VALENCIA. Les propongo diez aforismos gastronómicos, a modo de menú degustación. He jugado a ser cocinero por un día, pero cocinando ideas y experiencias, sin pretender ser muy exhaustivo y como todo chef que se precie, ofreciéndoles una "experiencia", pero en este caso virtual.
En 1986, Emil Cioran escribió Ese Maldito Yo. Su interior está lleno de pesimismo y cinismo que conviven con una latente ingenuidad y esperanza. Algo muy parecido a lo que sucede en ciertos momentos aparentemente "vacios" de mi viaje gastro que comparto con ustedes. Con mucho respeto, esta es mi brevísima versión gastronómica de Ese Maldito Yo, algo demasiado parecido a una vida en la frontera.
¿Por qué?
Aquello que mas quieres puede convertirse en una gran carga, una cruz demasiado pesada que solo los mas fuertes pueden soportar. Cocineros, camareros, bodegueros, críticos y editores sufren una nueva pandemia llamada popularidad. La gastromoda en la que vivimos ha sumado un plus de peligrosidad emocional para profesionales poco acostumbrados a los flashes y al papel couché.
A modo de aderezo especial para los más atrevidos, les dejo debajo de alguno de los platos una nota de un hombre "ingenuo y sentimental", Emil Cioran.
1. La gastronomía. Invento reciente (200 años) que no significa nada más que "cocina", y que por lo tanto es una de las expresiones más sinceras de la cultura de un pueblo, en un momento determinado. Ciertas élites quieren apropiarse de esta "cocina", pero la gastronomía y todo lo que la rodea es eminentemente popular, y nunca podrán robársela al pueblo.
"Con razón en cada época se cree asistir a la desaparición de los últimos rastros del Paraíso terrestre."
2. Los recuerdos. Saborear recuerdos olvidados es uno de los mayores placeres para nuestro paladar. Poder compartirlos es todavía mucho mejor, y por eso les dejo tres de los míos: paseo por el río Arga, visita a Vitoria y pase de diapositivas a las 12.00 a.m.
"Cuando se debe tomar una decisión capital, nada hay más peligroso que consultar con los demás, dado que, salvo algunos extraviados, nadie desea sinceramente nuestro bien".
3. La música. Rápida e inmediata, la música despierta nuestro espíritu con la misma eficacia que un bocado perfecto. Aprender música es lo mejor que pueden hacer los que quieran emocionar a otros. Echo en falta la música mientras disfruto comiendo, pero claro, nadie me preguntó qué quería escuchar.
4. El calor. Un calor que no quema, un calor que se transmite con palabras, olores e imágenes. El calor que genera un plato como prolongación del espíritu de su cocinero. Busco lugares llenos de calor, calor con el que cocinar mi vida, pero soy muy torpe y pocas veces los encuentro, la frialdad lo domina casi todo.
«Soy un cobarde, no puedo soportar el sufrimiento de ser feliz».
5. El vino. Amo tanto el vino como lo desconozco, y por eso busco vinos honestos, tal y como me enseña el señor Redrado. Pero escuchar a expertos en marketing sin contenido, leer comentarios y post pagados con visa oro, no es nada agradable. Vender es una de la profesiones más respetables en los tiempos que vivimos, no hace falta excusarse.
¿Es el vino natural? ¿es el vino el resultado de la domesticación y la transformación de la naturaleza?, ¿es entonces el vino un producto acabado? Bravo, David Muñoz. La tierra fue plana durante mucho tiempo, ¿verdad Galileo?
"Hay algo de charlatán en todo aquel que triunfa, sea en la materia que sea".
6. El cocinero. Conozco a un hombre para el que cocinar es la única forma de hacer su vida un poco más soportable. Pero odia cocinar, y no sólo eso, sino que servir lo que cocina le supone una aberración, aún así es la única forma de vida que concibe, de manera que se convierte en un hombre atado a hábitos que le resultan insoportables. Ni artistas, ni artesanos, desterrados del Olimpo, condenados a vagar.
"Únicamente el espectáculo de nuestra degradación humaniza algo a nuestros amigos y a nuestros enemigos".
7. El editor. Primero el autor/creador después todo lo demás. Me gusta la provocación para el principio, pero luego quiero solo la verdad. Lo llaman ética, y yo lo llamo mentira. Las apariencias nos engañan y lo llenan todo de una penumbra en la que nada brilla y todo se confunde, lo bueno, lo mediocre y lo malo parece ser la misma cosa.
"Kant esperó a la vejez para darse cuenta de los lados sombríos de la existencia y señalar «el fracaso de toda teoría racional»...Otros, más afortunados, se dieron cuenta de ello antes incluso de comenzar a filosofar".
8. Los críticos. ¿Existen? Vagabundos que andan errantes de mesa en mesa, hace tiempo que dejaron de buscar y ya no recuerdan nada, la vanidad les ha destrozado. Historias autobiográficas llenas de mentiras, intereses, odios, soberbia y frustración, sin espacio para la pasión. La sinceridad con uno mismo es un arma de destrucción masiva que se convierte en su Santo Grial.
"Acabo de hojear una biografía. La idea de que todos los personajes que en ella son evocados sólo existen ya en ese libro me ha parecido tan insostenible que he tenido que acostarme para evitar un desfallecimiento".
9. Los sabios. Los tenemos cerca, buscarlos y subirnos a sus hombros para poder mirar más lejos, es lo único que podemos hacer. Montanari, déjame subir un rato. Espera, Andoni, que ahora me subo a los tuyos.
"Siendo el hombre un animal enfermizo, cualquiera de sus palabras o de sus gestos equivale a un síntoma".
10. Los clientes. Me gusta ver cómo come la gente y oírla hablar al terminar. Después de lo primero podría evitarme el sufrimiento de lo segundo. Aprender a comer, a escuchar, a mirar o a leer, no es una obligación, pero todos los sabios quieren hacerlo.
Perdón si alguien se molesta. Cuando he escrito esto, no he pensado en los que conozco y los desconocidos nunca me importaron tanto como ahora.
Has escrito LOS DIEZ MANDAMIENTOS ADELANTADOS
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