VALENCIA. El teatro-cine Valencia de Baltimore es uno de los grandes cines perdidos de esta ciudad estadounidense. Pertenecía a la cadena Loew. Tenía un aforo de 1.200 butacas y fue demolido en 1962. Inaugurado en 1926, era obra del arquitecto John Eberson, quien fue contratado para convertir una antigua sala de baile en un cine espectacular.
Su nombre Valencia no se lo dio ninguna vinculación sentimental con la ciudad española, sino la película con la que se inauguró el 24 de diciembre de ese año, un drama titulado así y protagonizado por la estrella del cine mudo Mae Murray. La película había sido proyectada en sesión privada la víspera y estaba destinada a ser uno de los grandes éxitos del momento, aunque acabó siendo una rareza extravagante y un fracaso en toda regla.
Hace unos años un grupo de valencianos, entre los que se encontraba el director de orquesta Miquel Rodrigo (Foios 1963), estaban preparando un espectáculo en torno al pasodoble ‘Valencia', compuesto por el maestro almeriense José Padilla (1889-1960), y fue entonces cuando tuvieron conocimiento de la existencia de este peculiar film, dirigido por el ruso Dimitri Buchowetzki y escrito por el director y Alice D.G. Miller.
"Nosotros estábamos reuniendo material y una de las cosas que nos encontramos durante la investigación previa fue esta película", relata Rodrigo en conversación telefónica. "Nos interesamos por el largometraje. Parte de nuestro equipo estuvo buscando en algún archivo en Los Ángeles pero no hubo más noticia y le perdimos la pista".
La película ya era conocida en España. Así lo constata el Jefe de Conservación del IVAC CulturArts Nacho Lahoz, si bien revela que se tenía muy pocas esperanzas de encontrar alguna vez una copia. "Casi se podría decir que no tenemos ni argumento", añade. No había más noticia de ella aparte de su título que alude al personaje de Mae Murray, y su ficha, disponible en IMDB. Producida por Irving Thalberg para la Metro Goldwyn Mayer, desde 2009 en los archivos de Silent Era se da por desaparecida.
El largometraje incluso tuvo malas críticas. En un artículo publicado en enero de 1927 en la revista Photoplay se indicaba: "Francamente, una de las peores películas del año. Ninguna historia y mala actuación". Y posteriormente, en abril, la misma revista señalaba en otra crítica: "Mae Murray, Lloyd Hughes y Roy D'Arcy son terriblemente divertidos sin proponérselo. Quédese en casa y cuéntese sus propios chistes".
Pese a no hallar una copia del film, Rodrigo y su equipo, en el que se encontraba por ejemplo el ex secretario autonómico Vicente Burgos, entonces director de la Fundación Jaume II el Just, encontraron algunos detalles curiosos sobre el título. Descubrieron, por ejemplo, que fue prohibida en España por la dictadura de Primo de Rivera.
"Está ambientada en Barcelona", explica Rodrigo, "pero por las imágenes de foto fija que encontramos pensamos que toda la decoración y actores parecían de un país del norte África, con un harén y todo. Imaginamos que debía ofrecer una imagen muy denigrante del país porque de hecho en España nunca se vio". "Debieron sentirse muy ofendidos", añade riendo.
Según explica Burgos, la prohibición se debió, entre otras cosas, a que "uno de los amantes de la señorita Valencia es el gobernador de Barcelona y aparece en la cinta ataviado con sombrero cordobés". Demasiadas licencias para el gusto del dictador.
El que se bautizara al personaje central como 'Valencia' se debe a la influencia del éxito del pasodoble. Así, Rodrigo recuerda que el mismo alcanzó fama en América gracias a Carlos Gardel. "Él es el que hace la versión en 1926 que se populariza en Estados Unidos", relata. La canción como tal era una marcha que formaba parte de una zarzuela, La bien amada, y que fue reconvertida en pasodoble por la cupletista Mercedes Serós, según escribe Manuel Peña en su libro La España que viví.
1926 fue un año muy valenciano en la industria hollywoodiense. Una desconocida actriz sueca llamada Greta Garbo debutaba en el cine estadounidense con una adaptación de la novela Entre naranjos de Vicente Blasco Ibáñez, estrenada con el título de El torrente y dirigida por Monta Bell y Mauritz Stiller. Garbo encarnaba a la cantante de ópera retirada en Alzira y daba la réplica a uno de los galanes de aquel tiempo, el hoy olvidado Ricardo Cortez. Un largometraje que no sólo no se encuentra perdido, sino que además se puede ver completo en Youtube.
Tres años después del estreno de The Torrent, de Valencia y de la apertura del cine Valencia en Baltimore, la cadena Loew inauguró una serie de cines a los que denominó Wonder Theatres, con una decoración de estilo churrigueresco. Uno de ellos también llevó el nombre de Valencia. Ubicado en la avenida Jamaica en el barrio de Queens, fue realizado también por Eberson y ha pervivido en el tiempo hasta ser incluido en el registro nacional de Lugares Históricos. En la actualidad sigue abierto y se usa como iglesia. Lo que muy pocos saben es que su nombre copia el de otro teatro, al cual bautizó una mala película que hoy nadie encuentra.
La Ciudad de Valencia es de las pocas que cuentan con arquitectura Art Déco como las mejores de los Estados Unidos. Resulta sencillo imaginar aquella Valencia de la Belle Époque a partir de los muchos testimonios que perviven de dicha época : Las Arenas, el Rectorado de la UV, el Rialto, el Capitol o el Metropol son sólo unos pocos ejemplos del esplendor de la Valencia de entreguerras.
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