Comparte esta noticia

• Tweet
• meneame

Otras noticias

• Heródoto, el clásico que nos enseñó a entender al otro
• Nolan, interesado en un remake ‘humano' de Akira
• Las óperas de Palermo y Montecarlo se suman al festival del Mediterráneo

VALENCIA. Burjassot no cierra. El centro de producción de programas de RTVV seguirá abierto durante bastante tiempo. Y lo hará porque en el segundo piso del edificio se encuentra su Archivo. Ocupa la cuarta parte de la planta y, por si fuera poco, en breve necesitarán más espacio. "Hemos recibido material del archivo de Madrid y Castellón y se espera que el grueso del archivo de Alicante llegue en los próximos días", explican desde la cadena pública valenciana. El centro de producción alicantino, dicen, tiene muchas horas de memoria audiovisual.

El 30 de junio la mayor parte de los 100 trabajadores que aún quedan en RTVV deberán salir del edificio. Sólo permanecerán en su puesto 23 personas, el personal del Archivo, que además pasarán a depender orgánicamente de la Conselleria de Cultura, de CulturArts. Y no se irán porque, dicen desde RTVV, aún no se dan las condiciones para que puedan salir. El edificio, RTVV, aún seguirá vivo.

Al menos si se sigue la lógica. Según relata el realizador Luis Lizarán, miembro de la Mesa Sectorial del Audiovisual valenciano, los documentalistas calculan que aún le quedan un mínimo de cinco años hasta que tengan digitalizado todo. "No se puede precisar con exactitud una horquilla de tiempo", explica Lizarán, "pero quedan entre cinco y diez años, dependiendo del rimo de trabajo, hasta completar la digitalización del material almacenado en soporte magnético".

Son más de 250.000 horas en otras tantas cintas, y más de 1.000 horas de audio. Son 10 kilómetros de estanterías con programas, concursos, especiales, documentales, informativos... El proceso, explican desde RTVV, es prolijo. Por ejemplo, cuando llegue el material de Alicante, una vez se reciban los vídeos, se comprobará que no están repetidos y después se convertirán en formato digital. Hasta que no se acabe, no se pueden plantear mover las cintas. "No las puedes llevar a una biblioteca; se tienen que preservar en un espacio adecuado, habilitado y en condiciones", recuerdan.

En el Archivo del IVAC en el Parque Tecnológico de Paterna no caben, no mientras no se amplíe. Y un cuarto de millón de cintas de vídeo no se pueden mover alegremente, algo que insiste Lizarán quien dice que una actuación de ese tipo "sería una barbaridad". De ahí que se estime que hasta que no esté digitalizado todo el archivo, o su mayoría, no se podrá sacar el material y no se podrá cerrar el edificio. La prórroga es de un lustro. Como poco.

Durante este tiempo, y para no quedar en indefinición, el personal del Archivo pasará a estar adscrito al IVAC desde este mismo año. En los presupuestos ya hay una enmienda para que se le pase desde RTVV al presupuesto de la Filmoteca la dotación del personal y los gastos de mantenimiento. Se da la paradoja de que el IVAC tuvo que despedir a parte de su plantilla del Archivo en el pasado ERE de CulturArts, si bien, como advierte el director general de CulturArts, José Luis Moreno, esta es una situación diferente. "No es algo nuevo que se crea; es algo que existía que se trasvasa a nuestro presupuesto", comenta.

Estas 23 personas se incorporarán nominalmente a la plantilla del IVAC, lo que en la práctica supone más que duplicar los trabajadores de la Filmoteca, que apenas cuenta en la actualidad con una veintena de empleados. Junto con el salario de estos trabajadores, el IVAC recibirá también las líneas presupuestarias necesarias para poder mantener operativo el servicio de Documentación

En la práctica el Archivo será el caballo de Troya que permitirá que la televisión siga viva, que no cierre por completo. La situación será cuanto menos atípica, ya que en Burjassot sólo quedarán estos 23 trabajadores a los que cabría añadir los siete encargados de la red de repetidores. Son 30 personas, los últimos 30, a los que acompañarán los servicios de vigilancia, limpieza y mantenimiento del edificio, que trabajan para contratas del ente.

La situación del Archivo ha creado inquietud ya que el cierre de la cadena pública valenciana se realizó en medio del complejo proceso de digitalización de todas las horas de emisión de la televisión pública. Entre los que se han manifestado al respecto se encuentra el Consell Valencià de Cultura, quien expresó su preocupación por el futuro del mismo.

Así quedó recogido en un informe realizado por la institución donde se indica que el cierre de RTVV "hizo saltar todas las alarmas en el seno del CVC". Cuando se consume la liquidación de RTVV, la guarda y custodia de todos los archivos del ente (administrativos y audiovisuales) dependerán de la Generalitat. Por ello el CVC ha solicitado "un plan estratégico que garantice el futuro de los archivos en las mejores condiciones". Por el momento, lo que es seguro es que estos 23 trabajadores no saldrán de la que ha sido su casa en los últimos 25 años. Y de este modo, la memoria se convertirá en el último reducto de Canal 9.