VALENCIA. Los nervios se han apoderado de los inversores en el primer mes del año, pese a la histórica decisión de Mario Draghi de inyectar en los mercados más de un billón de dólares de aquí hasta septiembre de 2016. Todo ello para combatir el fantasma de la deflación, que para muchos ya está presente en la economía española.
La decisión de Draghi no es el único factor que tranquiliza a los inversores de cara al ejercicio. También hay otros de mayor o menor calado como son la debilidad del euro -camino de la paridad con el dólar-, cuyo comportamiento es todo un soplo de aire fresco para las empresas exportadoras como las valencianas. Y, de paso, ejercen gran influencia para la llegada de turistas fuera del área euro, con lo que conlleva para la creación de empleo.
Lea el artículo completo en el número de febrero de Plaza.
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