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VALENCIA. Eduardo Zamanillo no se jubila. PTV Clowns tampoco. Pero los payasos Piojo y Hula sí. Porque todo se acaba. Porque hasta los clowns, que parecen intemporales, también cuelgan sus zapatones.

Desde el pasado mes de octubre Zamanillo y su inseparable Amparo Mayor, acompañados por Clara Crespo, representan sobre las tablas ¡Ya está!. Es el último montaje protagonizado por los payasos Piojo y Hula, estos dos personajes creados por Zamanillo y Mayor que llegaron a tener su propio espacio en Televisión Española, en La cometa blanca.

Su adiós es parcial. La compañía seguirá en funcionamiento y Zamanillo seguirá dirigiendo y escribiendo, pero, como actor se jubilará. Y es por eso que esta última temporada es tan especial para él. Como las estrellas del deporte, que se despiden de estadio en estadio, Zamanillo y Mayor se van despidiendo de los teatros que llenaron con las risas que provocaron. Este domingo fue en La Estrella del Cabanyal, que cumplía 20 años. El paulatino adiós durará más de un año. Hasta mediados de 2016 han cerrado bastantes fechas. La última, este mismo lunes. En febrero del año que viene representarán ¡Ya está! en Sevilla.

Su adiós es un punto y aparte en el mundo de la escena valenciana. Durante décadas Zamanillo y sus espectáculos con Piojo y Hula han sido un referente para los profesionales de las artes escénicas. Así lo señala Juan Carlos Garés, de la sala Russafa. "Cuando empezamos a montar la compañía en los años ochenta, él ya estaba funcionando. En este sentido ha sido una inspiración porque teniéndole delante de ti, sabías que se podía conseguir", dice.

¿Y qué era lo que se podía lograr? La profesionalización. El trabajo continuado. El respeto de los profesionales. Y la calidad. Porque Zamanillo y Mayor se han destacado por ser modelos de un humor inteligente, una forma de espectáculo teatral imaginativo, lúdico y diferente que siempre ha contado con el respaldo del público y que, ya se ha dicho, les llevó hasta TVE.

Aplausos que han ido acompañados de decenas de galardones.  Desde que en 1982 obtuvieron el premio de la Diputación Provincial de Valencia a la Mejor Producción por el espectáculo Cataclowns, Zamanillo y su compañía han recibido entre otras distinciones el Max al mejor espectáculo infantil por Animalico (2006), el premio Nacional AETIJ por la trayectoria (1996) o la Palma de Alicante a la Trayectoria Profesional (2006).

Una carrera que se inició casi de casualidad ("lo de empezar a hacer payasos fue para ampliar nuestro bagaje; vimos un terreno que nos gustaba") y se ha extendido durante cuatro décadas, hasta el punto que sus montajes y gansadas han saltado generaciones. "Muchos padres vienen con sus niños y nos dicen que nosotros fuimos la primera obra de teatro que vieron", explica el propio Zamanillo.

Unas obras que además del humor intentaban comunicarle a los niños mensajes positivos.  "Queremos transmitir el sentimiento de amistad, el valor de la solidaridad, la alegría...", relata el actor, dramaturgo y director.

Para ello han sido siempre muy corteses con el espectador y han milimetrado sus montajes atendiendo a la respuesta del público. "Una variación pequeña puede hacer que el gag funcione, sea más perfecto", explica. Es por eso que el ordenado caos de Piojo y Hula resulta tan fascinante. No hay espacio para la improvisación y sí mucha preparación previa, casi coreografías. No en vano Toni Aparisi ha colaborado con ellos en sus últimos montajes. El objetivo final, siempre el mismo: la risa del espectador, del niño y del niño que hay en el adulto, "cómo el adulto recupera parte del niño que tiene dentro", explica.

Palentino de nacimiento, instalado en Valencia donde ha creado un modelo de teatro infantil, Zamanillo asegura estar pensando ya en el próximo montaje de PTV Clowns, que se estrenará en octubre de 2016, ya sin Piojo ni Hula. Será el inicio de una nueva época.