Para entendernos: igual que Sonia Monroy en los Óscars.

Por los pasillos de Arco también hay curators, que son los que plantean las exposiciones, hay advisors, que son los que descubren artistas y recomiendan (o no) su compra, y mucho moderno porque el arte es muy cool.

¿Lo mejor de esta edición? La original sala VIP que este año ha diseñado Zara Home como un gran Jardín del Edén: el florista belga Thierry Boutemy se ha encargado de cubrir hasta el último centímetro del espacio con flores y plantas a gogó. Sólo le veo un problema: a veces te caen helechos en el café.