VALENCIA (CP/EP). Es una de las películas más esperadas de la temporada. Su estreno ha causado una honda polémica en Estados Unidos. Ni siquiera las seis nominaciones al Oscar ocultan que está visión de Clint Eastwood de la vida de Chris Kyle, el francotirador más letal de la historia del ejército estadounidense, ha suscitado posiciones enfrentadas.
Bradley Cooper encarna al marine del grupo de operaciones especiales de la Marina de Estados Unidos, Chris Kyle. Kyle fue enviado a Irak como francotirador de apoyo para proteger a sus compañeros de ejército. Su precisión milimétrica salvó incontables vidas en el campo de batalla y, a medida que se extendían sus logros, se ganó el apodo de leyenda. Sin embargo, su reputación también creció detrás de las líneas enemigas, de manera que se puso precio a su cabeza y se convirtió en objetivo prioritario de los insurgentes. Al mismo tiempo tuvo que lidiar con otra batalla: ser un buen marido y padre desde el otro lado del mundo.
A pesar del peligro, y del precio que, debido a su actividad, tiene que pagar su familia en su país, Kyle sirvió durante cuatro angustiosas misiones en Irak, personificando el emblema del credo de los SEAL: "no dejar a ningún hombre atrás". Pero al volver a su casa, con su mujer, Taya Renae Kyle (Siena Miller) y con sus hijos, Chris descubrió que lo que no podía dejar atrás era la guerra.
El francotirador está recibiendo tantos elogios como críticas. En un acto con motivo de los Oscars, el cineasta hizo un alegato a favor de las películas de guerra, entre las que incluyó su producción Cartas desde Iwo Jima (2006), ya que estas cintas son "la declaración más fuerte contra la guerra" al exhibir las consecuencias que tiene para un soldado y su familia el transtorno postraumático que conlleva.
Según señaló el cineasta, estas películas muestran lo que la guerra "hace a las personas que dejaron atrás". Eastwood agregó que, tras la Segunda Guerra Mundial, los soldados solo querían "regresar a casa y superarlo", pero que ahora hay ayuda para ello: "Estamos arreglando todo eso", señalaba.
Las palabras del cineasta llegan después de la polémica generada por el director Michael Moore, que afirmó en Twitter que los francotiradores eran unos "cobardes" porque disparaban "por la espalda". El actor y director Seth Rogen afirmó también que El francotirador le recordó a la propaganda nazi que mostraba Tarantino en Malditos Bastardos.
En todo caso, más allá de la polémica, la cinta de Eastwood está cosechando un gran éxito entre la crítica y el público. El francotirador ha conseguido 6 nominaciones a los Oscar, entre ellas la de mejor película y la de mejor actor protagonista para Bradley Cooper, y se colocó número uno en la taquilla estadounidense con casi 400 millones de dólares recaudados en todo el mundo.
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